El Ministerio de Desarrollo Humano pidió a la comunidad reforzar el compromiso social durante las fiestas y evitar el uso de pirotecnia sonora, debido a los impactos negativos que produce tanto en la salud humana como en el bienestar animal.
De cara a las celebraciones de fin de año, la cartera sanitaria renovó el llamado a no utilizar pirotecnia sonora, advirtiendo que su uso puede generar estrés agudo, crisis de desregulación y reacciones físicas peligrosas, especialmente en personas con hipersensibilidad auditiva y en animales domésticos.
El ingeniero José González, director de Saneamiento, Bromatología y Zoonosis, encabezó el pedido explicando que “los estruendos funcionan como un estímulo súbito y muy intenso, capaz de desencadenar respuestas fisiológicas extremas en humanos y animales. No hablamos solo de molestias: hablamos de crisis que pueden comprometer la salud y la integridad de quienes las padecen”.
González detalló que, en personas con sensibilidad auditiva aumentada o determinadas condiciones clínicas, los ruidos explosivos “pueden provocar dolor físico, desorientación, taquicardia y reacciones impulsivas difíciles de controlar”.
Advirtió además que, en los animales, el impacto es igual o mayor: “Perros, gatos y aves perciben el sonido con una intensidad muy superior a la humana. El resultado suele ser pánico, huida descontrolada, conductas de riesgo, cuadros de estrés agudo e incluso la muerte”.
El funcionario remarcó que evitar la pirotecnia sonora es un acto de empatía y responsabilidad: “No se trata de resignar festejos, sino de entender que lo que para algunos es parte de la celebración, para otros se traduce en un daño real y completamente evitable”.
Normativa vigente
Recordaron, además, que en la ciudad de Formosa rige la Ordenanza Municipal 8070/24, conocida como Pirotecnia Cero, que prohíbe la venta, el almacenamiento y el uso de artefactos con efectos sonoros en todo el ejido urbano, tanto en eventos públicos como privados.
La norma busca reducir los riesgos asociados al ruido excesivo y promover celebraciones más inclusivas y seguras para toda la comunidad.
Impacto en personas vulnerables: la mirada de Salud Mental
En ese marco, el director de Salud Mental y Prevención de Adicciones, licenciado Marcelo Kremis, profundizó en las consecuencias que la pirotecnia sonora provoca en personas con autismo, trastornos sensoriales y trastornos del desarrollo.
“Las explosiones pueden generar dolor, una sobrecarga sensorial abrupta y desregulación emocional. Para muchas personas no se trata de un susto: es un episodio que puede desatar crisis intensas que afectan su bienestar y el de su entorno”, señaló.
Kremis explicó que, en ciertos casos, estos episodios pueden incluir “llanto, gritos, desorientación, autolesiones o reacciones impulsivas, porque la persona no logra procesar el estímulo ni comprender lo que está ocurriendo”.
El especialista pidió contemplar esta realidad durante las celebraciones: “Hay familias que atraviesan estas fechas con preocupación, porque conocen el impacto que pueden tener los estruendos en uno de sus integrantes. Pensar en ellos también es construir comunidad”.
Mascotas y bienestar animal: un cuidado indispensable
Retomando la dimensión ambiental, el ingeniero González recordó que los animales también experimentan alteraciones marcadas, como jadeos, temblores, taquicardia, salivación excesiva, desorientación y comportamientos erráticos, que pueden llevarlos a accidentarse, perderse o herirse.
“Los animales no entienden lo que sucede; solo reaccionan al terror que les provoca el ruido. Y ese sufrimiento podemos evitarlo simplemente eligiendo no usar pirotecnia sonora”, enfatizó.
