El Dr. Jorge Tarantini, Director de Bromatología de la Municipalidad de Formosa, desnudó la compleja realidad que atraviesa la ciudad respecto al uso y venta de pirotecnia sonora. En declaraciones en una entrevista al programa “Una Cuestión de FEr”, conducido por el periodista Fernando López a través de FM VLU 88.5 del Grupo de Medios TVO, afirmó que a pesar de los esfuerzos estatales, el balance de Navidad dejó una mezcla de impotencia y preocupación ante un fenómeno que parece resistirse a la normativa vigente.
Un balance agridulce: El esfuerzo frente a la desilusión
La llegada de la Navidad no solo trajo consigo los festejos tradicionales, sino también un volumen de estruendos que sorprendió a las autoridades. Fernando López inició el diálogo reflexionando sobre la naturaleza de estas conductas: “Son situaciones que de a poco se van convirtiendo en estas acciones individuales en acciones colectivas y también cuestiones culturales”. El conductor comparó el cambio de hábitos comerciales, señalando cómo el Circuito Cinco se ha vuelto un nuevo epicentro de actividad, pero lamentó que el arraigo a la pirotecnia siga tan firme: “Ni una ley ni una ordenanza cambian las cosas de la noche a la mañana, pero en principio es el punto de lanza para comenzar”.
Por su parte, el Dr. Tarantini no ocultó el impacto emocional que tuvo para su equipo ver el despliegue de fuegos artificiales la noche del 24: “Nos causó una desilusión a nosotros por parte, ya que nosotros no solamente tenemos la tarea de controlar el tema de la venta, sino también el transporte, la acumulación y la utilización”. Para el funcionario, la sensación de haber trabajado incansablemente para luego escuchar una ciudad bajo estruendos fue contundente: “Sentimos que el trabajo incansable que se llevó adelante, bueno, parecía que no rendió fruto”.
Cifras récord de decomiso y el factor violencia
A pesar de la sensación de omnipresencia de los estruendos, las acciones de control fueron masivas. El Director de Bromatología reveló que el número de elementos retirados de la calle es histórico para este periodo.
“Arriba de los 30.000 productos pirotécnicos se decomisaron en estos tres días”, confirmó Tarantini. El funcionario explicó que el conteo se realiza por unidades, ya que muchas veces el material se encuentra fraccionado en la vía pública o en cajas listas para la venta ilegal.
Sin embargo, el éxito del decomiso se vio empañado por la violencia hacia los trabajadores municipales. El día 24, a partir de las 21:00 horas, se produjo un fenómeno coordinado donde aparecieron puestos de venta en las principales avenidas. Al intentar intervenir, los inspectores fueron agredidos físicamente: “Se producían inclusive enfrentamientos verbales y hasta físicos con algunos inspectores… de hecho tuvimos dos lesionados en esas intervenciones”. Las zonas más conflictivas se detectaron en la Avenida Kirchner (zona del barrio 12 de Octubre) y en el Circuito Cinco, sobre la Avenida Soldado Formoseño.
La logística del contrabando y las «denuncias falsas»
Uno de los puntos más oscuros revelados en la entrevista es la supuesta organización criminal que sostiene este mercado ilegal. Según Tarantini, el stock de pirotecnia no entra a la ciudad en diciembre, sino que se acopia con meses de antelación para burlar los controles fronterizos.
“Nosotros teníamos conocimiento que la gran cantidad de mercaderías ya había pasado en octubre de contrabando”, disparó el director. Pero la estrategia de los infractores no termina en el ingreso del producto, sino que incluye tácticas de distracción para agotar los recursos municipales: “Esta gente que vende también hace denuncias falsas. Los inspectores van a un lugar donde te están vendiendo cinco estrellitas… para poder liberar por media hora o una hora un sector y poder llegar a vender los 12 por uno”.
Esta maniobra delictiva se suma a la nueva modalidad de venta por redes sociales, que ofrece entregas a domicilio: “El incremento también de la gran cantidad de ventas a través de las redes sociales… donde se ofrecen, inclusive se llevan por delivery sin costo”.
Zonas de peligro y la impotencia del inspector
El Dr. Tarantini también relató la cruda realidad de los barrios donde la seguridad ciudadana está en juego. Mencionó un pedido de intervención en el barrio La Maroma, cerca de El Mangal, donde la policía debió advertir a los inspectores sobre el riesgo de vida: “El personal policial le pidió al inspector que no intervenga en ese domicilio porque días anteriores habían tenido un enfrentamiento a mano armada”.
Esta situación genera un círculo vicioso de malestar social, donde el vecino que denuncia termina insultando al funcionario por no poder cumplir con la ordenanza en lugares de extrema peligrosidad: “Cuando se le explica a la persona que denuncia, empiezan con los insultos y que ‘para qué la ordenanza si no se va a cumplir’”.
El desafío de Año Nuevo y la necesidad de una Ley Provincial
De cara a los festejos de fin de año, el panorama no es alentador, ya que históricamente el uso de pirotecnia se duplica. Tarantini fue honesto respecto a la escala del problema: “Nosotros tenemos la desagradable experiencia de que en Año Nuevo es peor, nos pasó el año pasado”.
El conductor Fernando López cerró la nota reforzando la importancia de la Ordenanza Municipal 8070, aprobada el año pasado, que busca proteger a “personas con autismo, trastornos sensoriales, excombatientes, mascotas y el medio ambiente”. Asimismo, se planteó la necesidad de que la provincia acompañe con una ley de mayor alcance: “Sería fantástico también si existiera una ley provincial; las sanciones también serían distintas, mucho más gravosas”.
La entrevista concluyó con una metáfora dolorosa pero precisa sobre el control de esta problemática en una ciudad en crecimiento: “Es una tarea como pelear una inundación con una tacita de té”, sentenció López, subrayando que mientras persista el contrabando y la falta de empatía individual, la normativa local seguirá enfrentando un camino cuesta arriba.