La muerte de Francisco Leguizamón durante un operativo policial en el barrio Liborsi continúa generando conmoción en la provincia y fuertes cuestionamientos al accionar de las autoridades. En diálogo con el programa radial Exprés En Radio de FM VLU 88.5, Mauro Leguizamón, primo de la víctima, relató la angustia que atravesó la familia no solo por la pérdida, sino también por las demoras y las irregularidades en la restitución del cuerpo.
La espera interminable
para recuperar el cuerpo
Según relató Mauro, el levantamiento del cadáver recién se realizó entrada la madrugada y, desde ese momento, comenzaron las dificultades para acceder a la autopsia y a la entrega del cuerpo. “Nos dieron turno a las 9 de la mañana, pero recién a la una de la tarde nos avisan que necesitaban una autorización judicial, cuando ya todo estaba cerrado”, denunció, señalando que la demora fue innecesaria y sospechosa.
El familiar sostuvo que la situación se tornó desesperante: “No se puede tener un cuerpo 48 horas sabiendo que se va deteriorando”. Finalmente, recién la noche del jueves la familia pudo retirar el cuerpo y trasladarlo al interior provincial para el velorio, aunque con muy poco tiempo. “Tuvimos apenas 4 o 5 horas antes del entierro, casi sin posibilidad de despedirnos”, lamentó.
Reclamo por humanidad
Para Mauro, lo más doloroso fue la falta de consideración hacia el sufrimiento de los seres queridos. “Es poco humano no permitirle a la familia una velada como se merece. No pensaron en el dolor que estábamos viviendo”, expresó con indignación.
Sospechas sobre el operativo
La familia también puso en duda la versión oficial sobre el enfrentamiento. El padre de Francisco aseguró que el cuerpo no presentaba impactos de bala visibles, sino numerosos hematomas. “Tenía golpes en el pecho y en los costados”, describió Mauro, aunque aclaró que desconocen si estos moretones fueron consecuencia de disparos u otra circunstancia del procedimiento.
El primo de la víctima también cuestionó la hipótesis de un intercambio de disparos: “Él solo era el conductor. Los policías entraron tirando, los disparos no fueron a las ruedas ni al motor, fueron todos al cuerpo y al vehículo, a quemarropa”.
La búsqueda de justicia
Pese al dolor, la familia de Francisco adelantó que recurrirá a la vía judicial. “Vamos a buscar un buen abogado y hacer todo lo posible para que se investigue. Queremos que esto llegue a juicio”, afirmó Mauro.
El caso, que ya se encuentra bajo órbita federal, abre un nuevo capítulo en la discusión sobre los procedimientos policiales en la provincia y la necesidad de esclarecer si se actuó dentro de los límites legales y con respeto a los derechos humanos.