sábado, 9 noviembre, 2024
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A Emily Blunt no le importa si a la gente le cae bien su personaje en Oppenheimer

En Oppenheimer, la exitosa película biográfica del guionista y director Christopher Nolan, el personaje de Kitty Oppenheimer es eclipsado dos veces.

Kitty, interpretada por Emily Blunt, es la mujer detrás del hombre: aunque ella también es científica, es la esposa marginada de J. Robert Oppenheimer (Cillian Murphy), el físico estadounidense que dirigió el desarrollo del arma atómica durante la Segunda Guerra Mundial en Los Álamos, Nuevo México. Oppenheimer es su película, tanto es así que gran parte del guion está escrito en primera persona (“ABRO los ojos- SALTO de la cama- ME APURO a vestirme”).

Y además, aunque Kitty era la esposa de Robert (tuvieron dos hijos), no fue su primer amor ni, como sugiere la película, el más intenso. La psiquiatra Jean Tatlock (Florence Pugh) tuvo primero una relación con Robert durante tres años, y los dos continuaron viéndose, incluso después de que los Oppenheimer se casaran. A mitad de la película, Kitty encuentra a su marido enloquecido por su muerte.

“Qué desgarrador debe haber sido para ella”, dijo Blunt, “verlo en ese estado por otra mujer”.

Emily Blunt hace casi un año, en la ceremonia del Oscar, donde seguramente será protagonista en marzo. Foto AFPEmily Blunt hace casi un año, en la ceremonia del Oscar, donde seguramente será protagonista en marzo. Foto AFPTodo esto es para decir que Blunt, la actriz nacida en Londres y conocida por películas como El diablo viste a la moda, El regreso de Mary Poppins y Un lugar en silencio, podría haber desaparecido en esta epopeya de tres horas, que se basó en la biografía ganadora del Premio Pulitzer, American Prometheus.

Pero la de Blunt es una de las actuaciones más memorables de una película repleta de estrellas de cine y actores aclamados. Blunt, ganadora de un premio del Sindicato de Actores de Cine por Un lugar en silencio en 2019, es ahora probable candidata a su primera nominación al Premio de la Academia. En una entrevista en video el mes pasado, habló sobre cómo fue retratar con empatía a un personaje desafortunado, pero no es precisamente agradable. Estos son extractos editados de la conversación.

Emily Blunt junto a Anne Hathaway y Meryl Streep en Emily Blunt junto a Anne Hathaway y Meryl Streep en «El diablo se viste a la moda».-Christopher Nolan pidió a los actores que conocieran la vida real de sus personajes. ¿Qué rasgos de Kitty Oppenheimer influyeron en tu actuación?

-Todos leímos American Prometheus. En el vuelo a Albuquerque, pude ver a otras personas tratando de tragarse el libro. Las esposas de Los Álamos la describieron como una de las personas más malvadas que jamás hubieran conocido. Los hombres estaban interesados en ella, pero un poco intimidados. Kitty no hablaba de trivialidades. Sólo hablaba de cosas importantes.

Una escena difícil de actuar

-Robert y Kitty Oppenheimer entregaron temporalmente a su hijito a unos amigos, los Chevalier, porque estaban muy abrumados. ¿Fue esa escena difícil de actuar?

-Tengo hijas de 9 y 7 años y adoro ser mamá. Siempre me han encantado los chicos. Así que fue bastante difícil ser tan fría con esos chiquitos en el set. Claramente Kitty tiene un trauma con eso, un trauma que no tenía nombre en ese momento. Ha caído en la bebida. Traté de empatizar con esa mujer que poseía un cerebro fenomenal, que tenía que hacer contorsiones para ser una buena ama de casa. Debe haber sido una tortura para alguien como ella, que era tan salvaje, tan brillante, que nunca debería haber sido madre y que claramente tuvo una gran depresión después del nacimiento de su bebé.

-¿Cómo combinás la empatía con la fidelidad al personaje, potencialmente a expensas de gustarle a la gente?

En los Critcs Choice Awards, donde también fue nominada, como en el Globo de Oro. Foto APEn los Critcs Choice Awards, donde también fue nominada, como en el Globo de Oro. Foto AP-Para mí, nunca es importante si alguien gusta. Sólo tengo que entender a la persona. Podía interpretar esa silenciosa desesperación del personaje, la inquietud y ese estilo desinhibido que tenía, que era tan fogoso e interesante. Y, sin embargo, ella era una fuerza muy estabilizadora para él. Era su protectora más enérgica. Creo que tenía cualidades bastante fuera de lo común, además de otras que la menoscaban como persona. Es áspera e imperfecta, pero me identifiqué con la idea de alguien que se deteriora ante la tabla de planchar, cuando debería haberse dedicado a tareas intelectuales que la habrían entusiasmado.

Junto a Matt Damon, Cillian Murphy y Florence Pugh en la premiere en Londres. Foto APJunto a Matt Damon, Cillian Murphy y Florence Pugh en la premiere en Londres. Foto AP-¿Hubo alguna otra escena que te hizo entender a Kitty?

-¿Te acordás de la escena bajo la roca, con Cillian? Él balbucea incoherencias sobre su amante. Cuando leí la escena, pensé: «Guau, qué interesante, es casi como si no pudiera ver que está hablando con su esposa». Y lo abofeteé. Chris dijo: «Dale una bofetada». Eso no está en la película, pero golpeé ese famoso pómulo demasiadas veces. Quizá lo que más interpreté es su intento de salvar las apariencias. Como si le dijera: «Controlate, aquí la gente depende de vos». Pero es más: «Yo dependo de vos».

-¿Cómo influyó el carácter poco convencional y en primera persona del guion en tu forma de abordar el papel?

-A todos nos quedó claro que se trata de un único punto de vista. El personaje de Oppenheimer atraviesa la pantalla y te arrastra al interior de su cabeza, y hay unos personajes bastante más salvajes y coloridos a su alrededor. Estábamos allí para sacar a la luz emocionalmente diferentes aspectos de ese personaje.

Siempre elegante, la actriz de Siempre elegante, la actriz de «El regreso de Mary Poppins» tiene dos hijas, de 7 y 9 años. Foto AFP -Entrevisté a Nolan poco antes del estreno de “Oppenheimer” respecto del formato IMAX 70 mm.

-Debe haber sido una pavada para él. La pasión por el cine es contagiosa.

-¿Cómo fue filmar con las cámaras IMAX?

-Las traían en una especie de heladera gigante. Y son ruidosas: suenan como si entrara Chewbacca. Hay algo liberador, porque uno sabe que van a captar cada pequeño parpadeo y matiz en la cara de cualquiera. Pero son ruidosas y al principio te preguntás: «¿Cómo voy a funcionar?» La cosa pasa por la sobriedad de los sets de Chris, la concentración y la ausencia de caos, el hecho de que nunca hubiera un momento de grandilocuencia cuando entraba el IMAX.

-¿Cómo compararías los sets “tranquilos” de Nolan con otros en los que hayas estado?

-En algunos sets te movés por instinto y experiencia. Eso puede funcionar en ambos sentidos: en una comedia o algo que sea más libre, a veces es genial que las cosas sean un poco más caóticas. Pero con Chris, importa su preparación, para que, cuando aparezcas, no te sientas presionado como actor. Estoy segura de que los técnicos estaban en posición horizontal todos los días a las 7 de la tarde.

The New York Times y Clarín

Traducción: Elisa Carnelli

POS

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