LECTURAS RELACIONADAS
Hoy en día, ordenadores y portátiles son parte esencial de nuestra vida diaria: los usamos para trabajar, comunicarnos, hacer compras, ver series o gestionar nuestras finanzas. Pero… ¿estamos realmente protegiendo nuestra información personal como deberíamos?
Para averiguarlo, hablamos con un hacker profesional que nos reveló los errores más comunes que cometemos al navegar por Internet… y, lo más importante, cómo evitarlos. Desde contraseñas débiles hasta redes Wi-Fi peligrosas, sus consejos podrían ahorrarte más de un disgusto.
La mayoría de las estafas modernas contienen un elemento que se conoce como «ingeniería social». Es decir, una persona que tenga intención de robar online, sabe cómo jugar con las emociones humanas para poder ejecutar sus actos delictivos.
Por ejemplo, puede hacerte creer que alguien está en un aprieto para que, de ese modo, hagas clic en uno de los enlaces que habrá insertado en su email «trampa». Esto se podría comparar con esa estafa que ponía como gancho a una mujer embarazada que llamaba a tu puerta.
No hagas clic en los enlaces de los correos electrónicos. Visita siempre directamente la página web en el buscador web en vez de abrir esos enlaces en el correo.
«¿Dónde naciste?» o «¿A qué colegio fuiste?» son preguntas habituales que se usan en varias páginas web para garantizar que tu cuenta esté a salvo de intrusos en todo momento.
Sin embargo, lamentablemente, estas respuestas no siempre son tan seguras como puedes pensar.
¿Por qué? Bueno, bien sabrás que hoy en día es fácil encontrar información de otras personas investigando un poco online. Es decir, cualquier persona que se ponga a investigar podría, tal vez, adivinar en qué ciudad naciste o incluso descubrir a qué colegio fuiste.
Por este motivo, el consejo a seguir en este caso es que siempre nos inventemos las respuestas. No hace falta que sean verdad, lo importante es que solo tú mismo puedas conocer esas respuestas.
Evita compartir información personal en sitios web o redes wifi públicas a menos que sea estrictamente necesario. Por ejemplo, al registrarte en un punto de acceso público, es posible que te pidan datos como tu nombre, fecha de nacimiento o dirección.
Sin embargo, no hay ninguna ley que te obligue a proporcionar información real, por lo que puedes responder de manera creativa para proteger tu privacidad y mantener tus datos seguros.
Cuanta más información personal compartas en Internet, más accesibles serán tus datos para alguien que quiera usarlos. La próxima vez que entres en tu cuenta de las redes sociales, asegúrate de que la información que compartes es mínima.
Tus familiares y amigos ya conocen tu número de teléfono, fecha de nacimiento y dirección de correo electrónico, así que no hay necesidad de divulgar estos datos.
Si tu privacidad es importante para ti, no compartas información innecesariamente. Y lo más importante, no publiques en línea que te vas de viaje, ya que esto podría poner en peligro tu hogar.
En tu cuenta de Facebook, si accedes a través de tu ordenador, tendrás que dirigirte al icono con tu foto de perfil en la esquina superior derecha. Ahí verás la opción de «Configuación y privacidad».
En esta sección podrás gestionar tu perfil de Facebook. Es recomendable que elijas las opciones «Solo yo» o «Amigos» en opciones como: «personas que tienen tu dirección de correo electrónico» o «quién puede ver tu lista de amigos».
En la foto, puedes ver que a la izquierda está la opción de «Comprobación rápida de privacidad». Si haces clic, te llevará a una nueva ventana en la que, de un solo vistazo, podrás ver quién tiene acceso a qué, en toda tu cuenta de Facebook: quién puede ver tus publicaciones, quién puede enviarte solicitudes de amistad, etc.
Este mismo proceso, puedes llevarlo a cabo en otras redes sociales como X (antiguo Twitter). Es siempre recomendable entender bien la privacidad de tus cuentas en redes sociales para mantener tu seguridad en todo momento.
Este consejo es muy importante si vas a utilizar el mismo dispositivo que otra persona, por ejemplo, en el equipo de la oficina o el iPad de un amigo. Navegadores como Chrome y Firefox guardan un registro de lo que has buscado en Internet y de los sitios que has visitado.
