Formosa vuelve a estar en el ojo de la tormenta. Una reciente actualización sobre la causa que investiga el fentanilo contaminado, un potente opiáceo sintético, ha reavivado la alarma en la provincia.
La cifra nacional de fallecidos ascendió a 97, mientras que tres nuevos casos sospechosos en el Hospital Interdistrital Evita de la capital formoseña han puesto a Formosa en el centro de la investigación judicial.
El programa radial «Exprés en Radio FM VLU 88.5», del Grupo de Medios TVO, dialogó con la periodista de La Nación Camila Dolabjan, quien brindó un panorama detallado y preocupante sobre la situación.
La información, que originalmente surgió de un stream, indica que 232 ampollas del fentanilo contaminado, producidas por el laboratorio HLB Pharma, aún no han sido localizadas. La sospecha de que al menos una parte de ellas podría estar en Formosa ha generado una gran inquietud en la comunidad.
La opacidad de la información y la falta de colaboración
Dolabjan señaló que la falta de respuestas satisfactorias por parte de las instituciones hospitalarias formoseñas es uno de los principales obstáculos en la investigación.
«Formosa es en particular el epicentro de muchas dudas para la investigación judicial porque algunos hospitales no han respondido satisfactoriamente a los pedidos y requerimientos de información de la justicia», afirmó la periodista.
Esta opacidad se ha visto reflejada en la postura del Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia. Según el equipo de producción del programa, se les indicó que, por el momento, la «directiva» es «no hablar con la prensa», lo que ha generado un silencio oficial que agrava la incertidumbre.
Esta falta de comunicación impide que se pueda desmentir o confirmar la situación, así como conocer qué medidas se están tomando al respecto.
Incongruencias en los números y la posibilidad de lotes «mellizos»
La situación se vuelve aún más compleja al analizar los datos. Dolabjan reveló que existe una diferencia de casi 1.000 ampollas entre lo que la justicia cree que hay en Formosa y lo que las autoridades locales informaron.
Si bien la explicación oficial es que una parte de las ampollas fue devuelta al laboratorio, la periodista indicó que los números no cierran. La investigación ha registrado 935 ampollas aplicadas en la provincia, un número que no se condice con los casos de fallecimiento informados.
Esta «incongruencia» en la información aportada por las instituciones médicas formoseñas es un punto de gran preocupación para la justicia.
Además, la periodista planteó la inquietante posibilidad de la existencia de lotes «mellizos», es decir, productos que no salieron oficialmente de las plantas del laboratorio. «Sería realmente catastrófico confirmar en el caso del fentanilo lotes mellizos», alertó Dolabjan, dejando en claro la gravedad de la situación si esta hipótesis llegara a confirmarse.
El «sabotaje» como defensa y la desidia del sistema de salud
En medio de este complejo escenario, el dueño del laboratorio HLB Pharma, Ariel García-Forastero, rompió el silencio y en una entrevista con La Nación y Clarín aseguró que la contaminación del fentanilo fue producto de un «sabotaje». Sin embargo, Dolabjan desestimó esta explicación, calificándola de «inverosímil».
La investigación periodística ha revelado que la producción en el laboratorio era «deficiente en cuanto a las normas sanitarias», con productos que salían al mercado «sin ningún criterio de análisis bacteriológico».
A esta situación se suma la ineficacia del sistema de salud nacional. La periodista recordó que el Sistema Integrado de Salud Argentina (SISA), donde se informan los casos de brotes y epidemias, «funciona pésimo».
Como prueba de ello, solo se han registrado 48 casos de fentanilo contaminado a nivel nacional, a pesar de que ya son más de 97 los que están bajo investigación judicial. Esta desidia del sistema ha obligado a la justicia a pedir información directamente a todas las instituciones del país, y ante la falta de respuesta, ha tenido que recurrir a órdenes de allanamiento.
La «punta del iceberg»
La investigación, que ya lleva varios meses, parece ser solo la «punta del iceberg», como lo definió el conductor del programa. La justicia ha confirmado que dos lotes oficiales fueron contaminados, pero la posibilidad de que existan productos no registrados o lotes «mellizos» podría ampliar la magnitud de la tragedia.
La falta de respuestas, las incongruencias en los números y la opacidad de la información en Formosa hacen que la provincia sea una pieza clave y preocupante en esta investigación que ha puesto en vilo a todo el país.