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En el marco del cierre de la temporada de dengue, el Ministerio de Salud de la Nación presentó el balance de las estrategias realizadas a partir de la implementación del Plan Estratégico de Prevención y Control de Dengue 2024-2025. Mediante un trabajo coordinado entre las distintas áreas implicadas y fortaleciendo el rol de rectoría y la articulación con las jurisdicciones, la cartera sanitaria nacional logró consolidar un nuevo modelo de abordaje que permitió anticipar escenarios y desarrollar nuevas herramientas de vigilancia, monitoreo y prevención.
Durante la temporada 2024-2025 se registraron 17.964 casos confirmados de dengue de un total de 76.662 notificaciones. La región Centro concentró la mayor cantidad de casos con 15.270 confirmados, siendo Santa Fe y Córdoba las provincias más afectadas con 9.944 y 4.477 confirmados respectivamente. Por su parte, la región del NOA registró 1.865 casos concentrados mayoritariamente en Tucumán, le siguieron la región NEA con 513 confirmados, la región Sur con 228 casos. Cuyo fue la región con un total de 88 casos.
Desde el inicio de la gestión, la respuesta al dengue fue una prioridad en la agenda sanitaria. Para ello se creó una Unidad Coordinadora que se encargó de articular las distintas líneas de acción, mediante el desarrollo del Tablero Nacional de Control de Dengue se pudo poner a disposición de las jurisdicciones información epidemiológica, entomológica, laboratorial y de vacunación discriminada por provincias y departamentos para que puedan adaptar sus acciones según el escenario de cada territorio.
La estrategia nacional se centró en la anticipación de escenarios epidemiológicos mediante el desarrollo de nuevas herramientas. En este sentido, se trabajó en un Mapa de Favorabilidad de Dengue que permitió identificar las áreas geográficas con mayor predisposición para desarrollar brotes a partir de factores sociodemográficos, ambientales y epidemiológicos y desarrollar acciones de prevención o contención. También se desarrollaron métodos para proyectar escenarios y anticipar la evolución de los casos durante toda la temporada y se robustecieron las redes de diagnóstico laboratorial.
Asimismo, se creó la Red Nacional de Vigilancia Entomológica que durante la temporada logró incorporar más de 1.400 sensores que detectan la presencia del mosquito transmisor de dengue en 49 localidades centinelas de 15 jurisdicciones. Esta iniciativa permitió centralizar los datos relevados en todo el país, identificar las zonas con mayor presencia del mosquito y monitorear su expansión. Asimismo, ayudó a mejorar la construcción de índices larvarios y de estratificaciones de riesgo y direccionar las acciones de prevención y control en las zonas de mayor riesgo.
A su vez, se amplió el trabajo de la Red de Referentes Clínicos y se fortaleció la preparación de los equipos de salud de todo el país ante posibles escenarios de brote. En este sentido, se actualizaron los conocimientos en manejo clínico, reorganización de los servicios y estrategias de seguimiento domiciliario a más de 20.000 profesionales y se consolidó una red federal de formación de formadores que permitió optimizar la capacidad instalada de las jurisdicciones. Estas acciones le valieron a nuestro país el reconocimiento de la Organización Panamericana de la Salud que tomó la experiencia argentina como referencia para guiar el trabajo del resto de los países de la región.
El trabajo llevado adelante durante la temporada, no sólo fortaleció la capacidad de respuesta frente al dengue en todo el país, sino que también dio forma a un nuevo modelo de gestión sanitaria que permite anticipar escenarios, detectar oportunidades de mejora en tiempo real y complementar la respuesta de las jurisdicciones frente a otros eventos sanitarios, como sarampión e infecciones respiratorias.