Un hombre de 33 años fue detenido este martes en el barrio Guadalupe, en el marco de una causa por daño y violación de domicilio, luego de que una vecina denunciara que había ingresado a su departamento en la madrugada del domingo. La intervención policial fue realizada por efectivos de la Subcomisaría Enri Omar Alvarenga, quienes llevaron adelante un operativo investigativo que culminó con la detención del sospechoso cerca del mediodía.
Según el parte oficial, el hecho ocurrió alrededor de las 5:00 horas del domingo, cuando una mujer alertó que un vecino —presuntamente en estado de ebriedad— había forzado el ingreso a su vivienda, dañando una de las ventanas y la puerta principal del departamento ubicado en la Torre 59. A partir de esta denuncia, se iniciaron actuaciones judiciales con intervención del Juzgado de Instrucción y Correccional N° 2 de la Primera Circunscripción Judicial.
El detenido fue trasladado a una dependencia policial, donde fue notificado de su situación procesal y quedó alojado en celdas, a disposición de la Justicia.
La versión de los vecinos:
“Esto no fue un error”
Mientras tanto, la versión que circula entre los vecinos del edificio contradice el supuesto «error» que se barajó en un principio. Una residente del mismo complejo, que pidió mantener su identidad en reserva por temor a represalias, dio a conocer detalles que amplían el contexto del hecho.
“Si fue por error, no estaría preso. Jamás fue por error: rompió la tela mosquitera y entró por la fuerza. Lo vi con mis propios ojos. Esa señora muchas veces le dio un plato de comida”, señaló la mujer.
De acuerdo con su testimonio, el hombre no sólo habría ingresado de manera violenta, sino que no sería la primera vez que genera conflictos en la Torre 59. “Este tipo y su hermano siempre causan problemas. Hace poco entre los dos golpearon a otro joven del edificio; casi le sacan un ojo. También hemos tenido situaciones donde nos baja la llave de la luz a todos y después nos quiere cobrar por reconectarla”.
La preocupación de los residentes se ha canalizado en la creación de un grupo comunitario para alertarse mutuamente ante episodios similares, e incluso se estaría evaluando la redacción de una nota conjunta firmada por varios vecinos.
“Estamos cansados. Hay niños y personas mayores que viven acá desde hace décadas. No podemos seguir viviendo con miedo”, expresó.
El caso ha vuelto a poner en foco la situación de inseguridad y consumo problemático en algunos sectores del barrio, según relatan los habitantes. Por ahora, la investigación judicial seguirá su curso para determinar con precisión los hechos y las responsabilidades.
Mientras tanto, la comunidad de la Torre 59 reclama mayor atención por parte de las autoridades y una intervención concreta ante lo que consideran una situación que viene de larga data.