La se encuentra en el centro de un grave conflicto, que ha llevado a sus empleados a tomar medidas de fuerza por deudas salariales y la incertidumbre sobre el futuro de la institución. En una entrevista exclusiva para el programa radial «Exprés En Radio», de FM VLU 88.5, Ramón Cabral, delegado de los trabajadores telefónicos, expuso una situación crítica que podría culminar con el cierre de la cooperativa y la pérdida de 87 empleos.
La crisis: deudas millonarias y una gestión ausente
Cabral señaló que la crisis se debe, principalmente, a la falta de gestión de la actual comisión directiva, a la que calificó de «ausente». «Son tres o cuatro nada más que trabajan acá, que son el Sr. Nazario Fernández, el Sr. Benítez, Sergio López… y después no trabajan para solucionar los inconvenientes», afirmó. El delegado denunció que la cooperativa arrastra una deuda de 1.200 millones de pesos.
El año pasado, la cooperativa vendió la planta de gas a Hipergas, una operación que, según Cabral, se realizó por un monto de 400 millones de pesos. Este dinero, se supone, debía ser utilizado para saldar una deuda de 350 millones de pesos con proveedores como Colsecor, Telecom y la FIT. Sin embargo, el delegado denunció que «jamás lo pagaron». Además, remarcó la falta de transparencia en la gestión de la cooperativa, ya que los directivos «esconden todo lo que sea papeles de las ventas».
Trabajadores al límite y el fantasma de Telecom
La situación salarial es uno de los motores del descontento. Cabral explicó que los empleados llevan más de dos años realizando medidas de fuerza por los salarios atrasados, y que «ya no podemos aguantar» el peso de las deudas que se han acumulado. Ante la situación, los empleados decidieron en asamblea intensificar las protestas.
El delegado también mencionó que se rumorea que existe la posibilidad de que la concesión de los servicios de la cooperativa sea entregada a una multinacional, posiblemente Telecom.
Aunque no está confirmado, la sola posibilidad genera pánico entre los empleados. «Si llega a pasar, los 87 empleados vamos a quedar fuera… vamos a perder nuestro trabajo. Somos 87 familias que vamos a sufrir las consecuencias», sentenció.
Un llamado a los socios y la sombra de un fraude
Cabral hizo un llamado a los socios de la cooperativa para que tomen cartas en el asunto y exijan explicaciones a la comisión directiva. «Esta cooperativa es de los socios, no de uno o dos personas que se encuentran a cargo de la administración», manifestó.
El delegado también puso en duda la legitimidad de las últimas elecciones, celebradas en marzo. Denunció que el gerente de la cooperativa, Enrique Alegre, a quien describió como «el ideólogo de toda esta situación», designó a dedo a los consejeros.
Cabral aseguró que las elecciones no se realizaron como correspondían, ya que muchos socios no fueron notificados. Además, advirtió que la actual dirección se niega a entregar los papeles de las elecciones a los socios que los soliciten, lo que refuerza las sospechas de un posible fraude. «Esto tiene que ser abierto, tiene que ser transparente», exigió Cabral.
El delegado finalizó la entrevista reiterando que todos los involucrados en la actual situación, especialmente aquellos que han sido «ausentes», deberán en algún momento «rendir cuentas ante la sociedad y ante la justicia».
La situación en la Cooperativa de Trabajadores Telefónicos de Clorinda continúa siendo un punto de tensión, mientras los empleados esperan una solución que evite la pérdida de sus puestos de trabajo y la desaparición de la cooperativa.