Había pasado muy poquito en Monterrey. Pese a tener la ventaja en la serie, Rayados tenía la iniciativa con un par de chances claras para abrir el marcador. Había respondido Lionel Messi para Inter Miami con un zurdazo que se fue rozando el travesaño. Hasta que a los 31 minutos, el arquero visitante Drake Callender quiso salir jugando e, inexplicablemente, le entregó la pelota en los pies al delantero Brandon Vázquez, que solo tuvo que empujar al gol para poner el 1-0.
Como en tantas otras oportunidades durante esa primera mitad, los tres centrales que plantó el entrenador argentino Gerardo Tata Martino intentaban controlar la posesión de la pelota. Ante la presión de Monterrey, en varios pasajes, involucraron también a Callender en ese circuito de pases.
El principal error del arquero del Inter Miami fue dudar, se empezó a quedar sin opciones de pase, quiso arriesgar buscando a Sergio Busquets, que encima ingresaba al área de espaldas y presionado, pero terminó Vázquez adivinando la intención de su rival para quedarse con la pelota y definir, amague mediante, al 1-0.
Callender había tenido dos buenas intervenciones cuando le tocó hacer el rol que más conoce, el de atajar. Primero fue un cabezazo a Luís Romo, en el primer palo, y después ante un intento del argentino Germán Berterame de media distancia.
Era el panorama más que favorable para Monterrey en esta revancha de los cuartos de final de la denominada Concachampions, en el que pasaba a dominar 3-1 el global de la serie, que incluso en caso de empate tendrá a los goles de visitante como criterio de desempate (salvo que se repita el resultado de la ida, cuando habrá alargue).