Hace un año, el promedio de los economistas argentinos esperaba que la inflación entre diciembre de 2022 y hoy fuera 100%.
¿Cuánto será al final este año?
Más del doble. La consultora Eco Go estima 218,2% (falta conocerse el dato de diciembre, que andará por la zona de 30%).
¿Y para 2024?
Vaya a saber.
Los cálculos de un mismo economista muestran una variación significativa: la inflación puede ir para arriba o para abajo, dar 150% o 350%, dependiendo, básicamente, de si el tándem Luis Caputo-Santiago Bausili logra evitar lo que el mercado ve con preocupación: una nueva devaluación en algún mes de 2024. El año que cierra tampoco fue el mejor para los economistas y sus pronósticos en el mundo. A fin de 2022 una encuesta realizada por The Economist decía que en 2023 el crecimiento de la principal economía del mundo, la de Estados Unidos, sería el cuarto más bajo en 55 años. Es que muchos esperaban una recesión. La Reserva Federal había subido las tasas de interés en los doce meses previos (diez aumentos consecutivos, llevándola desde cero a 5%-5,25%), y lógicamente los analistas de Wall Street presagiaban un enfriamiento.
Pero eso no sucedió. La economía estadounidense este año crecerá por encima de su capacidad potencial de 3% y como no lo hacía desde 2005. La Reserva la última vez que aumentó la tasa este año fue en julio. Y en la reunión de unos días atrás mencionó la posibilidad de que en 2024 haya tres bajas, lo que empujó los rendimientos en la Bolsa de EE.UU.: sus principales tres índices cierran el año con un récord de nueve semanas consecutivas de subas como no se veía en dos décadas.
El motivo de este comportamiento de los mercados radica en el optimismo en que la Fed baje la inflación sin que la economía entre en recesión, y que el desempleo aumente.
¿Cómo los economistas no la vieron venir?, diría Javier Milei.
“Son humanos”, resumió The Economist en su último número sobre los economistas y sus vaticinios fallidos en 2023.
Esta semana el diario británico Financial Times realizó un ejercicio interesante: comparó las estimaciones de un grupo de expertos denominados superpronosticadores versus sus lectores. El resultado arrojó que los primeros dieron respuestas en las que adivinaron menos. El crecimiento de la economía de EE.UU., de China, el Bitcoin, la inflación mundial, la Copa del Mundo Femenino, la guerra de Rusia-Ucrania, China-Taiwán y así.
“El arte de la superpredicción” empezó con el trabajo de Philip Tetlock, uno de los fundadores de la firma Good Judgement que vende pronósticos economía, política, defensa, entre otras áreas, a nivel mundial.
Tetlock comenzó a estudiar cómo los expertos elaboran predicciones geopolíticas y económicas cuando era profesor de Psicología en UC Berkeley en 1984. Durante décadas, él y su equipo reunieron a más de 250 expertos del mundo académico, el gobierno y los medios para hacer 28.000 predicciones.
Al principio descubrieron que las predicciones de los expertos no eran mucho mejores que el azar. Pero con los años y las investigaciones, llegaron a la conclusión que hay tres formas de mejorar la precisión: tener más información, disminuir el sesgo y el impacto de variables irrelevantes.
Los pronósticos geopolíticos ganaron fuerza en la última década a medida que las empresas se han enfrentado a shocks desde el Brexit y la presidencia de Trump hasta la guerra de Ucrania. Famke Krumbmüller, directora del Grupo de Negocios Geoestratégicos de EY, dijo a FT que la previsión consiste en adaptar las estrategias al futuro.
“Si se hace una inversión en un país, si cambias tus cadenas de suministro, ¿a dónde deberías ir menos y a dónde deberías ir más? ¿cuál es la probabilidad de que el gobierno intervenga en su transacción?”.
La mirada en 2024 estará puesta en los sospechosos de siempre. Estados Unidos y si Donald Trump vuelve al poder. Habrá elecciones en 70 países. El riesgo de que China entre en deflación y una Segunda Guerra Fría con países occidentales que retiran sus líneas de producción de allí. ¿Finalmente, la inflación en el mundo volverá a nivel prepandemia? Todos esperan que sí (en EE.UU. cerca de 2%).
Acá, la Argentina y Milei estarán en la mirada de los mercados y de empresas globales en el arranque de 2024 en el Foro de Davos.
¿Qué dirán los superpronosticadores al respecto? Por ahora la única estimación que vale oro es si la inflación de 2024 será más alta (más de 300%) o más baja que en 2023 (menos de 200%). Y recuerde: la probabilidad de ningún evento en la Argentina es cero.
Feliz año.