El discurso de Javier Milei fue un compendio de mentiras, medias verdades, y psicopateadas. Los jinetes del fracaso tienen cargos en su gobierno: está lleno de militantes de La Campora, kirchneristas y massistas en la Anses, el PAMI y la AFIP en todas las provincias en toda la línea de cargos de conducción de esos organismos.
Los nombres más conocidos: Daniel Scioli, Yanina Martinez, Marco Lavagna, Leo Madcur, Mario Russo, Lisandro Catalán, Rosana Lodovico y toda la línea de la AFIP, que responde a Guillermo Michel y a Sergio Massa, uno de los jinetes. Sin mencionar que muchos de sus diputados nacionales y provinciales vienen del palo de los «jinetes».
Se aturde por el silencio sobre Gerardo Morales, pero no mencionó las causas de corrupción abiertas de CFK que podrían recuperar 9000 millones de dólares, 2 puntos del PBI y no dijo nada de que la UIF o la OA vayan a impulsarlas en la justicia para decomisar ese dinero, entre tantos «curros de la casta» que dice haber encontrado.
No mencionó ninguna investigación sobre las Siras, la Aduana o Aysa, de la gestión anterior, y se conforma con citar una investigación de seguros del Banco Nación, que no roza a los amigos que lo ayudaron a llegar al poder como Sergio Massa y Guillermo Michel.
La investigación que no roza a los amigos
La investigación de la que se ufana Milei fue iniciada por Osvaldo Giordano, quien ya no está en la Anses porque fue echado porque su esposa, la diputada Alejandra Torres, no votó la Ley Bases.
Se vanagloria por 50.000 planes sociales eliminados, pero no tocó aún 1.400.000 planes por invalidez que son truchos en un 90% y está lleno en todas las provincias como sistema clientelista por la cual muchos no quieren laburar en blanco.
El presidente Javier Milei dio un largo discurso contra la casta.
Los 10 puntos del Gran Acuerdo de Mayo son todas expresiones de Buenas Intenciones y no hay una palabra sobre educación, salud y sobre cómo hacer para recuperar a los jubilados, la pobreza y transformarla en oficios y proyectos de vida para que se puedan emplear en las futuras hipotéticas inversiones.
Anuncia como gran reforma la eliminación de Télam, totalmente innecesaria porque es un capital informativo del Estado que debe ser mejorado y bien administrado, pero no eliminado, dejando 700 familias en la calle que son argentinos de bien y que laburan muy bien, más allá de que existan ñoquis o camporistas a los que hay que echar.
Acusa a todos los periodistas de ser ensobrados (de quien si no hay pauta) pero tiene a los principales medios de comunicacion «estatizados» porque sus periodistas parecen perritos de taxi que mueven la cabeza ante todas las insensateces o insultos que pronuncia contra periodistas, actrices, cantantes, gobernadores o diputados.
No pidió perdon por ninguna agresión ni por descalificar como «nido de ratas» «basuras» «mierdas y soretes» al Congreso y a los gobernadores ni decirles «coimeros», sin dar nombres y apellidos. No solo eso, trató a los diputados y senadores de «ricos» y sobrevoló la idea de que prescindirá de ellos y de que gobernará por decreto si no le hacen caso. Mientras, le mandó señales a peronistas y gobernadores para el Gran Acuerdo de Mayo, hizo un inventario de malas políticas del pasado y de los jinetes del fracaso, como si el financiamiento de su campaña hubiera venido de Las Fuerzas del Cielo.
Nunca enfocaron a la oposición, siempre a los barras de aplaudidores oficialistas y a las galerías llenas de propios partidarios, tampoco hubo anuncios de proyectos inmediatos para promover la producción y las Pymes, que para él no existen, no habló de promover el trabajo, ni dijo cómo mejorará a los jubilados. Más allá del inventario de la herencia y los curros, ¿todo cómo sigue? No dio medidas concretas.
El mensaje subliminal de Milei
El mensaje subliminal es gobernar sin el Congreso. Ayer pudo ser el último día del Congreso. Gobernará por decreto. No mencionó proyectos de ley. La última prueba que tendrán es aprobar la Ley Bases a cambio de un plan canje de un acuerdo para un pacto fiscal y una reforma, que espera desde 1994, que probablemente los gobernadores encaren por cuenta propia porque quieren más recursos para todas.
Mientras, Martín Menem se desgastó las palmas para aplaudir, Victoria Villarruel casi ni aplaudió, con las manos debajo del estrado.
Milei prometió bajar la inflación y subir el empleo sin decir cómo lo hará.
