jueves, 19 septiembre, 2024
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Más ahorristas abandonan el plazo fijo, que ahora deja renta negativa en dólares

Se acabó lo que se daba: después de haber batido un récord en febrero pasado -cuando dejó una tasa dolarizada positiva de 27% en apenas un mes-, ahora el plazo fijo volvió a dejar rendimientos negativos, medidos en dólares.

Esto ocurre por la combinación de una tasa de interés nominal en caída, frente a un dólar paralelo que abandonó su letargo y empezó a moverse. Es un mix que lleva a que, cuando se saca la cuenta de cuántos dólares tiene el ahorrista después de un mes de haber dejado el dinero en el banco, el resultado sea inferior al del momento en que se realizó el depósito.

Hablando en números, si alguien depositó hace un mes $100.000 en un plazo fijo a 30 días, ese monto equivalía a u$s96,60 -tomando como referencia el blue del 22 de abril, que al tipo de cambio vendedor cotizaba en $1.035-. En aquel momento, la tasa todavía remuneraba un 5,8% en los principales bancos, algo que entonces lucía bajo, en comparación con el 9% que regía en el verano, pero que impresiona por lo alto en comparación con el ínfimo 2,3% que se remunera hoy.

La cuestión es que, aquellos $100.000 de fines de abril, hoy se convirtieron en $105.800 al momento de su vencimiento. Pero, cuando se quiere convertir esa suma en dólares, lo que queda en el bolsillo es apenas u$s89,60. En otras palabras, el ahorrista que mide sus patrimonio en dólares tuvo una pérdida de 9,5% en apenas un mes.

Y la perspectiva es peor para quienes renovaron sus plazos fijos después del 25 de abril, cuando ya la tasa había sufrido un recorte, que la había llevado a 4,3%. En ese caso, el ahorrista tendrá su fecha de vencimiento la semana próxima, y suponiendo que el blue se quedara en su nivel actual durante toda la semana, igual tendría una pérdida de 9%, medida en dólares.

Ni hablar de lo que les espera a quienes hayan renovado un plazo fijo después del 2 de mayo. Con ese nuevo recorte, la tasa nominal quedó en apenas un 3,5%. Para no perder plata -siempre midiendo el resultado en dólares-, necesitarían que en las próximas dos semanas el blue cayera desde su nivel actual un 11% hasta ubicarse en $1.076, algo que luce muy improbable. Y si el blue se mantuviera inmóvil en su nivel actual durante dos semanas, entonces la inversión habrá arrojado una pérdida de 10,8%.

Con el movimiento alcista del blue, el retorno de los plazos fijos volvió al terreno negativo

Con el movimiento alcista del blue, el retorno de los plazos fijos volvió al terreno negativo

El arma de doble filo de Caputo

La explicación es simple, y es la misma que aplicaba a las grandes ganancias que se habían registrado a principios de año: la diferencia de velocidad entre la tasa de interés y el dólar. En momentos en que el dólar está quieto, toda tasa en pesos se convierte, automáticamente, en una rentabilidad en dólares.

Pero, ante un movimiento alcista de la divisa en el paralelo, la ganancia se esfuma rápidamente. Es lo que lleva a que hoy en el mercado financiero se haya instalado la preocupación sobre si los ahorristas se quedarán en el plazo fijo o si sacarán sus ahorros para buscar otro refugio.

Después de todo, el propio ministro Luis Toto Caputo había planteado ante sus críticos el argumento de que no había problema con disminuir la tasa nominal hasta la zona negativa -es decir, donde el ahorro pierde contra la inflación- siempre y cuando se cumpliera una condición: que el resultado final siguiera siendo positivo, medido en dólares.

Al referirse al precio del dólar Caputo hablaba sobre el oficial, que se mueve a un ritmo pre-establecido de 2% mensual. Eso convierte a toda tasa mayor al 2% en positiva -incluyendo a la actual, que después de su cuarto recorte en menos de un mes quedó en un 2,3%. Pero los pequeños ahorristas, a quienes les está prácticamente vedado el acceso al dólar oficial, se acostumbraron a que el tipo de cambio relevante es el blue, el único libre de toda regulación y que permite una liquidez automática en billetes verdes con la cara de George Washington.

Y el problema es que el blue se volvió a mover, y entre los motivos que señalan los expertos del mercado para esta suba se encuentra, precisamente, la propia baja de las tasas, que están llevando a una migración desde las colocaciones en pesos a la cobertura dolarizada.

Es lo que lleva a muchos a preguntarse si, tal vez, la suba del paralelo pueda haber sido un efecto buscado deliberadamente por Caputo, como forma de acelerar la liquidación de la exportación agrícola, que viene a un ritmo más lento del esperado, porque los productores no ven incentivo en el actual esquema cambiario.

Pero no falta quienes afirman que la baja de tasas es un arma de doble filo, porque en el afán de marcar un sendero de desinflación, el gobierno está arriesgándose a una volatilidad del dólar que se le pueda volver en contra.

El ministro Luis Caputo justificó la baja de tasas con el argumento de que, de esa manera, se neutraliza una fuente de expansión monetaria

El ministro Luis Caputo justificó la baja de tasas con el argumento de que, de esa manera, se neutraliza una fuente de expansión monetaria

El ministro se defiende con el argumento de que la baja de tasas es virtuosa, porque al recortar el pago de intereses por pasivos del Banco Central, se neutraliza una de las principales vías de expansión monetaria.

«Increíblemente hay algunos colegas que no solo no lo entendieron cuando lo hicimos, sino que todavía hoy no lo entienden, aún con los beneficios a la vista. Si hubiéramos puesto tasa de interés real positiva, probablemente estaríamos inmersos en una expectativa hiperinflacionaria, sería imposible salir del cepo dado los 40 billones adicionales de pasivos remunerados, y para coronarla, todo el mundo estaría hablando del ‘carry trade’«, comentó Toto en las redes sociales.

Un cambio de tendencia de los ahorristas

En todo caso, lo que está quedando en claro es que la conducta de los ahorristas puede estar en un nuevo punto de inflexión.

Hasta ahora, uno de los mayores motivos de satisfacción para Caputo es que, contrariando lo que habían pronosticado sus críticos, no sólo no hubo una disminución en el volumen de dinero depositado en plazo fijo sino que, en abril pasado, las colocaciones crecieron un 21% mensual real. A su vez, el volumen de marzo había sido un 5,6% mayor al de febrero, cuando se cortó la racha de seis meses seguidos de caída de depósitos.

Sin embargo, en los bancos comentan que en mayo se empezó a notar un cambio de tendencia.

«Hubo un poco menos de renovación de plazos fijos en el segmento de individuos en las últimas semanas, en coincidencia con los recortes de tasas. Mientras tanto, la gente sigue trayendo dólares a los bancos, así que estamos entrando en una dinámica nueva», afirma -off the record- un ejecutivo de uno de los mayores bancos privados de plaza.

Sin embargo, en el sistema financiero no transmiten una sensación de alarma por esta situación. Más bien al contrario, consideran que se está ingresando en una fase más sana del negocio bancario, en el que lo que traccionará el volumen del ahorro en plazo fijo será la demanda de crédito y ya no la búsqueda de renta en las colocaciones en los pasivos remunerados del Banco Central.

Pese al entorno recesivo, en abril los préstamos a las empresas se mantuvieron estables respecto del mes anterior. Y en el rubro del consumo, después de una seguidilla de cinco meses de caída, hubo un aumento del crédito -un 0,9% mensual real-. Los economistas interpretan este dato como un posible indicador de que el desplome en el consumo está llegando a su piso y ya haya empezado a rebotar.

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