La Justicia dispuso este viernes la clausura del estadio de Independiente tras los incidentes entre hinchas de dicho club y de Universidad de Chile durante el cruce de ambos equipos por octavos de final de la Copa Sudamericana. Como resultado de los altercados se registraron decenas de heridos, dos particularmente graves, y cientos de detenidos. Desde Independiente comunicaron presentarán un recurso en carácter de urgencia para que el juez reconsidere la medida.
La resolución la tomó el juez de garantías José Luis Arabito del Juzgado de Garantías N.º 3 del Departamento Judicial Avellaneda Lanús después de un pedido en ese sentido hecho por el fiscal Mariano Zitto, a cargo de la investigación de la barbarie.
El estadio Libertadores de América en Avellaneda permanecerá clausurado preventivamente e Independiente solo podrá jugar a puertas cerradas, sin la concurrencia de espectadores, al menos que las autoridades prefieran realizar el espectáculo en otro escenario.
Para ello, deberán realizar gestiones conjuntas con el club, la Aprevide, el Ministerio de Seguridad de la provincia, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y la Conmebol. “Que presente una propuesta que explique lo sucedido y que propongan de manera conjunta como han de contener -a futuro- los graves hechos como los aquí expuestos”, detalló.
También se requirió al ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, que informe y acompañe lo acordado entre los organismos, tanto en caso de que quieran jugar los encuentros en otro lugar como si vuelven a repetirse incidentes similares a los ocurridos el miércoles a la noche.
Desde Independiente aseguraron que su Departamento de Legales trabaja para presentar un recurso en carácter de urgencia para que el juez reconsidere la medida. “Con el objetivo de garantizar el derecho de nuestras socias, socios e hinchas a alentar a Independiente en nuestro estadio”, señalaron. También comunicaron que, por el momento, el canje de bonos para tribunas sociales y la venta de plateas correspondientes al partido contra Platense que iba a jugarse el próximo domingo queda suspendido.
“El club continuará informando de manera oficial las novedades de la causa, siempre con el compromiso de defender los intereses de nuestra institución y nuestra gente”, aseguraron.
El encuentro entre Independiente y U. de Chile se suspendió durante el segundo tiempo por incidentes violentos entre los hinchas presentes en el estadio del Rojo. La Conmebol canceló el partido por “falta de garantías de seguridad”.
Los problemas comenzaron en el primer tiempo, pero se agravaron a inicios del segundo cuando simpatizantes de U. de Chile, ubicados en la bandeja superior de una cabecera, comenzaron a arrojar pedazos de mampostería, escobas y partes de sanitarios hacia los hinchas de Independiente que estaban debajo. Arrojaron también monedas, piedras, bombas de estruendo y todo tipo de proyectiles.
Quienes hinchaban por el Rojo no tenían contención y el personal de seguridad en las inmediaciones no logró controlar la situación. Ante la inacción policial, la barra brava de Independiente ingresó al sector de los visitantes para ir al choque con los hinchas del club chileno. Se reportaron golpizas, personas desnudadas y golpeadas e incluso víctimas que cayeron o saltaron al vacío desde el sector alto por la tribuna.
Durante el jueves circularon videos de hinchas de U. de Chile ensangrentados siendo amenazados por simpatizantes de Independiente, algunos incluso mostraban cómo hinchas del Rojo les quitaban la ropa y los obligaban a retirarse desnudos, mientras les pegaban con palos.
El árbitro Gustavo Tejera detuvo el partido provisionalmente. En tanto, algunos espectadores ingresaron a la cancha para denunciar lo que estaba pasando en las tribunas.
Posteriormente, se informó por altavoces que la parcialidad de Universidad de Chile debía retirarse completamente del estadio para que el partido pudiera reanudarse. Los equipos se marcharon a los vestuarios con la idea de esperar la evacuación, pero la situación empeoró. Finalmente, a las 23.37, se conoció la suspensión definitiva, oficializada minutos después como cancelación.
Aunque no hay un número exacto de afectados, se reportaron 177 hombres, cinco menores y tres mujeres heridos, y 125 personas detenidas. Otros reportes indicaban que hubo 300 visitantes retenidos por la policía bonaerense y diez lastimados graves. Dos de ellos fueron trasladados al Hospital Fiorito de Avellaneda con traumatismos craneoencefálicos graves, con fracturas y hundimiento. Uno presentaba tres cortes en la cabeza. Debieron ser intervenidos quirúrgicamente.