Victoria Villaruel, Martín Menem, acompañan a Javier Milei en su discurso en el Congreso de la Nación.
Ahora los convoca a un acuerdo de 10 puntos que no preciso, habló de privilegios de casta y lo tenía sentado al lado a Martín Menem que nombró a su sobrino Federico Sharif, de 22 años, como director general de la secretaría privada de la Presidencia de la Cámara de Diputados por un sueldo de $2 millones mensuales.
Es cierto que hay que avanzar en las reformas previsional, tributaria y laboral, pero ese es un gran consenso al que todavía no pudo llegar por su mala praxis política, porque podría haber enviado tres proyectos de ley al Congreso y se hubieran votado.
Motosierra vs licuadora en la era Milei
Milei se jactó de que hubo más motosierra que licuadora, pero si bien nombró algunos recortes que son bienvenidos, no suman ni el 0,1 % del PBI con la motosierra. La licuadora está haciendo el trabajo con el 4,9% del PBI que lo ponen los jubilados y trabajadores que ya perdieron el 50% de su poder adquisitivo con la devaluación, la liberación de combustibles, prepagas, precios y tarifas, en solo 82 dos días de gobierno.
Mientras que la motosierra todavía se olvidó de las exenciones impositivas de sectores privilegiados que podría reducir (no eliminar atención, reducir), y ya no habla de los fideicomisos porque se dio cuenta de que no se pueden eliminar de un plumazo, porque tienen créditos otorgados y programas en ejecución que no se pueden cortar de un día para otro. Los fideicomisos fueron el tema por el cual él mismo retiro la ley Bases, ya que no se lo querían votar. Tanto lío y no se podían eliminar…
Ni siquiera el FISU de Grabois van a eliminar. Lo mencionó entre los jinetes, pero todavía no hay ninguna denuncia que lo impute por ese tema. Muchas denuncias de pico para los jinetes pero ninguna en la justicia. Muchos jinetes fueron sus socios o padrinos.
Se ufanó de cortar la obra pública y esa motosierra les pasó por encima a 150.000 trabajadores de la construcción que ahora quedaron en la calle y una empresa como Acindar que paraliza su producción por un mes con 6000 trabajadores en suspenso, con una cadena de Pymes proveedoras que se resienten y miles de automotrices, empresas y pymes en el país que piden facilidades para subsistir y suspenden, despiden o dejan de tomar trabajadores.
Juan Grabois, uno de los «jinetes» nombrados por Milei en su discurso.
O como el caso de Paramount Argentina, que echó en Miami a 800 argentinos que trabajan para la Argentina. Milei supo construir de este fracaso productivo y microeconómico un discurso que apeló a la épica de la exaltación de la macroeconomía a cualquier costo y le pretendió dar una mística patriótica a la recesión, a la inflación galopante y a la parálisis con sufrimiento de todos.
Para eliminar la inflación, había que provocar recesión
Dijo que en campaña el había prometido sufrimiento y altas tasas de inflación para combatir la herencia, pero lo que uno recuerda era una «motosierra sobre la casta», eliminación de privilegios, y un bienestar para los argentinos de bien con una mentirosa dolarización, de la cual hoy no dice una palabra. Nunca dijo que para eliminar la inflación había que provocar una altísima recesión, desempleo con inflación.
Prometió cortarse un brazo antes de subir impuestos y los subió, y no devaluar el peso para no obligar a los pobres dejar de comprar alimentos o «la morfi». Prometió eliminar los cortes y piquetes pero el país se llenó de piquetes y no alcanza el protocolo para detenerlos.
El discurso fue la épica del sufrimiento, la recesión y la inflación, con galerías plagadas de nuevos jóvenes camporistas libertarios que aplauden cada frase como si fuera un gol de Messi, los cuales fueron prolijamente invitados sin dejar pasar invitados de otro color político. Ahora los trolls pasaron a ser militantes rentados y aplaudidores.
El gran pacto es un compendio de buenas intenciones sin especificar el cómo. Eso sí, quien tenga dudas o no quiera firmarlo será acusado de ser un jinete del fracaso y estar contra la Patria. No se entiende cómo pretende recortar en un gran pacto 25% del PBI, porque ni siquiera se lo pide el FMI, y eso no sería posible sin un gran recorte del sistema previsional. EE.UU. y el Fondo le pidieron que preserve a los más vulnerables.
¿Qué está buscando, eliminar jubilados por decreto?. Atención, todo es posible. Después de todo, el Gran Pacto salvador se hará en Córdoba porque Conan es cordobés.