POLÍTICA
La imagen de un niño con una patología que está internado en Italia se difunde como ejemplo del hambre en Gaza
El organismo israelí COGAT (Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios) reveló otra manipulación escandalosa. Se trataba de una fotografía viral de otro niño gazatí, Osama al-Rakab, de cinco años, también presentada en redes sociales como “víctima de inanición”.
Lo que no se dijo fue que Osama, quien padece una enfermedad genética grave, fue evacuado el 12 de junio junto a su madre y hermano a través del aeropuerto Ramon, y actualmente está recibiendo tratamiento médico en Italia.
“Las imágenes trágicas despiertan con razón una gran empatía”, señaló COGAT en un comunicado. “Pero cuando se utilizan para alimentar el odio y difundir mentiras, hacen más daño que bien. No permitamos que la compasión sea utilizada como arma de propaganda”.
Este caso se suma a una imagen que conmovió al mundo.
Un niño palestino con el rostro hundido y el cuerpo huesudo, identificado como Mohammed al-Matouq, se convirtió en símbolo de una supuesta hambruna masiva en la Franja de Gaza.
| La Derecha Diario
Medios internacionales como CNN, BBC, The Guardian y The New York Times no tardaron en colocar la fotografía en sus portadas y titulares, utilizándola como prueba incuestionable de que Israel estaría provocando deliberadamente el sufrimiento de civiles indefensos.
Pero, como ha ocurrido otras veces, la historia detrás de la imagen es muy distinta.
Mohammed, nacido en diciembre de 2023, padece parálisis cerebral y probablemente un trastorno genético que requiere atención médica constante, según un informe emitido en mayo de 2025 por la Basma Association for Relief.
Esta información crucial fue completamente ignorada por quienes convirtieron su rostro en emblema de una narrativa propagandística. Fotografías más amplias revelan que su madre y hermano mayor se encuentran en buen estado físico, desmintiendo la idea de una familia entera muriendo de hambre.
Lo más grave no es solo la omisión de datos esenciales, sino el patrón que se repite: menores palestinos utilizados como peones en la guerra de la imagen que libra Hamas con la complicidad de ciertos medios occidentales. Y el caso de Mohammed no es el único.
La comparación entre ambos casos resulta inevitable.
Dos niños gravemente enfermos, víctimas del sufrimiento real que existe en Gaza, pero cuya historia ha sido deliberadamente distorsionada para acusar a Israel de crímenes que no ha cometido.
Mientras los medios progresistas amplifican estas falsedades, omiten que Hamas —organización terrorista que controla con puño de hierro la Franja de Gaza— se ha dedicado sistemáticamente a desviar la ayuda humanitaria, almacenar armamento en hospitales y utilizar civiles como escudos humanos.
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