Errar un penal entra dentro de la lógica. Pasa todas las semanas en el fútbol profesional, en las ligas amateurs y, obviamente, en los picados entre amigos. Ocurre, y es historia conocida, hasta en la final de un Mundial (teléfono para Coman o Tchouameni). Le puede pasar a cualquiera. Vale el ejemplo trillado: Diego Maradona falló cinco seguidos. Con la 10 de Boca. Y nada pasó. Nunca dejó de ser El Diego. La vida sigue. Y sigue porque es un juego. Aunque también hay penales que ponen mucho más en juego que un resultado. Un error te puede dejar sin comer. A vos y a los tuyos.
Y eso ocurre en los potreros. En el mismo lugar donde se forjaron muchos que hoy brillan y son ricos y famosos hay un inframundo. Son los torneos de penales por plata. Se trata de una práctica extendida a lo largo de la Argentina que se multiplica en el Gran Buenos Aires y que desde hace poco tiempo se replica con fuerza en la Ciudad.
La porteña Ciudad Oculta se convirtió en el lugar donde cientos de jugadores van en busca de la gloria. Y la gloria acá no es simplemente levantar una copa. La gloria es ganar -ya sea pateando, atajando y también apostando- para llevar un mango extra a sus casas. Y allí fue Clarín para ver cómo es ese universo.
Maikel Jerez nació hace 52 años en Laferrere, en la zona Oeste del GBA. Asegura que, cuando era joven, ganó cinco veces el campeonato de penales que se organizaba en Mariano Acosta, una localidad del partido de Merlo. Y cuenta que en ese escenario se dio el lujo de competir con figuras del profesionalismo como Néstor Ortigoza, Juan José Serrizuela y Cristian Fabbiani.
Jerez supo ganarse la vida pateando penales. Hoy, ya retirado de la actividad, trabaja como chofer en una empresa de servicio de transporte de pasajeros. Además de los torneos de penales, organiza un torneo de fútbol en Santa Teresita del que participan entre 80 y 120 equipos. Se encarga también de la organización de la Copa Argentina de Potrero.
“En Ciudad Oculta no se cobra entrada. Es público… Pero hay algunos lugares que son canchas cerradas y se cobra una entrada de 500 o 1000 pesos más o menos. La inscripción, además, es de 5 mil pesos por pareja pareja”, le cuenta Jerez a Clarín
De acuerdo con los reglamentos que nunca se escribirán de los torneos de penales, son casi siempre dos las personas que se encargan de organizar de estos torneos.Ellos se quedan con un 30 por ciento de lo recaudado mientras que el premio es el 70 restante. «A veces te podés llevar unos 700 mil pesos». Hay un cita programada para todos los viernes y en Ciudad Oculta se hace una vez al mes.
El formato es bastante fácil: todos contra todos, las parejas van quedando eliminadas, se pueden inscribir solos o en parejas, son tres series de tres penales y en caso de haber empate se elige al ganador lanzando una moneda.
Duración y reglas de los torneos
“Si tenes un solo arco te lleva más tiempo, capaz hay lugares que cuentan con dos o tres y va mucho más rápido. El torneo arranca a las 21 y termina a las 6 de la mañana”, cuenta Jerez y agrega que cualquiera puede ir a verlos y que de hecho se suelen acercar personas de muchas zonas para presenciar los campeonatos.
“La edad de los que participan está arriba de los 14 años”. Los jóvenes a esa edad ya empiezan a practicar el arte de saber patear o atajar un penal y también puede significar un sustento económico. En algún momento quisieron empezar a hacer torneos femeninos, pero como la concurrencia era baja decidieron cancelarlo.
En el profesionalismo las nuevas reglas dicen que el arquero debe mantener un pie en la línea a la hora de atajar y que el pateador no puede amagar. Sin embargo en los torneos esto no es así, se le permite al arquero dar un paso hacia adelante. “El pateador puede amagar, dependiendo el amago, y nosotros como veedores chequeamos si está correcto o no”, enu,era el organizador.
Jerez también explica que han ido cambiando el formato. “Hoy es un todos contra todos, pero han cambiado las reglas. Antes la pareja se podía anotar una sola vez y ahora es libre, te podes anotar ocho veces si querés. Había torneos relámpago que se podían anotar una sola vez y como aparecían penaleros buenos a los que no se le podían ganar cambiaron las reglas”.
Siempre hay una primera vez
Bajo el viejo formato empezó a participar Jerez y recordó: “Mi primera participación fue hace 25 años más o menos en Mariano Acosta con 200 parejas. Ahí te podías anotar una sola vez. Eras campeón si eras bueno sino te quedabas afuera” y agregó que allí salió varias veces victorioso.
