El ministro del Interior, Guillermo Francos, ratificó que el Gobierno prepara un nuevo decreto de necesidad y urgencia para disponer que las jubilaciones y pensiones se actualicen por inflación a partir de abril. A su vez, aseguró que se aplicará un ajuste del 12,5 por ciento para «compensar» la pérdida de poder adquisitivo que los haberes sufrieron en enero, aunque la inflación de ese mes fue de 20,6 por ciento, sumado al 25 por ciento de diciembre y el 13,2 por ciento de febrero.
«El Gobierno va a sacar una fórmula de ajuste de las jubilaciones que es lo máximo que podemos dar en función de los fondos que tiene para esto. Es que los recursos para los jubilados están requebrados», argumentó el funcionario.
Y explicó: «Desde el 1 de abril, los haberes previsionales se van a ajustar por IPC. Mientras, de enero a marzo se va a seguir aplicando la fórmula que se venía utilizando más un 12,5 por ciento«.
«Las jubilaciones se venían ajustando por una fórmula que no refleja el incremento total del costo de vida. Y a eso le sumamos el 12,5 por ciento», añadió.
El Gobierno había dejado trascender este jueves que implementaría por decreto una nueva fórmula jubilatoria que comenzará a regir a partir del mes próximo para cobrarse en mayo. Pero esta confirmación se hizo horas después de que el vocero presidencial, Manuel Adorni, descartara que la actualización se hiciera a través de un DNU.
«Por ahora, la fórmula por DNU no es una alternativa porque creemos que el debate es algo que se debe dar entre todos los sectores, que debe dar la política», sostuvo el portavoz en su habitual conferencia de prensa este martes en Casa Rosada.
La intención inicial del gobierno era que la nueva fórmula se aprobara por ley para que tuviera mayor legitimidad. De hecho, el 14 de marzo filtraron un nuevo borrador del proyecto de Ley Ómnibus que incluía un apartado destinado a la actualización jubilatoria. Allí se planteaba introducir una actualización mensual por IPC a partir de abril más un 10 por ciento por única vez, que ahora podría llegar hasta un 15 por ciento.
En las negociaciones iniciales la oposición dialoguista reclamara que ese porcentaje fuera al menos del 20 por ciento y otros reclamaban que se compense toda la pérdida del primer trimestre. Los legisladores argumentaban que 10 por ciento era insuficiente si se toma en cuenta que el ajuste que recibieron los jubilados en el primer trimestre fue de 27,2 por ciento contra una inflación que podría llegar al 60 por ciento en tres meses. Si se confirma el 60 por ciento, para lo cual falta conocer la inflación de marzo, la pérdida sería de 32,8 puntos porcentuales y el gobierno compensaría 15 puntos en el mejor de los casos. El resto forma parte de la licuación que ayudó a lograr el superávit financiero en el primer bimestre.
Como la negociación con la oposición permanecía trabada, el Gobierno busca saltear el debate parlamentario e ir por su herramienta predilecta, el DNU.