En un extenso diálogo con el programa “Exprés En Radio” (FM VLU 88.5, Grupo de Medios TVO), Freddy Vera, gerente de Vera Motos y secretario de la Cámara de Comercio de Formosa, brindó una radiografía exhaustiva sobre el comportamiento del mercado automotor en 2025. Lo que comenzó como un año de incertidumbre terminó consolidando a la motocicleta como el principal refugio de movilidad para los formoseños, aunque el escenario actual plantea interrogantes críticos sobre la capacidad de pago y la sostenibilidad del crédito.
Balance de un 2025 dinámico: El récord de las 650.000 unidades
A lo largo del presente ciclo, el patentamiento de motovehículos ha mostrado una resiliencia notable frente a otros sectores de la economía. Según Vera, el sector está a las puertas de alcanzar una cifra histórica que refleja la importancia de este vehículo en el tejido social y económico del país.
“Creo que vamos a tener un cierre anual de 650.000 unidades aproximadamente, que es un número muy bueno para nuestro sector”, señaló el empresario. A pesar de que el calendario estuvo marcado por fluctuaciones estacionales, la tendencia se mantuvo firme debido a que la moto sigue siendo el acceso más viable al transporte privado. “Nosotros tenemos mucha esperanza de que el rubro de las motos va a seguir en crecimiento porque es un producto que la gente lo encuentra como el primer escalón para tener un vehículo”, explicó Vera, subrayando que este fenómeno se apoya en una estabilidad de precios que no se veía en años anteriores.
Financiamiento con DNI: La facilidad del acceso inmediato y sus riesgos
Uno de los pilares del crecimiento en las ventas ha sido la agresiva oferta crediticia de las concesionarias y financieras. La posibilidad de retirar una unidad 0 km en cuestión de minutos, presentando únicamente el Documento Nacional de Identidad, ha revolucionado el punto de venta. Vera detalló esta mecánica de “triangulación” entre el comprador, las financieras y los comercios.
“Hay una dinámica muy efectiva ya en este tiempo para el caso de las motos, electrodomésticos y un montón de artículos donde la gente ingresa con su DNI y ya sabe cuánto puede gastar. A partir del número de tu DNI ya te califican y te dicen tenés cuatro, cinco millones para gastar”, relató. No obstante, esta celeridad ha traído consigo una consecuencia colateral: un incremento preocupante en los niveles de morosidad, producto de un cambio en la percepción de la deuda por parte del consumidor.
El cambio de paradigma inflacionario y el aumento de la morosidad
El análisis de Vera fue especialmente punzante al referirse a cómo la desaceleración inflacionaria ha cambiado las reglas del juego para los deudores. En años anteriores, la inflación licuaba las cuotas; hoy, el peso de la deuda se siente de manera real y constante.
“Se disparó un poquitito bastante la morosidad de la gente y yo creo que la gente también se tiene que acostumbrar al nuevo escenario que tenemos, porque antes compraban y al año, por el índice inflacionario tan galopante que teníamos, ya pagaban las cuotas casi con una moneda. Y hoy eso cambió”, advirtió. El empresario remarcó que, con sueldos que se ajustan de forma ínfima, los cálculos familiares deben ser mucho más precisos: “La gente tiene que hacer bien también sus cálculos para comprar porque el sistema inflacionario es totalmente diferente al que tenemos ahora”.
La brecha bancaria: El desfasaje entre el ahorro y el crédito
Uno de los puntos más críticos de la entrevista fue la denuncia sobre la distorsión en las tasas de interés. Mientras que los bancos ofrecen rendimientos bajos por los ahorros, el costo de los préstamos sigue siendo prohibitivo, lo que asfixia tanto al comercio como al consumidor final.
“Todo el sistema financiero está un poquito desfasado. Acordate que hoy vos un plazo fijo lo ponés a 23 24% y ese mismo banco que te está tomando al 23 24%, cuando te ofrece un crédito te ofrece a un 45%. Al doble. Esa brecha es la que se tiene que bajar”, sentenció Vera con firmeza. Según su visión, si no se corrigen estos desvíos, será difícil reintegrar al sistema a quienes cayeron en morosidad, una tarea que considera fundamental para 2026: “Las financieras tendrán que hacer un trabajo de recupero de sus clientes para volver a ponerlo dentro del circuito operativo, porque a nadie le conviene tener una gran masa de gente que está incapacitada para tomar un crédito”.
Macroeconomía vs. Microeconomía: La preocupación por el cierre de PyMEs
A pesar de los vientos de cola macroeconómicos que algunos índices sugieren, la realidad del comercio de proximidad y de las pequeñas y medianas empresas en Formosa y el país es de extrema cautela. Vera hizo hincapié en que la mejora de los grandes números nacionales aún no se traduce en bienestar para el consumo diario.
“Hay que hablar de la caída estrepitosa del consumo a nivel país y que yo pienso y opino que es una tarea que el Gobierno Nacional va a tener que tratar de ir viendo que la micro tiene que empezar a funcionar porque también sabemos que muchas pymes se han cerrado y creo que eso no es bueno tampoco para el país”, reflexionó. Para el secretario de la Cámara de Comercio, la desaparición de empresas locales representa una pérdida de empleo que afecta directamente el flujo de dinero en la provincia.
Desafío global: Competir contra el mundo desde el mostrador local
Finalmente, Vera abordó el impacto de la apertura comercial y el surgimiento de nuevas plataformas de compra internacional, un fenómeno que obliga al empresario local a reinventarse o perecer ante la competencia digital global.
“Hoy se van a tener que acomodar como para competir con el mundo. El mundo te compite. Abrís tu teléfono, lo tenés a Temu, lo tenés a Shane y no es el vecino ni tenés que competir con eso. Esa es la realidad de hoy y todos tenemos que acomodarnos”, afirmó. Esta nueva competencia, sumada a los altos costos impositivos de Argentina, representa el mayor desafío de capacitación para el empresario moderno: “El pequeño empresario se va a tener que capacitar fuertemente para contrarrestar todos estos embates”.
La entrevista concluyó con un mensaje de esperanza para las festividades, destacando el repunte de ventas gracias al aguinaldo y el deseo de un 2026 donde la recuperación alcance a todos los sectores por igual. “Ojalá que tengamos un 2026 muy bueno para todos, porque tiene que andar bien para todos, no para un solo sector ni dos”, cerró Vera, instando a la sociedad a realizar sus compras navideñas con previsión en el marco de los horarios comerciales acordados.