domingo, 27 julio, 2025
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El flagelo del bullying en Argentina: una realidad cada vez más preocupante

Un reciente informe de Argentinos por la Educación, basado en los resultados de las pruebas Aprender 2023, ha encendido las alarmas sobre los desafíos de convivencia en la escuela primaria, revelando cifras alarmantes de discriminación y conflictos entre pares. Para profundizar en esta problemática, el programa radial “Exprés en Radio” de FM VLU 88.5, del Grupo de Medios TVO, dialogó con Paola Zabala, directora de la Comunidad Anti-Bullying Argentina.

Un panorama preocupante: Cifras que duplican la discriminación

La entrevista con Paola Zabala dejó en evidencia la magnitud del problema. Uno de los datos más impactantes del informe es que seis de cada diez alumnos sufrieron alguna agresión por parte de sus compañeros, ya sea en el colegio o a través de las redes sociales. Aún más alarmante es el hecho de que un 37% de los estudiantes de sexto grado se siente discriminado en el aula.

Zabala destacó la comparación con un informe anterior de Argentinos por la Educación de 2016, donde el porcentaje de chicos que se sentía discriminado en la escuela era del 19%. «Hoy ha ascendido a un 36%, es decir, se duplicó la cifra», remarcó, subrayando la urgencia de atender estos datos.

El informe también señala que el clima escolar, es decir, cómo los chicos perciben emocionalmente su escuela y cómo son los vínculos con docentes y pares, se ve directamente afectado por estas situaciones. Un clima escolar positivo, enfatizó Zabala, «favorece los aprendizajes», mientras que un ambiente de violencia y discriminación los obstaculiza.

Respuestas insuficientes ante una problemática compleja

Uno de los puntos críticos que abordó la directora de la Comunidad Anti-Bullying Argentina fue la ineficacia de las respuestas actuales. «Las respuestas que están teniendo las escuelas son respuestas tradicionales de tipo reactivas», explicó. Esto significa que las intervenciones se dan una vez que el conflicto ya se presentó, lo que no está resultando efectivo. «Estamos corriendo detrás del problema», afirmó Zabala, lamentando la falta de un trabajo preventivo y de fondo.

La complejización del bullying a raíz de las redes sociales fue otro tema central. Antes, la escuela era el único espacio donde se manifestaba el acoso, y los niños encontraban refugio en sus hogares. Sin embargo, «hoy a través de las redes sociales sabemos que es posible hostigar a alguien no solo en época de vacaciones, fuera del horario escolar, fines de semana», explicó Zabala. Esto ha transformado el bullying en un fenómeno que trasciende los límites físicos de la escuela, volviéndolo más difícil de contener.

Falta de herramientas y políticas públicas

Paola Zabala hizo hincapié en la ausencia de herramientas y recursos adecuados para enfrentar el bullying. La Argentina carece de datos estadísticos oficiales sobre esta problemática, lo que dificulta conocer la real dimensión del problema y diseñar estrategias efectivas.

Además, «no cuentan los colegios con protocolos de actuación para este tipo de casos, los docentes no reciben formación ni en su etapa académica», lamentó.

La directora fue crítica con la denominada «ley de bullying», señalando que «lo único que establece es que los colegios tienen que tener acuerdos de convivencia». Si bien esto es importante, no es suficiente. Es necesario «trabajar atendiendo la problemática de bullying, midiendo el clima escolar, midiendo la cantidad de denuncias, ofreciendo formación a los docentes y, por supuesto, trabajando no solo con los docentes y los alumnos, sino también integrando a los padres».

Se destacó la disparidad entre escuelas públicas y privadas, donde estas últimas, en líneas generales, cuentan con equipos de orientación escolar y profesionales capacitados, algo que no siempre sucede en el ámbito público, dificultando aún más la situación para los docentes.

La naturalización de la violencia y la desmitificación del «bullying que forma el carácter»

Un dato «contradictorio» que arrojó el informe es que, a pesar de las problemáticas de discriminación, una gran parte de los alumnos encuestados calificó como positiva su experiencia dentro de las escuelas. Zabala atribuyó esto a la naturalización de la violencia.

«El clima escolar es bueno, pero eso no quiere decir que yo me tenga que sentir bien adentro de la escuela, también me puedo sentir discriminado y es algo que probablemente suceda, que se dé. Esto tiene que ver con la naturalización de la violencia, como que asumimos que el conflicto es inherente a estar en la escuela», afirmó.

Asimismo, la directora desmitificó la creencia de que el bullying «te prepara para la vida» o «forma el carácter». «Eso no es real», sentenció. Por el contrario, el acoso «genera un daño en la autoestima que incluso hasta puede condicionar la clase de adulto que va a ser esa persona si no trabaja sobre esas problemáticas». Las consecuencias, advirtió, pueden extenderse hasta la vida adulta, afectando decisiones personales y profesionales.

¿Cómo empezar a solucionar el problema?

Para concluir, Zabala se refirió a las posibles soluciones, mirando a países como Finlandia, donde se ha logrado avanzar significativamente en esta materia. El éxito finés radica en una «política de estado que decidió invertir justamente en investigar a ver qué podemos hacer para solucionar lo que está pasando», lo que derivó en el desarrollo del método Kiba.

Este método, explicó, parte de la premisa de que el bullying no es solo un conflicto entre dos personas, sino un fenómeno complejo que involucra a los testigos y a toda la comunidad educativa. «Trabajar no solo con los docentes, también con toda la comunidad educativa, es decir, personal docente, no docente, con los padres para que la intervención sea efectiva», es clave, según Zabala.

La falta de datos estadísticos oficiales en Argentina es un impedimento crucial. «Si es algo que no estamos midiendo, no nos estamos ocupando y de hecho no sabemos dónde estamos parados en nuestro país con esta problemática», sostuvo.

La directora de la Comunidad Anti-Bullying Argentina enfatizó la urgencia de actuar, especialmente ante el recrudecimiento de la violencia y la irrupción de episodios graves, como los recientes casos de armas de fuego en escuelas. «Parece ser que cubrimos gracias a series como ‘Adolescencia’, que todo lo que pasa en el mundo digital tiene repercusiones en la vida real y también tenemos que cuidarlos a los chicos en las redes», finalizó Zabala, subrayando que el primer paso para empezar a trabajar sobre esta problemática es «tomar la decisión de hacerlo y avanzar y tomar acciones en ese sentido».

La entrevista con Paola Zabala dejó en claro que el bullying en Argentina es un problema multifacético que requiere un abordaje integral, con políticas públicas sostenidas, inversión en investigación y capacitación, y la participación activa de toda la comunidad educativa. Solo así se podrá revertir esta preocupante tendencia y garantizar un ambiente escolar seguro y propicio para el desarrollo de niños y adolescentes.

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