El Concejo Deliberante de Formosa ha sido testigo de un debut político incendiario. Ramiro Saavedra, la flamante banca de La Libertad Avanza (LLA), tardó apenas minutos en romper filas con su espacio, protagonizando lo que el concejal Patricio Evans denominó un “panquequeso” político que expone las debilidades del discurso «anticasta» en la provincia.
El concejal Patricio Evans (Nuevo País), parte de la alianza que llevó a Saavedra a la banca, ofreció una extensa entrevista en el programa “Una Cuestión de FEr” (FM VLU 88.5), conducido por Fernando López, donde detalló la «agachada de la política» y la “puñalada por atrás” que desmanteló la naciente primera minoría opositora. El escándalo no solo reconfigura el mapa político local, sino que plantea serias dudas sobre la lealtad y los incentivos detrás de esta fulminante deserción.
El Minuto Cero de la Traición: Cómo se Fraguan las Agachadas Políticas
La incredulidad del bloque opositor, ahora reducido a tres miembros, fue palpable. Evans relató la cronología de los hechos, que apuntan a una premeditación por parte de Saavedra y el oficialismo. La noche previa a la sesión de jura, los cuatro concejales opositores se habían reunido para sellar un acuerdo de unidad y estrategia.
“Nosotros habíamos consensuado, inclusive nos reunimos el día anterior los cuatro para justamente unificar el criterio, fuimos todos muy de acuerdo en esto”, insistió Evans, subrayando que la ruptura no fue producto de una diferencia de último momento, sino de una maniobra gestada en la sombra.
La deslealtad se materializó en el recinto y el impacto posterior fue devastador. “Lo miramos sorprendidos como diciendo: acá qué pasó”, contó el edil, reflejando el estupor al comprender que su compañero se había alineado con el sector que supuestamente venían a enfrentar. La conclusión del bloque fue unánime y dura: Saavedra estaba “trabajando directamente para el oficialismo”.
El bloque de LLA quedó formalmente constituido por Macarena Romero (Presidente), Matías Canepa Neme y Patricio Evans, mientras que Saavedra inauguró su mandato con un bloque unipersonal y el favor del justicialismo formoseño.
La Red de Poder: Acusaciones de Seducción y Manejo de la Vicepresidencia
La atención se centró rápidamente en el papel del oficialismo. Evans no solo confirmó que hubo un acuerdo con Saavedra, sino que identificó al presidente del Concejo Deliberante, Di Martino, como la figura que evitó el diálogo y permitió la maniobra, incluso contraviniendo las normas de cortesía política.
“A mí me llamó la atención la omisión de Di Martino de la charla final”, detalló Evans. Históricamente, las designaciones de autoridades, incluidos los vicepresidentes, eran fruto de conversaciones abiertas entre todos los ediles. En esta ocasión, “Di Martino no se quiso prestar a ningún tipo de reunión”, lo que ya encendía las alarmas de la oposición.
La burla al protocolo fue evidente cuando el “Gildismo, el Jofrismo fue quien postuló a quien le corresponde por la por la oposición”. Evans considera que esta acción no solo es “insólita” sino un claro intento de manipulación y desarticulación de la minoría. El concejal advirtió que el movimiento de Saavedra fue una entrega a la seducción del oficialismo: “Si Saavedra por la razón que sea que lo haya seducido para que se preste a esto, cambió de parecer en el recinto”.
El Cebo Político: Por Qué Venderse por Tan Poco
El análisis más profundo se centra en el escaso valor real que tiene el cargo de Vicepresidente Segundo, lo que hace la traición aún más desconcertante. Evans, con experiencia en el puesto (lo ocupó en 2023), desmintió enfáticamente que el cargo conlleve beneficios económicos o poder ejecutivo.
“No tiene ningún tipo de beneficio económico ni tampoco”, aseguró Evans, rebajando el puesto a una mera “formalidad en el momento de cualquier acto protocolar, ceremonial”.
La ironía sobre el nulo poder decisorio del cargo fue lapidaria: “No sé, creo que van a cerrar por fumigación antes de dejar en manos de la vicepresidencia de segunda una sesión en caso de que no pueda estar ni Di Martino ni Petu Argañaraz” En efecto, en la línea sucesoria, la posibilidad de que Saavedra llegue a administrar la municipalidad es prácticamente nula.
Entonces, ¿cuál fue el incentivo? La falta de beneficios tangibles llevó al concejal a concluir que debe haber existido un arreglo extralegislativo: “Salvo que tenga algún arreglo por detrás, no le veo ningún tipo de beneficio lo que hizo”. Este acuerdo, que permanece oculto, es el verdadero motor de la deslealtad y el núcleo de la crítica.
La Consecuencia: Daño Irreparable al Discurso «Anticasta»
El efecto más corrosivo de esta maniobra es el daño a la credibilidad del discurso libertario en Formosa. Saavedra, el primer concejal de LLA electo en la provincia (un hecho histórico), se convirtió en el primer ejemplo de un político que se pliega a la estructura de poder local que el espacio prometió combatir.
Evans fue enfático al señalar las consecuencias políticas de la deserción: “El daño que que institucionalmente le hace, por ejemplo, a un partido que está creciendo como la Libertad Avanza o el daño que hace a la imagen en general, no solo de él, sino también del resto.”
El electorado que votó por Saavedra lo hizo bajo la premisa de que sería una figura de oposición intransigente contra el “Gildismo” y el “Jofrismo”. Su acto termina confirmando la crítica generalizada a la “casta política”: “No hay más casta que hacerse un panqueque, ¿no? Es decir, tomar este tipo de decisiones”, sentenció López.
Evans, por su parte, aunque visiblemente molesto por el “panquequeso”, le concedió el beneficio de la duda a futuro, esperando que pueda “demostrar que esto fue un mal comienzo nada más y Un pecado de juventud, digamos, ¿no?” y que logre “ponerse a tono de lo que el vecino espera.”
El Silencio del Récord y los Antecedentes Familiares
El conductor del programa, Fernando López, recordó la insólita marca que ostenta Saavedra: es el concejal que “menos duró en el espacio político que asumió”, apenas “10 minutos como concejal de la Libertad Avanza”.
Además de la juventud del edil (se estima que tiene 22 o 23 años), el periodista introdujo el contexto de sus relaciones familiares. López destacó la relación política (y familiar) de Saavedra con figuras clave de LLA Formosa, como el concejal Pablo Basualdo y su padre Atilio Basualdo, lo que hace la deslealtad mucho más grave y difícil de justificar. “Hay una relación política ahí… con lo cual es mucho más extraño todavía esto”.
El silencio de Ramiro Saavedra, que declinó dar su versión, solo alimenta las especulaciones sobre los verdaderos motivos de su abrupto pase. La exigencia es clara: “Deberá explicarle a los que lo votaron”, a la gente que confió en el mensaje de cambio y que ahora ve cómo su representante se alinea con el “modelo formoseño”.