“En Mariano Acosta gané cinco veces seguidas, estaba en mi mejor momento. Tengo ocho maneras de patear: puedo patear abajo a la derecha, abajo a la izquierda, a los dos ángulos, al medio, arriba. Puedo patear con pausa, con empeine. Siempre depende el arco y depende del arquero, si te dedicás a eso vas estudiando todo”.
Cuanta gente asiste a estos campeonatos
Estos torneos despiertan el interés de la gente no solo de la zona, sino de varios lados. Dependiendo del torneo es muy posible que vaya mucha gente. “Yo he hecho acá en mi barrio y he metido en una cancha de cinco unas 1.200 personas que estaban dentro de la cancha y arriba de los techos”, explica el pentacampeón.
Es un lugar donde también han participado jugadores que asoman en Primera o algunos otros que ya estaban consagrados. Jerez cuenta que tuvo una «cierta rivalidad» con Ortigoza cuando el mediocampista estaba en Argentinos Juniors y se hacía un tiempo, bajo estricto secreto, para participar.
“Ortigoza en su plenitud en Argentinos Juniors venía con Leandro Fleitas a jugar en José C. Paz y nos sacábamos chispas. Después iba al barrio de él, que era el Ferrocarril de Merlo, ponían cuatro arcos y siempre llegábamos a las finales los dos”.
Ya en este siglo, Jerez tuvo la posibilidad de jugar con Juan José Serrizuela, que por entonces estaba en Quilmes. Pero en esa ocasión le tocó perder. Otro jugador del profesionalismo con el que se midió fue con el actual técnico de Deportivo Riestra, Cristian Fabbiani, cuando el ex River era DT de Deportivo Merlo.
“No me acuerdo si me ganó, le gané o salimos empatados porque hicimos más amistad que otra cosa con El Ogro”, recuerda entre risas. Y agrega: “Otro de los que pasó por los torneos de penales fue José Luis Garrafa Sánchez y era muy bueno, después Gabriel Florentín de Argentinos Juniors. Pasaron muchos por acá y a la gente le encanta jugar con un jugador de primera”.
Otro de los que participó es el ex arquero de River Plate, Leonardo Díaz, quien le tocó debutar contra Boca en La Bombonera el 16 de mayo de 2021 por la Copa de la Liga en los últimos meses de la pandemia. El hoy arquero de Nueva Chicago participó de estos torneos de penales en Ciudad Oculta y hasta se consagró en uno.
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La historia del pibe que fue figura de River en la Bombonera.
Sin embargo Jerez considera que ser un jugador de Primera no te asegura patear bien los penales. “Porque es algo totalmente diferente. Lo mismo corre para los arqueros: no hay muchos en Primera que atajen penales. Se trata de una cuestión psicológica».
Vivir de los penales y… de las apuestas
“Yo sacaba fiado toda la semana y el sábado me iba a pagar con lo que ganaba en los penales. Hay mucha gente que depende de esto, pero bueno también hay apuestas de todo lo que uno se pueda imaginar”, explica Jerez. Por otro lado, también hay gente que llega a vivir de estos torneos: “Todo el mundo que va a ver los torneos apuesta. Apuesta a uno o apuesta a otro. Nosotros somos veedores de eso y también de que no haya ningún problema”.
“Tengo compañeros que se han quedado sin trabajo y empezamos a recorrer el país. Fuimos a jugar a Rosario, a Córdoba, a Santiago del Estero y la gente del interior se prende mucho. Los santiagueños están bastante avanzados en el tema de patear penales porque allá capaz hay 100 equipos que juegan cinco minutos y se definen todos por penales”, explica Jerez.
La gente necesita tanto de estos torneos de penales que durante la pandemia no frenaron. Mientras el mundo estaba parado ellos seguían pateando. «En la pandemia fue complicado porque no se podía hacer nada, pero como esto no para nos íbamos a algún predio grande y jugábamos a los penales«.
En cuanto a las apuestas explica que no suele haber altercados en los torneos más allá de algún espectador pasado de copas que se pueda confundir por el resultado de alguna jugada. Como Jerez y su equipo son tan reconocidos en el circuito, su palabra es sagrada. “Puede haber un penal que picó adentro o picó afuera, la atajó adelantado o no y nosotros resolvemos y nadie dice nada”.
En Ciudad Oculta, se jactan, están muy conformes con los torneos. “Capaz los vecinos no están de acuerdo con los torneos al cien por ciento, pero en un 80% sí porque la realidad es que como es una cancha en medio de una zona marginada hay muchos chicos que viven en la calle y en la cancha los contenemos, les enseñamos un poco de fútbol y por lo menos se entretienen. La mayoría de la gente está de acuerdo. Capaz hay alguien que está comiendo y puede ligar un pelotazo de tanto en tanto”, bromea Jerez.