El Dr. Alejandro Larracet, reconocido abogado laboralista, ofreció una exhaustiva y crítica mirada al proyecto de modernización laboral de 182 artículos recién firmado por el presidente Javier Milei. En diálogo con el programa “Exprés En Radio”, Larracet desmenuzó la propuesta que será enviada al Congreso, alertando sobre sus consecuencias de gran alcance para los trabajadores argentinos, en un momento donde la estabilidad laboral ya es una preocupación nacional crónica.
El especialista aclaró que este proyecto no es un evento aislado, sino la tercera avanzada del gobierno en la materia. Tras el fracaso del megadecreto DNU 70/23 (actualmente suspendido) y las reformas menores introducidas por la Ley Bases (que derogó multas por empleo no registrado), esta iniciativa representa la embestida más “ambiciosa” y profunda, enfocada en dos pilares que, según el abogado, benefician exclusivamente al sector empleador: “dar mayor flexibilidad a las empresas, fundamentalmente a las empresas grandes, para contratar y despedir y reducir la litigiosidad laboral.”
Larracet enfatizó que la Ley Bases, ya vigente, socavó el poder de negociación del trabajador al eliminar la Ley 24.013 y la Ley 25.323. Estas normas eran esenciales para agravar las indemnizaciones y penalizar el “famoso trabajo en negro”. Ahora, el trabajador pierde “poder de presión frente al empleo negro,” mientras que el empleador “gana previsibilidad y tiene menos costo a la hora de regularizar y despedir.” Esta previa flexibilización sienta las bases para lo que el nuevo proyecto intenta consolidar, minimizando aún más la protección del dependiente.
El «Macabro» Mecanismo del Fondo de Asistencia Laboral (FAL)
La piedra angular del proyecto de modernización es la reingeniería del sistema indemnizatorio mediante la creación del Fondo de Asistencia Laboral (FAL) y la alteración de la base de cálculo de las liquidaciones. El Dr. Larracet no dudó en catalogar el nuevo mecanismo como “algo realmente macabro desde mi punto de vista. Yo lo hablo como como abogado, pero fundamentalmente como como ciudadano.”
Desangrando la Indemnización: Rubros Excluidos
El primer golpe al resarcimiento por despido sin justa causa radica en la redefinición de lo que se considera “mejor remuneración normal y habitual” a los fines del cálculo. La propuesta elimina componentes clave: “Se quita del sueldo final de las indemnizaciones al aguinaldo, a las vacaciones, a los premios y otros rubros.”
El abogado explicó las consecuencias dramáticas de esta exclusión: “el trabajador ya no va a contar dentro deesa masa indemnizatoria con lo que le correspondía por las vacaciones proporcionales en ese año trabajado, por el aguinaldo proporcional y el aguinaldo que le correspondía ese año ni por los días trabajados hasta el despido.” Esto deja al trabajador despedido en una situación de extrema vulnerabilidad económica, con una base “más chica más estándar, menos margen para discutir en juicio”, quedando “absolutamente sin nada” al finalizar la relación laboral.
El Trabajador Paga su Propio Despido y el Déficit Previsional
El Dr. Larracet reveló el perverso financiamiento del FAL, que consiste en un aporte patronal del 3% de la masa salarial. La trampa reside en la fuente de esos fondos: “ese 3% sale del bolsillo del trabajador, de lo que se le va a pagar al trabajador por mes, se lo descuentan.”
Lo más grave, según el especialista, es que este dinero estaba originalmente destinado al sistema de seguridad social: “ese descuento que era para la jubilación, se le quita, no solamente al trabajador activo, para su jubilación, sino que se le quita al trabajador pasivo.” En la práctica, el trabajador se convierte en el financiador de su propio despido, mientras que “se desvía al fondo de asistencia laboral, se desfinancia la seguridad social y eso a largo plazo impacta las jubilaciones y las prestaciones.”
El resultado es doblemente perjudicial para la fuerza laboral: el empleador gana “certeza” y “abaratado costo de despido,” y el Estado alivia su exposición judicial. El despido se vuelve “prepago,” reduciendo el incentivo patronal a conservar al personal. La metáfora utilizada por el abogado fue elocuente sobre la injusticia del sistema: “básicamente le estás pagando en cuotas al verdugo para que cuando te corte la cabeza, por lo menos el hacha esté bien afilada, ¿no? Pero además de financiar todo el sistema de seguridad social. Totalmente. Es gravísimo. Gravísimo, gravísimo realmente.”
