La medida fue anunciada por el responsable de la cartera de salud del estado sureño este miércoles.
El ministro de salud pública de Florida, Joseph Ladapo, anunció este miércoles que su estado se convertirá en la primera jurisdicción en los Estados Unidos en poner fin a la vacunación obligatoria en los colegios.
«El departamento de salud de Florida, en coordinación con el gobierno, está trabajando para terminar con los mandatos de vacunas inscritos en la ley del estado. Absolutamente todos,» contó Ladapo en una conferencia de prensa.
«Todos los mandatos están equivocados y rebosan desdén y esclavitud. ¿Quién soy yo, como gobierno, o como cualquier otra persona, para decirle a nadie lo que debes meter en tu cuerpo?«, reflexionó el ministro.
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La medida puede significar un cambio monumental en la política sanitaria de los estados.
Para el responsable de la salud de Florida, ni él ni ninguna de las personas que están en el gobierno tienen el derecho de tomar decisiones sobre los otros, asegurando que el cuerpo de cada uno «es un regalo de Dios» y que «lo que cada uno se pone en su cuerpo es una relación entre tu cuerpo y tu Dios».
En ese sentido, Florida se ha convertido en uno de los estados que más promueve la libertad individual en cuestiones sanitarias. En 2022, cuando el gobierno de Biden tomaba decisiones autoritarias bajo la excusa de la pandemia, el actual gobernador Ron DeSantis promulgó una serie de medidas que prohibían el uso obligatorio de mascarillas y vacunas en espacios públicos y cerrados.
Actualmente, la vacunación para menores que asisten a guarderías infantiles y colegios es obligatoria en Florida, una medida que se replica en casi todos los estados del país. Los territorios dominados por los demócratas han endurecido esta política en los últimos años, rechazando las exenciones religiosas para las familias que desean excluir a sus hijos de la inoculación.
El presidente Trump, aunque reconociendo el éxito que tuvo su campaña de vacunación masiva de la población en 2020, ha mostrado escepticismo sobre las vacunas contra el COVID-19, habiéndole pedido a los grandes laboratorios esta semana que prueben con datos la eficacia real de su producto.