martes, 14 octubre, 2025
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El 12 de octubre y la pantomima libertaria

El colonialismo que Milei celebra: entre el mito del progreso y la verdad de la sangre * Lic. Faustino Duarte Prof. de historia Lic en Historia Pdte. Centro Cultura, Soc. del Emp.Pco.Fsa.

El gobierno nacional ha decidido conmemorar el 12 de octubre exaltando la figura de Cristóbal Colón. Lo hace hablando de “civilización”, de “orden” y de “progreso”, mientras reduce a los pueblos originarios a un mundo “sumido en la barbarie”.

Nada más peligroso que el intento de reescribir la historia desde el poder para justificar la dominación. Lo que Milei llama civilización, Enrique Dussel lo definió como “el encubrimiento del Otro”. Europa no trajo la luz: trajo el fuego. La modernidad que el Presidente idolatra nació del saqueo, la esclavitud y el genocidio. Fue América la que financió la Ilustración, no al revés.

El oro de Potosí, el azúcar del Caribe y la sangre indígena fueron el combustible que encendió las lámparas de París y los bancos de Londres. Por eso Dussel advertía que “la modernidad no puede narrarse sin la colonialidad”.

Franz Tamayo, desde Bolivia, lo dijo de otro modo: “La justicia que no repara, no sana”. Cinco siglos después, los descendientes de los pueblos sometidos siguen esperando reparación. Y mientras tanto, un gobierno que se proclama libertario celebra el día en que comenzó la pérdida de toda libertad para millones. No hay contradicción más obscena.

Milei habla de “barbarie” con la misma soberbia con la que los conquistadores justificaron la espada y la cruz. Pero los verdaderos bárbaros fueron quienes arrasaron culturas milenarias en nombre de una fe impuesta y de un dios extranjero. Como enseñó Rodolfo Kusch, el ser americano no está en el tener, sino en el estar: en el arraigo, en la comunidad, en la tierra que nos sostiene. Eso que Europa llamó atraso era, en realidad, una sabiduría del equilibrio.

El relato oficial pretende hacernos creer que sin Colón no existiríamos. Pero antes de Colón ya existía la palabra, la música, la agricultura, el conocimiento de las estrellas y del alma.Estaban conformadas las civilizaciones azteca e inca,y los territorios de nuestro páis pobladas con hombres y mujeres oiginaios de la tierra curbienro toda la geografia de este a oeste y de sur a norte, con cultua propias que trascienden generaciones.

Lo que trajo la conquista fue la codicia que aún hoy gobierna. Por eso no sorprende que Milei la celebre: porque su modelo es el mismo, el del capital sobre la vida, el del mercado sobre el hombre. El 12 de octubre no se celebra, se recuerda. Se recuerda el inicio de la violencia, de la expropiación y del racismo estructural que todavía duele.

El peronismo siempre entendió que no hay patria sin justicia social, y que no puede haber justicia sin memoria. Por eso los pueblos que piensan con su corazón, los que trabajan, los que no olvidan, saben que ninguna civilización nace del crimen.

Quienes hoy gobiernan hablan de libertad mirando al Norte, pero olvidan que la libertad se construye mirando al prójimo. Y que el verdadero progreso no es acumular riquezas, sino dignificar al ser humano. Frente al negacionismo histórico del poder, la palabra sigue siendo resistencia. Porque como escribió Dussel, “el Otro es el comienzo de toda ética”.

Y América Latina sigue siendo ese Otro que se niega a morir. Bien lo supo sentenciar Artur Jauretche al señalar “…Sin malos los rinmgos que nos compran, son peores los criollos que nos venden..”.

* Lic. Faustino Duarte

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