Esta información puede conservarse durante semanas, por lo que si no borras el historial de navegación cualquier persona en contacto con el dispositivo puede robar tu historial y acceder a información personal. Cuídate y bórralo.
Los hackers pueden descargar programas espía en tu dispositivo a través de aplicaciones. Antes de instalarlas, comprueba los permisos de las aplicaciones para asegurarte de que no almacenan información personal innecesaria.
Por ejemplo, una aplicación para un juego no necesita acceder a tu información de red ni a tu lista de contactos. Es mejor prevenir que curar. Actualiza regularmente tus aplicaciones para verificar que no haya problemas de seguridad.
Para proteger tu dispositivo, es fundamental contar con un buen software antivirus, que analice regularmente en busca de amenazas, y un bloqueador de anuncios, que evite la aparición de elementos no deseados en tu pantalla.
Algunas de las mejores opciones de antivirus incluyen Norton Security, McAfee Total Protection y Kaspersky Total Secure. Vale la pena revisar cuál se adapta mejor a tus necesidades y garantizar así una mayor seguridad en tu equipo.
El consejo más importante es que nunca utilices la misma contraseña dos veces. Si se compromete una cuenta, se comprometen todas tus cuentas.
Al utilizar un gestor de contraseñas, todo lo que tienes que hacer es recordar una contraseña (junto con una pista personal) que te permitirá guardar muchas contraseñas más complejas en un entorno seguro.
Un experto en la materia afirma que un pirata informático puede tardar hasta dos años en descifrar una contraseña compleja de ocho caracteres creada por un gestor de contraseñas.
¿Te preocupa no recordar tus respuestas falsas? No te preocupes. Puedes crear «cuentas» en tus aplicaciones de gestión de contraseñas solo para esto.
Es una forma útil de recordar las respuestas falsas que habrás dado a las preguntas de seguridad de distintas plataformas.
Es aconsejable configurar la autenticación de dos factores (o 2FA) en todas tus cuentas importantes. Se trata de una capa adicional de seguridad que no sólo requiere una contraseña y un nombre de usuario, sino algo más: algo que tú, y sólo tú, tienes.
Esta segunda capa puede ser otro dato que solo tú conozcas, un llavero o lector de tarjetas, o seguridad biométrica como tu huella dactilar, tu voz o el iris de tu ojo.
Utilizar un nombre de usuario y una contraseña junto con un dato que solo tú conozcas dificultará que los piratas informáticos accedan a tu información personal y la roben. Tu banco puede proporcionar esto para tu cuenta online, a través de hardware junto a tu tarjeta y PIN.
Para garantizar la seguridad de tus dispositivos, lo mejor es instalar un software antivirus, pero si no actualizas el software cuando lleguen nuevas actualizaciones, tu seguridad se verá comprometida.
Asegúrate de utilizar la última versión de tu navegador web e instala las actualizaciones de software en cuanto estén disponibles. La tecnología avanza rápidamente, así que cuanto más reciente sea una actualización, mejor protección tendrás.
Revisa tus cuentas bancarias y transacciones de tu tarjeta de crédito con frecuencia (lo mejor es hacerlo a diario) para estar al tanto de cualquier transacción inesperada. Puedes suscribirte a alertas que se enviarán a tu correo electrónico o teléfono móvil en caso de que haya transacciones inusuales.
Es posible que hayas oído alguna vez que no debes realizar operaciones bancarias por Internet ni realizar ningún tipo de operación importante si estás usando una red Wi-Fi pública.
¿El motivo? Hay unos cuantos problemas que podrían rodear a una red Wi-Fi pública. La apertura de la red puede permitir fácilmente la entrada de intrusos, la red puede haber sido atacada y estar llena de malware y estar comprometida.
Infórmate sobre la política de tu banco en cuanto a la protección contra el fraude. Mientras que algunas entidades ofrecen garantías completas para tarjetas de crédito y débito, otras incluyen medidas de seguridad gratuitas para las transacciones online. Antes de usar la banca electrónica o abrir una nueva cuenta, consulta las condiciones de protección que te ofrece tu banco. Así, podrás gestionar tu dinero con mayor tranquilidad y seguridad.
