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El juez de Instrucción y Correccional Nº 3 de Formosa, Enrique Javier Guillen elevó esta mañana a juicio oral y público la causa por el femicidio de Romina Marisol Ibarra, brutalmente asesinada en febrero de este año en su casa del barrio Obrero.
Por el caso está detenido y acusado la expareja de la víctima, Hugo César Ortiz, quien enfrenta los cargos de homicidio doblemente calificado por el vínculo y por mediar violencia de género.
De esta manera, el juez Guillen cerró su investigación y elevó el expediente a la Cámara Primera en lo Criminal para que los jueces de ese Tribunal realicen el juicio oral y público, algo que sucederá a principios del próximo año, cuando se reanude la actividad en Tribunales después de la feria judicial.
La resolución, firmada por el juez Enrique Javier Guillén, considera que hay elementos suficientes en la investigación para que Ortíz sea juzgado como autor penalmente responsable del crimen.
El documento hace explícita la aplicación del agravante por violencia de género, marcando un precedente significativo en la persecución y sanción de este tipo de delitos en el sistema judicial.
Este avance judicial implica que la causa será debatida en juicio oral y público, donde se determinará la responsabilidad efectiva de Ortiz bajo cargos gravísimos, reafirmando el compromiso del Poder Judicial en la lucha contra la violencia de género.
El caso
Romina Marisol Ibarra fue asesinada el 11 de febrero de este año, entre las 00:00 y 00:10 horas aproximadamente, en su casa ubicada en calle Echegaray 1.435 del barrio Obrero de la ciudad de Formosa.
Ortíz, expareja de la mujer, ingresó repentinamente al inmueble, de manera violenta y sin permiso, desatándose una discusión y luego un áspero forcejeo. Las otras personas que estaban en la casa -familiares de la mujer y la propia hija de ambos- intentaron echarlo del domicilio y éste se negó ejerciendo tenaz resistencia.
En un momento dado Ortiz buscó a la víctima y la increpó de manera violenta, produciéndose un forcejeo entre ambos en el sector de la cocina, donde el hombre agarró un cuchillo que estaba en el lugar, se avalanzó contra Romina y le asestó varios cortes en el rostro, en ambos brazos y en el pecho, siendo el puntazo mortal el infligido a la altura del corazón.
En ese instante llegó a la casa el padre de la mujer, quien forcejeó con el agresor, logrando quitarle el cuchillo de las manos; interín en que Romina alcanzó a salir de la vivienda para pedir ayuda pero se desvaneció en la vereda, desde donde minutos después la recogió una ambulancia que la trasladó hasta el Hospital Central, donde falleció a las 7 del mismo día.
El hombre aprovechó la confusión y el tumulto para escapar del lugar, pero horas después fue detenido por la Policía.
Quedó acreditado durante la investigación judicial que la víctima era la ex pareja de Ortiz y tuvieron al menos una hija en común, siendo la relación interrumpida en varias ocasiones debido a la violencia sistemática de la que era víctima Romina Marisol Ibarra, pese a lo cual reconstruían la relación mediante sucesivas reconciliaciones.
El vínculo fue interrumpido definitivamente el 25 de diciembre de 2024, cuando tras un nuevo hecho de violencia, la mujer hizo la denuncia en la Comisaría jurisdiccional. En esa ocasión Ortiz la encerró en su casa y no la dejó salir.
Sin embargo, los acosos, el control y las manipulaciones por parte del hombre siguieron su curso, con el objetivo de que volvieran a retomar la relación sentimental, agravándose la situación debido a que el imputado vivía enfrente del domicilio de Romina, por lo que el hostigamiento era constante.
El juez Guillen concluyó que también quedó acreditado el calificante del contexto de violencia de género, en tanto el imputado efectuaba a la víctima violencia psicológica, verbal, sexual y física, siendo la figura del femicidio la violencia más extrema ejercida por un hombre hacia una mujer dado en una relación desigual de poder, pudiéndose evidenciarse de las diferentes denuncias realizadas por Ibarra, incluso el 30 de setiembre de 2019 fue condenado judicialmente a dos años de prisión efectiva por las amenazas proferidas contra la víctima.
También fue sentenciado a un año y tres meses de prisión por los delitos de amenazas, lesiones y violación de domicilio en perjuicio del padre de Romina Ibarra.
