LTA Research, la empresa fundada por Sergey Brin que busca crear aeronaves amistosas con el medio ambiente

La compañía de uno de los cofundadores de Google pretende crear una serie de aeronaves gigantes para dar ayuda humanitaria.

25 de noviembre 2023, 05:38hs

Hace solo algunos días en Silicon Valley revelaron el dirigible más grande del mundo. No solo ese es un hito en sí mismo, sino que se trata de una aeronave eléctrica creada por la empresa LTA Research que tiene la intención de impulsar una nueva era en la que este tipo de tecnologías sean más amistosas con el medio ambiente. Un detalle más: uno de sus fundadores es Sergey Brin, quien también fundó nada menos que Google.

El Pathfinder 1, blanco por donde se lo mire, tiene una tecnología muy similar a la que utilizan los drones, como motores eléctricos, pero con un pequeño detalle: este dirigible es mucho más grande que un drone. De hecho, mide lo que tres Boeings 737 (124 metros de largo por casi 20 de ancho) y puede transportar toneladas de carga a través de cientos de kilómetros.

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LTA, cuidando el medio ambiente

Las siglas de la compañía significan Lighter Than Air (más ligera que el aire en español) y su finalidad es crear aeronaves gigantes con el fin de brindar ayuda humanitaria y llevar alimentos y suministros a las partes más remotas del mundo de manera más veloz que los barcos y sin contaminar como lo hacen los aviones.

Según expertos, este tipo de aeronaves son más rápidas que los barcos de carga y producen entre un 80% y un 90% menos emisiones que los aviones tradicionales.

El dirigible más grande del mundo

Pero no quieren quedarse ahí. En la página de LTA Research explican que su intención es crear una “familia de aeronaves que generen cero emisiones”.

10 años de sangre, sudor y lágrimas

El Pathfinder 1 está creado a base de una estructura rígida de 10.000 tubos reforzados con fibra de carbono y 3.000 bujes de titanio que forman un esqueleto protector. Todo está rodeado por una piel sintética de Tedlar y tiene una docena de motores eléctricos que asisten su despegue vertical. La velocidad a la que podrá transportarse es de unos 120km/h y en su interior pueden viajar hasta 14 pasajeros.

“Si las pistas de aterrizaje, las carreteras y los puertos están dañados, las aeronaves de LTA Research todavía pueden entregar lo que necesitan las comunidades. Si las torres de telefonía celular quedaran fuera de servicio, las aeronaves pueden mantenerse en el aire y proporcionar ese servicio”, explican en su sitio.

“Fueron 10 años de sangre, sudor y lágrimas”, dijo el CEO de LTA Research, Alan Weston. “Lo que me entusiasma de lo que hicimos hasta ahora es que nos demostramos a nosotros mismos, y esperamos demostrarlo al resto del mundo, que podemos escalar en tamaño y productividad”, agregó.

Pero este es solo el primero porque la compañía espera producir una familia de aeronaves. De hecho, están fabricando ya la tercera versión de este dirigible que tendrá 185 metros de largo y se tratará del “mayor vehículo aéreo del planeta”.

Pero no solo la nave que desarrollaron es interesante en sí misma, sino también la posibilidad de crear un nueva industria: la de los dirigibles. El mismo Weston lo explicó: “Las innovaciones y tecnologías que estamos a punto de probar tienen el potencial de sentar las bases de una nueva industria”.

“La reina de los cielos”, la musa inspiradora de Brin

Brin decidió empezar a trabajar en LTA Research en 2014, después de visitar el Ames Research Center, uno de los centros de investigación más importantes de la NASA.

En este centro estaba expuesto el USS Macon, un dirigible construido en 1928 y operado por la Armada de Estados Unidos. Tiempo después la aeronave se estrelló en el Pacífico a unos 70km de la costa de San Francisco y puso fin al programa de dirigibles de la Armada. Haber visto el USS Macon, que era llamado “la reina de los cielos”, fue lo que le dio la idea a Brin.

La última gran noticia para LTA Research es que la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos aprobó al dirigible para que empiece con sus pruebas de vuelo en Moffett Field, un aeródromo que la NASA le alquila a la empresa, lo que elevará al Pathfinder a una altura de hasta 460 metros.

Si esas pruebas y las futuras que se hagan salen bien, lo más probable es que empecemos a ver este tipo de aeronaves cuando haga falta ayuda humanitaria en algún punto del planeta.