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Por estos días, la Asamblea Constituyente de Formosa define los cambios que se implementarán en la nueva Constitución de la provincia de Formosa. Se comunicaron avances en diversos frentes y temáticas, aunque todavía no se mencionó nada acerca de los ciberdelitos y pistas digitales, es decir, no hay un marco normativo específico y puntual sobre este moderno delito que se profundizó en sus efectos negativos en la última década.
Internet forma parte de nuestra vida diaria: pagamos facturas, trabajamos, compramos y hablamos con amigos desde un ordenador o un móvil. Esa comodidad también ha abierto la puerta a nuevas amenazas, y el cibercrimen es una de las que más crece.
No hace falta ser una empresa para convertirse en objetivo. Un enlace fraudulento, una llamada sospechosa o conectarse a una red Wi-Fi pública pueden bastar para que un ciberdelincuente robe datos o acceda a nuestras cuentas. La prevención empieza con gestos básicos y atención a los detalles.
Qué es el cibercrimen
El cibercrimen reúne todo tipo de delitos cometidos con ordenadores, redes o dispositivos conectados. En la mayoría de los casos busca un beneficio económico, aunque también puede tener como objetivo la extorsión, el sabotaje o el robo de información valiosa.
Las técnicas son variadas.
El phishing emplea mensajes o correos que imitan a empresas reales para engañar y obtener contraseñas. El malware (software malicioso) se infiltra para robar datos, bloquear sistemas o pedir un rescate. También están el robo de identidad, el acoso en redes o la intrusión en dispositivos privados.
Con la inteligencia artificial, los ataques son más precisos y creíbles. Los ciberdelincuentes ya pueden imitar estilos de escritura, generar mensajes impecables e incluso fabricar vídeos falsos (deepfakes) que parecen reales, lo que complica la detección y multiplica el riesgo.
Ejemplos de cibercrimen que conviene conocer
El cibercrimen no es algo que ocurra solo en grandes empresas o administraciones públicas. Muchos ataques empiezan con situaciones cotidianas. Por ejemplo, recibir un correo que parece de la compañía de mensajería con la que esperas un paquete, pero que en realidad contiene un enlace falso para robar tus datos. O un mensaje de WhatsApp de un supuesto «hijo» o «sobrino» pidiendo dinero urgente porque ha cambiado de número.
También es frecuente el fraude bancario por teléfono, donde un falso agente de seguridad te avisa de movimientos sospechosos y te pide que confirmes claves o realices transferencias. Incluso las aplicaciones falsas que imitan a otras populares pueden instalarse en tu móvil para recopilar contraseñas o acceder a tus fotos y contactos.
Conectarse a una red Wi-Fi abierta en un aeropuerto o una cafetería y acceder al correo o a la banca online sin protección también puede dar acceso a los ciberdelincuentes para interceptar la información. Estos ataques no requieren grandes conocimientos por parte de la víctima: basta un momento de confianza para que el daño esté hecho.
Cómo protegerse del cibercrimen
La primera defensa está en el propio usuario. En países europeos, por ejemplo, ya existe la Ley de Ciberresiliencia, que obliga a los fabricantes a garantizar la seguridad digital de sus productos durante todo su ciclo de vida, pero ninguna norma sustituye la precaución individual.
Siete medidas clave pueden marcar la diferencia:
- Desconfiar de mensajes o llamadas que pidan información personal.
- Usar contraseñas largas y únicas para cada servicio.
- Activar la autenticación en dos pasos.
- Mantener actualizado el sistema y las aplicaciones.
- Evitar redes Wi-Fi públicas para operaciones sensibles.
- Revisar periódicamente los movimientos de las cuentas bancarias.
- Instalar y mantener un software de seguridad actualizado.
En un escenario en el que lo físico y lo digital se mezclan sin que apenas lo percibamos, la ciberseguridad es tan necesaria como cerrar con llave al salir de casa.
Internet ofrece oportunidades inmensas, pero también es terreno fértil para quienes se aprovechan del descuido. La diferencia entre navegar seguro o convertirse en víctima sigue estando en la atención que ponemos cada día.