En un giro significativo en la política de salud pública, el Ministerio de Salud de la Nación ha anunciado que la vacuna contra la fiebre amarilla dejará de ser gratuita para quienes no residan en las zonas consideradas endémicas.
La medida, que busca «eficientizar los recursos», genera un nuevo escenario para los viajeros, pero reafirma el compromiso del Estado nacional con la protección de las poblaciones en riesgo.
En este contexto, Formosa, una de las provincias con mayor relevancia en la estrategia de prevención, mantendrá la vacunación gratuita para sus residentes, consolidando su posición como bastión en la lucha contra la enfermedad.
La decisión, comunicada por la cartera sanitaria, establece un nuevo paradigma: mientras que los residentes de Misiones, Corrientes, Formosa y algunas áreas de Salta, Jujuy y Chaco seguirán recibiendo la vacuna sin costo, los turistas o quienes viajen por motivos laborales o de estudio a países o regiones donde la vacuna sea recomendada deberán costearla en el circuito privado.
Hasta ahora, era posible obtener la dosis de forma gratuita en hospitales y centros de salud provinciales y municipales, con solo solicitar un turno con 10 días de antelación al viaje.
Este cambio, atribuido a una «política de eficientización de los recursos», tiene como objetivo reducir la compra de vacunas en un 34%, lo que se traduce en un ahorro de casi 700 mil dólares.
La medida, encabezada por el ministro Mario Lugones, busca optimizar el uso de los fondos públicos, pero plantea un desafío para quienes, por diversas razones, necesiten viajar al exterior y no formen parte de las zonas de riesgo. En el circuito privado, el costo de la dosis oscilará alrededor de los $214.000, una suma significativa que podría impactar en la planificación de viajes.
Formosa, un pilar en la estrategia de prevención
La provincia de Formosa, ubicada estratégicamente en una zona de riesgo, ha sido históricamente un actor clave en la estrategia de vacunación contra la fiebre amarilla. Su proximidad a países y regiones donde la enfermedad circula activamente la convierte en un punto de referencia para la prevención.
La decisión del Ministerio de Salud de la Nación de mantener la gratuidad de la vacuna para los formoseños no solo responde a una necesidad epidemiológica, sino que también reconoce el trabajo sostenido que se realiza en la provincia para proteger a su población.
La fiebre amarilla, transmitida por el mosquito Aedes aegypti, es una enfermedad viral que puede ser grave y potencialmente mortal, especialmente en adultos mayores y niños. La vacuna, aunque no existe un tratamiento específico para la enfermedad, es la herramienta más efectiva para prevenirla.
En este sentido, la continuidad de la vacunación gratuita en Formosa es una medida fundamental para mantener la protección de la población local y evitar la propagación del virus.
Aumento de casos y una alerta regional
La decisión del Ministerio de Salud de la Nación se produce en un contexto de alerta regional. A finales de mayo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) actualizó la situación epidemiológica de la fiebre amarilla, manteniendo la clasificación de riesgo «alto» en la región.
La OPS ha observado un aumento en la cantidad de casos humanos en localidades fuera de la región amazónica, donde la enfermedad solía concentrarse. Además, se ha registrado una tasa de letalidad más elevada y una expansión del virus a áreas donde no se habían identificado casos anteriormente.
Hasta mayo, la OPS había recibido la notificación de 235 casos confirmados y 96 decesos en cinco países de la región: Brasil, Bolivia, Ecuador, Colombia y Perú. Casi la mitad de los casos fueron reportados en Brasil, lo que evidencia la complejidad del panorama epidemiológico.
La expansión geográfica de la enfermedad durante el período 2024-2025 ha sido un factor determinante en la decisión de las autoridades sanitarias de la región de fortalecer las medidas de prevención.
Compromiso con la cobertura
A pesar del cambio en la política de gratuidad para los viajeros, el Ministerio de Salud de la Nación ha garantizado la distribución de las dosis necesarias para las provincias en riesgo. Se prevé que, durante septiembre y octubre de este año, se distribuirán las dosis faltantes para completar la cobertura acordada con las jurisdicciones para el año 2025.
De esta manera, se busca asegurar que la población de Formosa, junto con la de las otras provincias endémicas, mantenga la protección necesaria para enfrentar la enfermedad.
En resumen, la nueva política de vacunación contra la fiebre amarilla establece un nuevo escenario para los viajeros, quienes deberán costear la dosis en el circuito privado.
Sin embargo, en provincias como Formosa, la vacunación seguirá siendo gratuita para sus residentes, lo que demuestra la relevancia de la provincia en la estrategia de prevención nacional.
La medida se enmarca en un contexto de alerta regional por el aumento de casos y subraya la importancia de la vacunación como la herramienta más eficaz para combatir esta enfermedad viral.