El proyecto de Ley Ómnibus se tratará en sesiones extraordinarias en enero y, aunque el Presidente se mostró reacio a abordar la problemática ambiental, incluyó propuestas sobre el cambio climático.
27 de diciembre 2023, 21:49hs
Javier Milei dispuso en el proyecto de Ley Ómnibus que envió al Congreso este miércoles, avanzar con la conformación de mercados de carbono para gestionar la emisión de gases efecto invernadero (GEI).
En estos mercados se llevan a cabo operaciones de compra y venta de bonos de carbono o certificados de reducción de emisión de GEI. Es decir, que son documentos que habilitan a las empresas para emitir una determinada cantidad de CO2 y GEI en un plazo establecido.
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Los bonos se reparten entre las principales empresas emisoras de GEI y, por ley, están obligadas a emitir una cantidad que sea igual o inferior a la cantidad de bonos que tienen. De este modo, si una compañía no va a consumir sus títulos, puede venderlos a otra empresa que sí.
En sintonía con la desregulación que el Gobierno pretende ejecutar en distintos ámbitos, el proyecto de la Ley Ómnibus indica que “a los efectos de cumplir con los objetivos de emisiones netas absolutas de Gases Efectos Invernadero comprometidos por la Argentina en el marco del Acuerdo de París, facúltese al Poder Ejecutivo a asignar derechos de emisión de GEI a cada sector y subsector de la economía comprometidos con las metas (de descarbonización) para el 2030.”
En el Gobierno asumen que “existirá un porcentaje de nueva capacidad, producción y demandantes a los que también se les deberá asignar derechos de emisión sin costo para que este mecanismo no represente una barrera de ingreso discriminatoria”.
En diálogo con TN, el director de la consultora Aleph Energy, Daniel Dreizzen, analizó: “Milei quiere crear un mercado de bonos de carbono y habrá que ver cómo reparte esos derechos entre los sectores público y privado para cumplir ciertas metas. Europa es el único continente que tiene algo similar, muchos países establecen estos acuerdos de palabra”.
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En rigor, el texto insta a “establecer un mercado de derechos de emisión de GEI, en el cual quienes hayan sobre cumplido su meta puedan vender los servicios a aquellos que los necesiten para lograr su objetivo y evitar la penalización.
Hacia el final del apartado, el Artículo N°322 explicita: “Facúltese al Poder Ejecutivo Nacional a monitorear el avance en el cumplimiento de las metas de emisiones de GEI y en caso de incumplimiento, penalizarlo”.
“Esta medida parece contradictoria con el discurso de Milei en el que no creía en el cambio climático. Pero acá entra en juego el dinero y abre las puertas a los requisitos que demandan los bancos multilaterales para financiar proyectos y países”, cerró Dreizzen.
Cómo funcionan hoy los mercados de carbono en la Argentina y qué diferencias propone Milei
“Lo único que hoy funciona en la Argentina son los mercados voluntarios de carbono”, explicó a TN la experta en el tema Catalina Gonda y siguió: “Se trata de mecanismos de compensación donde participan principalmente actores privados y no está regulado ni por el Estado ni por organismos centralizados. Son estándares y certificadores independientes lo que validan reducciones de emisiones para emitir créditos de carbono”.
Tal como consignó Gonda, el esquema que propone Javier Milei difiere del voluntario: “La Ley plantea la creación de un sistema de comercio de emisiones que establece un tope en función de la meta 2030 y asigna derechos de emisión a distintas industrias y sectores de la economía para que estas entidades tengan que respetar límites y si llegan a emitir menos puedan comercializar el excedente”.
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“Hay dudas sobre lo que plantea la ley. Por ejemplo, qué porcentaje total de emisiones terminaría abarcando este mercado de carbono. En principio abarcaría a todos los sectores, pero está bajo el ala de la transición energética. ¿Es solo ese sector? Además, el poder ejecutivo tiene la potestad de asignar los derechos de emisión. Cuáles serían los criterios para hacer esas asignaciones no está claro”, sumó Gonda. Y agregó que se desconoce qué tipo de penalidades se aplicarán a quienes superen los derechos emisión.
En un escenario de dudas, también cabe pensar qué tan fuertes serán las penalidades por no cumplir con los derechos de emisión ni como se penalizaría esa conducta. Por otro lado, hubo casos de fracaso en otros países que los implementaron. Por ejemplo, lugares en donde se entregaron sin costo una gran cantidad de derechos de emisión y las empresas terminaron vendiendo el excedente como un gran negocio.
“Para que esto funcione los precios de los derechos de emisión se tienen que actualizar año a año y esto incentiva a los sectores a descarbonizarse, porque les sale más caro pagar las penalidades o comprar derechos, que implementar medidas para descarbonizar”, sintetizó Gonda.