Todo parecía calmo en el mundo de las celebridades, hasta que una grabación desató una ola de especulaciones en las redes. El protagonista, una vez más, es Mauro Icardi. Pero esta vez no está acompañado ni por Wanda Nara ni por la China Suárez… sino por Rufina Cabré, la hija que la actriz tuvo con Nicolás Cabré.
El video, que comenzó a circular en las últimas horas, muestra una escena completamente inesperada: Mauro Icardi sentado al lado de Rufina, en una mesa repleta de comida, con dos mozos al pendiente de cada movimiento. La escena transcurre en un restaurante de Turquía, país donde el futbolista reside.
Sin embargo, lo que realmente llamó la atención fue la cercanía entre ambos: se los ve cómodos, compartiendo una comida en un entorno familiar, casi íntimo. Las redes sociales no tardaron en hacer eco de las imágenes. Esta es una señal clara de que Mauro y Eugenia están construyendo una nueva etapa juntos.
La naturalidad del encuentro, y la actitud relajada tanto de Icardi como de la niña, alimenta el misterio. Este almuerzo no parece haber sido casual: se dio en un contexto donde ambos vienen mostrando señales de que mantienen la idea de vivir todos juntos.
En medio de este revuelo mediático, Wanda Nara se mantiene en silencio. La empresaria está enfocada en su tratamiento médico y en su carrera musical, pero sus fans siguen atentos a cada paso que da su ex, con quien mantiene una relación intermitente desde hace más de una década.
Lejos de los flashes y de cualquier intento de negarlo, el romance entre la China Suárez y Mauro Icardi ya no se esconde. La actriz se instaló en Turquía para acompañar al futbolista y, según pudo saberse, su hija Rufina también empezaría el colegio allí. Todo indica que están apostando fuerte a esta nueva etapa.
Con la familia ensamblada, fueron vistos almorzando juntos en un exclusivo restaurante de Estambul, atendidos como celebridades. Mauro, sonriente, no se despegó de Rufina, que se mostró muy cómoda con él. Todo parece indicar que lo que comenzó como un rumor, hoy se convirtió en una realidad sólida… y compartida.