El Salario Dinámico: Socializando las Pérdidas Empresariales
La reforma también introduce la figura del salario dinámico, reforzando la idea de ligar el ingreso a la productividad y permitiendo que componentes como comisiones y plus variables se paguen como beneficios no remunerativos.
Erosión de la Base de Aportes y Beneficios
La principal preocupación técnica del Dr. Larracet radica en la erosión de la base contributiva del salario: “Si una parte del ingreso se paga como beneficios no remunerativos, ¿qué queda para la jubilación? ¿Qué queda para el aguinaldo? ¿Qué queda para las vacaciones? ¿Qué queda para la indemnización? Se reduce todo.”
El trabajador pasará a depender “cada vez más del resultado” de la empresa y “cada vez menos de un sueldo que está porque por estar a disposición del del empleador.” El letrado recordó el principio fundamental: “El trabajador cobra por estar a disposición del empleador.”
La Transferencia Ilegal del Riesgo Empresarial
El salario dinámico transfiere el riesgo natural del negocio directamente al trabajador, algo expresamente prohibido por el Artículo 103 de la Ley de Contrato de Trabajo. El abogado explicó el mecanismo con un ejemplo: un instalador de internet (Juan) cobra hoy su sueldo, “aunque llueva y no pueda instalar.” Con la reforma: “con el salario dinámico puro, todo este riesgo de la posibilidad de que de no instalar se carga sobre las espaldas de Juan.”
Si Juan no trabaja por causas ajenas a él (clima, cliente ausente), la empresa no pierde porque Juan no cobra. El proyecto “transfiere toda el todo el riesgo empresarial al trabajador” y lo hace “partícipe de las pérdidas de la empresa.” El riesgo de la actividad deja de ser exclusivo del capitalista para recaer sobre el eslabón más débil, cumpliendo el amargo dicho de ser “solidario en las pérdidas” pero no en las ganancias.
Ataque al Tiempo Libre: Jornada de 12 Horas y Banco de Horas
Para el Dr. Larracet, las modificaciones a la jornada laboral representan uno de los puntos “más gravísimos” porque impactan en la dignidad y el derecho del trabajador a organizar su vida personal, social y familiar.
Flexibilidad Unilateral y Extensión Extrema
El proyecto otorgaría al empleador la potestad de definir unilateralmente la distribución de la jornada, siempre y cuando no supere las 48 horas semanales y un tope diario de 12 horas. El abogado advirtió que la consecuencia directa será que el empleador “van a hacer trabajar 12 horas”, obligando a un empleado de comercio o un repositor a trabajar jornadas inhumanas.
El verdadero objetivo es la eliminación del costo de las horas extra, lo que se conoce como “banco de horas”: “Si el trabajador Si el empleador te puede hacer trabajar esas 48 horas durante la semana, ¿cuándo te tiene que pagar el fin de semana? Las horas extras al 100%. Eso es la locura.”
El Tiempo deja de Ser Propio
El impacto social de esta medida es incalculable: “El trabajador es un ser humano, necesita disponer de su tiempo, no puede vivir para trabajar. Tiene el derecho a organizar su vida, le van a quitar el derecho a organizar su vida.”
La reforma también faculta al empleador a fraccionar las vacaciones y reduce el preaviso para su comunicación a 45 días. Esto, sumado al banco de horas, implica una pérdida total de autonomía personal: “tu tiempo, tu vida, queda disposición del empleador. No solo en las vacaciones, sino también en la vida diaria.”
Conciencia y Alerta: Un Llamado a la Sociedad
Al concluir la entrevista, el Dr. Larracet hizo un llamado a la conciencia social, despojando el debate de cualquier tinte político: “No tiene nada que ver con una cuestión política tiene que ver con una cuestión humana con derechos propios que tiene el ser humano que trabaja.”
La balanza, históricamente desequilibrada en el mercado laboral, se inclinaría de forma definitiva en detrimento del dependiente. La amenaza final es el despojo de los últimos bastiones de protección legal y la condena a la inseguridad: “el derecho que te queda es el de la puerta, porque tu indemnización ya está pagada” por el propio empleado.
El abogado agradeció el espacio para que “los trabajadores tomen conciencia de esto y se informen bien antes de tomar decisiones porque esto es realmente preocupante lo que quieren hacer.” La reforma laboral, según el análisis, es un proyecto que toca “una fibra muy sensible” en la Argentina, donde la supervivencia del trabajador y la organización de su vida cotidiana están en juego.