En una entrevista exclusiva para el programa radial “Expres en Radio” por FM VLU 88.5 del Grupo de Medios TVO (Lunes a viernes de 9 a 12h), Carlos Villasanti, Secretario General de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Formosa, analizó la crítica situación económica que atraviesan los empleados públicos y municipales de la provincia. Ante el reciente anuncio del Ministro de Economía, Dr. Jorge Ibáñez, quien descartó un bono para el cierre de 2024 alegando limitaciones presupuestarias, el referente gremial mantuvo una postura de firme exigencia basada en los antecedentes de años anteriores.
El presupuesto como barrera o como herramienta
La principal justificación del Gobierno provincial para negar el beneficio es que el presupuesto 2024 se encuentra “ya estamos al límite”. Sin embargo, Villasanti recordó que el año pasado se utilizó una ingeniería financiera similar para cumplir con los trabajadores. “El bono del año pasado se pagó en enero y se pagó en febrero. O sea, el año pasado fue 2024, no se pagó con el presupuesto 2024, se pagó con el presupuesto 2025”, explicó el dirigente.
Bajo esta lógica, el gremialista planteó que si el presupuesto actual está agotado, la solución reside en el ejercicio venidero: “Si en el 2024 cuando pedimos el bono se nos dio con el presupuesto del 2025, ¿por qué no pueden dar ahora con el presupuesto 2026?”.
La crítica situación de los municipios: «Por debajo de la indigencia»
Villasanti, quien se encontraba recorriendo el interior provincial —específicamente en Laguna Blanca—, destacó que la preocupación no es solo de los empleados de la administración central, sino que adquiere tintes dramáticos en las comunas. “Lo primero que te pregunta el trabajador es qué va a pasar con el bono. Los trabajadores municipales están por el piso con los ingresos, estamos en su inmensa mayoría por debajo de la línea de indigencia”, denunció con preocupación.
El panorama que describió el secretario de ATE es desolador para muchos hogares formoseños: “Tenemos trabajadores municipales que hoy en diciembre no llegan a 250.000 pesos de sueldo. En algunos municipios ni siquiera llegan a 200.000. Imaginémonos ahí la desesperación que tienen esos trabajadores”.
El debate sobre la inflación real y el poder adquisitivo
Un punto álgido de la entrevista fue la contraposición entre las cifras oficiales de inflación y el costo de vida real. Mientras el Gobierno sostiene que los aumentos salariales del 55% superaron a la inflación promedio, Villasanti argumentó que existen “dos inflaciones”.
“Una inflación es la que nos informa el índice y después tenemos otra inflación que no te informa nadie: la del combustible, la energía eléctrica, los pasajes, los alquileres. Esa inflación no está en la medición del INDEC”, afirmó. Para ilustrarlo, señaló el caso del gasoil, que pasó de 320 pesos a más de 1.800 en dos años, representando un incremento cercano al 600%.
Además, cuestionó la efectividad de los aumentos porcentuales anunciados por el Ejecutivo, explicando que al no ser acumulativos y aplicarse sobre bases salariales antiguas, el impacto real se diluye para quienes ganan por encima del mínimo. “A los que ganan por encima de la mínima no es el 55%, es mucho menos”, sentenció.
Deudas y falta de circulante en el comercio
La crisis no solo afecta la mesa diaria, sino que ha volcado a los trabajadores a un sobreendeudamiento asfixiante. Según Villasanti, el aguinaldo ya no funciona como un ahorro o un extra para las fiestas, sino como un medio para cancelar deudas previas. “En junio se cobró sueldo y aguinaldo y el comercio dijo que no se notó. ¿Por qué? Por la deuda que tenemos los trabajadores con la tarjeta de crédito y la boleta de luz”, explicó.
Bajo este contexto, la llegada de un refuerzo económico se vuelve vital. “El bono es imprescindible. En mi cabeza no cabe que el gobernador no dé nada, porque ellos saben mejor que nosotros la situación, no hace falta redactar un escrito de 20 hojas para explicarla”, agregó.
Próximos pasos del gremio
A pesar de la negativa oficial inicial, ATE Formosa no dará el brazo torcer. El sindicato planea dar estado público a los pedidos desesperados que llegan desde los diferentes municipios para visibilizar la realidad de quienes, aun siendo trabajadores registrados, no alcanzan a cubrir la canasta básica.
Villasanti concluyó con una luz de esperanza para los afiliados, confiando en que la presión gremial y la realidad social obliguen a un anuncio en el inicio del próximo año: “Nosotros no vamos a dejar de insistir. Hasta que no tengamos la última palabra del gobierno, vamos a seguir insistiendo porque es necesario. Es realmente necesario”.
