La última vez que había pisado el desierto árabe, la leyenda del rally español Carlos Sainz, terminó sentado sobre un médano con un pañuelo en la cabeza y dos vértebras quebradas. Fue tras el violento choque que rompió su auto y lo dejó afuera de la edición 2023 del Dakar, en Arabia Saudita. «Esta carrera es una caja de sorpresas y hay que estar preparado para lo peor«, reconoce. Esta charla transcurre durante los últimos días del año pasado y ahora estamos en otro desierto, el de Atacama, al Norte de Chile, en la última fecha del Extreme E, una categoría de autos eléctricos pero con alto vértigo y palos al por mayor, lo que de alguna manera es la previa a la gran cita de todas: «La carrera más dura de la tierra», como apuntan al Dakar, el rally de los rallys, que este año otra vez se corre en tierras (o arenas) saudíes y vuelve a tener al madrileño como protagonista.
Después del golpazo que se dio en la novena etapa del Dakar de 2023, Carlos Sainz se dedicó todo el ’24 a preparar la máquina. Eso, hablando del auto y de su cuerpo, que con 61 años le permite seguir en la elite del deporte motor. «El accidente marcó el resto del año. No pude arrancar la temporada y me me dediqué de lleno a preparar el Dakar», detalla, sentado en un banco de los boxes de Acciona, el equipo de la categoría Extreme E del que es dueño.
Sainz, el año pasado, tras el accidente que lo dejó afuera del Dakar… y con las costillas rotas. Foto: ReutersMás allá de su conocido talento al volante, el madrileño es una especie de súper atleta. Y no solo porque a los 61 encare por decimoctava vez el rally más extremo del planeta, ese que ya ganó tres veces. Sino porque -saliendo de las pistas- Sainz parece ser uno de esos tipos que juegan bien a todo. De chico pensó en probarse en Real Madrid, fue campeón juvenil de squash y hasta se animó a practicar boxeo; su profesor fue nada menos que Miguel Velázquez, uno de los 15 campeones mundiales de boxeo que tuvo España en su historia. Aunque aclara que nunca pensó en subir profesionalmente a un ring: «Lo hacía sólo para estar en forma».
La clave para volver al Dakar tras su accidente del año pasado pasa por no dar ventajas en su estado atlético: «Es un poco de todo. Pero últimamente, cuando vas cumpliendo años y te conviertes en un piloto veterano, es todavía mucho más importante estar en forma. Hacer un trabajo de musculación y hacer un trabajo aeróbico con algunos de mis entrenadores y que mi experiencia también la ponemos en práctica para tratar de ser competitivos en el Dakar y no sufrir demasiado», le cuenta a Clarín en bajo la lona de la tienda que frena el sol caliente del desierto.
-A esta altura, el service anual no sólo es clave para el vehículo, sino también para el cuerpo.
-Y en este caso el auto ya tiene muchos, muchos kilómetros y el service tiene que ser bueno (ríe).
-¿De qué vehículo estaríamos hablando: una Ferrari, un clásico…?
-No me animaría a decir que tengo una Ferrari, pero sí un buen auto. Claro que los años se notan y cada año se vuelve más importante mantenerlo.
-En la Argentina decimos que somos todos futbolistas frustrados: ¿como amante del fútbol e hincha del Real Madrid sintió algo parecido?
-Ese deseo, el de jugar al fútbol, existió de chaval. Pero me gustaban tanto los coches que mi cabeza siempre estaba pensando en carreras. Después ya comencé a correr el Campeonato Mundial de Rally y todos mis deseos fueron hacia allí.
El español Carlos Sainz, dueño del equipo Acciona, con la piloto Laia Sanz.
Los récords, Carlos Jr y la teoría sobre Max Verstappen
Sainz se retiró del Campeonato Mundial de Rally en 2004 como el piloto que más puntos había cosechado en la historia. Tuvo que aparecer un animal como el francés Sébastien Loeb para arrebatarle ese récord. De todas formas, aparece en varios podios históricos: continúa siendo el que más carreras disputó (196) y es el tercero con más victorias, detrás de Loeb (obviamente) y del finlandés Marcus Grönholm.
«A estas alturas me han sacados varios récords, pero bueno, al momento en que me retiré era el que más puntos tenía. Hice mi labor en el Campeonato del Mundo de Rally, estoy satisfecho con mi carrera. Fui el primer no nórdico en ganar en Finlandia y logré ser competitivo en todas las superficies. Cuando llegué al Mundial había especialistas de cada superficie y romper esa tendencia fue… bueno», dice Sainz con cierto pudor y corta el relato.
-Cuando Messi rompió el récord de goles en la Selección Argentina, Batistuta sintió un sabor agridulce por ser superado: ¿qué le pasó a usted cuando Loeb se quedó con algunas de sus marcas?
-Yo estoy muy contento de mi carrera en el Campeonato del Mundo de Rally. Gané lo que gané y sé lo que hice. Cada piloto tiene su forma de ver las cosas de conducir, su estilo. Comparar diferentes épocas diferentes es complicado.
El equipo Audi Sport’s con Carlos Sainz y Emil Bergkvist. Foto: Reuters-Senna y Schumacher siempre dijeron que Fangio fue el gran maestro de la F1: ¿Existe esa camaradería en el rally? ¿Se siente un referente para los que vinieron después?
-Eso se lo tendrías que preguntar a ellos. Como te digo, me siento muy orgulloso por lo que he hecho en el automovilismo. Ser el primer campeón del mundo de rally español me ha hecho mucha ilusión. No me puedo quejar de lo que la vida me ha deparado.
-¿La Fórmula 1 fue una materia pendiente en su carrera?
-No, yo he disfrutado, me he divertido y mi sueño fue estar siempre en el Mundial de Rally, correr en nieve, correr en tierra y correr en el barro. Es lo que siempre me atrapó.
-Hasta dónde influye en la carrera de Fórmula 1 de su hijo.
-Bueno, siempre estamos muy unidos. He estado con él apoyándolo desde los kartings. Por supuesto que soy un padre orgulloso de que su hijo esté corriendo en Ferrari.
-Fue uno de los pocos que le pudo arrebatar un GP a Max Verstappen… Debe ser frustrante salir a correr por el segundo puesto. ¿Qué le dice sobre el neerlandés?
-Es una satisfacción enorme que él haya ganado un gran premio como ocurrió en Singapur. Verstappen es un fuera de serie y encima tiene el mejor coche. Entonces, cuando juntás un fuera de serie con una máquina como la que tuvo este año es muy difícil.
Verstappen y Carlos Sainz Jr, en Las Vegas. Foto: Reuters-¿Fue un defecto de la organización que el campeonato de Fórmula 1 esté saliendo cada vez más desparejo?
-Creo que se necesita mucha más igualdad en la Fórmula 1, pero no va a ser fácil porque la ventaja que tiene Red Bull en este momento es muy, muy grande, mucho más de lo que se ha visto.
-¿Más?
-Yo creo que Verstappen en las últimas carreras, cuando se veía ahí primero, no quería apretar más.
-¿Y psicológicamente cómo vive esa situación el piloto? ¿Lo trabaja con Carlos Jr?
-En la vida del deportista uno siempre debe estar contento consigo mismo. Tenés que estar tranquilo de dar todo lo que tienes por un deporte donde dependés de un coche, dependés de muchas cosas. Por eso, al final, lo importante es estar contento de que has dado al máximo de tí, que no has dejado nada librado al azar, que has prestado toda la atención posible al mínimo detalle y no tendrás nada que reprocharte. Claro que si todo eso es logrando la victoria, pues mucho mejor.