Hoy por la mañana se realizó una audiencia en Neuquén en el marco de un sumario administrativo iniciado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) contra dos científicas argentinas, Lorena Diblasi y Marcela Sangorrin. Ambas son investigadas por haber analizado las vacunas contra la COVID-19. Durante la audiencia, no solo se cuestionó la metodología de sus estudios, sino también si estos fueron llevados a cabo dentro de su jornada laboral.
«Cuestionan hasta los horarios»
En el video adjunto, una de las científicas expresa con frustración y en voz alta: «Nos vienen a cuestionar, ¿en qué horario lo hicieron? ¿Saben en qué horario? Sábados, domingos, feriados y vacaciones, caramba. Todos esos horarios, relegando a nuestras familias.» Esta declaración subraya la dedicación y el sacrificio personal que el equipo de investigación realizó para llevar a cabo su trabajo de forma independiente, fuera del horario laboral establecido por el CONICET.
«Sin interés económico ni político»
La investigadora también destaca que su motivación fue puramente ética y científica, sin fines de lucro. En el video, enfatiza: «Acá lo hacemos por la vida, por la patria, por la humanidad, por eso lo hacemos. Por una cuestión ética.» Ambas científicas, Diblasi y Sangorrin, han llevado a cabo sus estudios de forma independiente y a su propio costo, sin utilizar recursos del CONICET. A pesar de los hallazgos presentados en su investigación, el organismo no ha realizado una «contraprueba» ni análisis científicos que refuten sus conclusiones.
«Ayudando a la gente»
Durante su intervención, la científica también mencionó el impacto de su trabajo en la sociedad y la falta de transparencia oficial. Hacia el final del video, con la voz quebrada, afirma: «Acá estamos firmes, con causas penales, civiles, ayudando a la gente, llevando a cabo la lista de personas afectadas en Argentina que el Ministerio de Salud no muestra, esconde, esconde hasta la misma justicia. Pero acá estamos, ¿eh?»
Este fragmento evidencia la convicción de las investigadoras en la importancia de su trabajo y su compromiso con la salud pública y la transparencia, a pesar de los obstáculos que enfrentan por parte de las instituciones gubernamentales.