La disputa por la reforma laboral impulsada por el Gobierno Nacional ha dejado de ser un debate meramente técnico en los despachos de Buenos Aires para transformarse en un campo de batalla político en las provincias. En Formosa, la iniciativa es recibida con una resistencia férrea por parte del oficialismo, que ve en el proyecto un «ataque directo a la justicia social y al federalismo», mientras que la oposición local busca hacer equilibrio entre el acompañamiento al Ejecutivo Nacional y la realidad social de una provincia con alta dependencia del sector público y pymes locales.
La postura de Gildo Insfrán: Resistencia y «Modelo Formoseño»
Para el gobernador Gildo Insfrán, la reforma no es solo una modificación de leyes, sino una confrontación de modelos. Desde el Poder Ejecutivo provincial, la consigna es clara: «No se puede permitir que el ajuste pase por el bolsillo de quienes producen y trabajan». El gobierno de Formosa sostiene que la flexibilización de los despidos y la eliminación de multas por falta de registro laboral no generarán empleo, sino que profundizarán la desigualdad en el Norte Grande.
Fuentes del oficialismo provincial advierten que las propuestas del Gobierno Nacional buscan «desmantelar el derecho laboral para favorecer exclusivamente a los grandes centros de poder económico», dejando a las provincias periféricas en una situación de vulnerabilidad extrema. En Formosa, donde el empleo estatal y las pequeñas unidades productivas son el motor de la economía, se teme que la desregulación provoque una caída estrepitosa del consumo interno.
La iniciativa nacional bajo la lupa de las Pymes formoseñas
A pesar del rechazo político, un sector de la producción local mira con cautela ciertos aspectos de la iniciativa. Lo que el Gobierno Nacional espera de la reforma es, según sus palabras, «quitarle la soga del cuello a los pequeños comerciantes que hoy temen contratar por la industria del juicio».
En Formosa, los puntos que generan mayor debate en el sector privado son:
- El Fondo de Cese: Algunos sectores comerciales ven con buenos ojos reemplazar la indemnización tradicional, ya que les permitiría «tener costos fijos previsibles en lugar de deudas impagables por despidos».
- El Registro Laboral: El oficialismo provincial, sin embargo, denuncia que la amnistía para empleadores no registrados es una «invitación a la informalidad permanente», afectando los aportes a la seguridad social que sostienen las cajas provinciales.
¿Qué dicen los legisladores y la oposición en Formosa?
En el ámbito de la Cámara de Diputados de la Nación y el Senado, los representantes formoseños juegan papeles contrapuestos:
- El Frente de Todos / Unión por la Patria: Los legisladores que responden a Insfrán han recibido instrucciones precisas de «votar en bloque contra cualquier artículo que vulnere la Ley de Contrato de Trabajo». Para este sector, la reforma es un retroceso de 100 años en derechos laborales.
- La Oposición Local (Juntos por el Cambio / Libertad Avanza): Los referentes opositores en la provincia sostienen que Formosa es la prueba de que el modelo actual fracasó, dada la baja tasa de empleo privado registrado. Argumentan que la reforma es necesaria para «liberar las fuerzas productivas de la provincia y dejar de depender exclusivamente del empleo público». Sin embargo, evitan hablar de recortes de derechos de manera directa, prefiriendo el concepto de «modernización necesaria».
Los puntos de conflicto con la CGT Formosa
La delegación regional de la CGT en Formosa se ha declarado en estado de alerta y movilización permanente. En sintonía con la conducción nacional, los gremios locales rechazan especialmente:
- La limitación de las cuotas solidarias: Lo ven como un intento de «desfinanciar a los sindicatos provinciales para que no tengan capacidad de reclamo».
- El banco de horas: Advierten que en el interior provincial, donde el control estatal es menor, esto se traducirá en «jornadas agotadoras sin el pago de horas extras».
La CGT Formosa ha sido tajante: «No vamos a ser cómplices de una ley que entrega la dignidad del trabajador formoseño a cambio de promesas de inversión que nunca llegan al norte».
El papel de los gobernadores y el cronograma parlamentario
A diferencia de otros gobernadores «dialoguistas» que buscan intercambiar votos por obras, Insfrán mantiene una postura de confrontación ideológica. No obstante, el papel de los gobernadores será clave cuando la ley llegue al Senado. El oficialismo nacional apuesta a que la presión de las pymes y la necesidad de financiamiento obligue a algunos mandatarios a «liberar a sus senadores para que voten a favor de capítulos específicos».
¿Cuándo será tratada en las cámaras?
- En Diputados: Se espera que el debate intenso comience tras el receso, con una fuerte presión mediática. Los diputados formoseños de la oposición buscarán «forzar el quórum», mientras que el bloque oficialista provincial intentará dilatar el tratamiento.
- En el Senado: La fecha tentativa sigue siendo «febrero de 2026». Allí, Formosa tendrá una voz cantante a través de sus senadores, quienes suelen liderar el rechazo a las políticas de desregulación en la Cámara Alta.
Una provincia, dos visiones
La reforma laboral ha profundizado la grieta en Formosa. Mientras el gobierno provincial se prepara para una batalla legal y política en defensa de lo que denomina el «estatuto del trabajador», la oposición apuesta a que el cambio de reglas nacionales sea el motor que finalmente impulse la creación de empleo privado en una provincia que lo necesita con urgencia. El resultado en el Congreso determinará, en gran medida, el clima social y económico de Formosa para los próximos años.