El presidente Javier Milei emitió un nuevo ataque contra la prensa este martes por la mañana. Fue cuando tomó un mensaje que había escrito más temprano la diputada nacional Lilia Lemoine, una de sus más cercanas en la Cámara baja, y denunció que a la legisladora la hostigan. El mandatario cuestionó asimismo cómo se manejan los medios con él y apuntó otra vez contra María O’Donnell.
La crítica del Presidente se conoció luego de que a las 7.15 Lemoine publicara una captura con llamadas perdidas a su celular: a las 7.08, a las 07.11, a las 07.22 y a las 08.18. “María O’Donnell es mi despertador privado”, escribió la diputada, para endilgarle las comunicaciones a la periodista de Radio Urbana Play.
Tras ello la dirigente oficialista dijo: “Hay que estar del tomate para ser de La Libertad Avanza (LLA) e ir hoy en día a ciertos programas. No tan terrible como ir a desfilar por C5N, pero ahí anda” en un intento de justificar por qué no salía al aire con la conductora y luego de haber arremetido contra sus compañeras de bloque Lourdes Arrieta (a la que echarían este martes) y Rocío Bonacci por las entrevistas que le dieron el lunes a Jorge Rial en Argenzuela.
A estas quejas de Lemoine se sumó después Milei, que en reiteradas oportunidades ya la tuvo a O’Donnell como blanco de sus achaques a la prensa. “Así es el hostigamiento de algunos periodistas. No tienen el más mínimo respeto”, planteó el Presidente. “En mi caso debí soportar el acoso y persecución de un periodista que llegó a llamar 30 veces por día durante una semana a uno de los veterinarios de mis hijitos”, dijo, sin dar nombres, y en relación con sus perros.
Para cerrar, Milei acotó: “Y cuando uno los expone lloran…”.
Luego de estas expresiones, O’Donnell salió a defenderse con una respuesta directa a la diputada nacional. “Yo estoy al aire a esa hora, deben ser llamados desde el teléfono de producción, pero responden a mis pedidos para ver si logramos una nota con Lilia Lemoine”, justificó la conductora de De Acá en Más, que indicó también: “No veo nada malo en intentarlo”.
En las últimas semanas el Presidente atacó a decenas de periodistas y medios, entre ellos, a LA NACION y a trabajadores de esta empresa como Joaquín Morales Solá, Carlos Pagni y Jorge Fernández Díaz.
El mandatario incluso fue directamente contra este medio de comunicación el fin de semana en una entrevista en Radio Mitre, en el momento en que intentó defender el pliego de Ariel Lijo para la Corte Suprema de Justicia. Convencido de que el juez federal es “el único que puede viabilizar” la reforma que su gobierno quiere implementar sobre el sistema judicial, Milei sostuvo contra LA NACION: “Entiendo que el señor Saguier puede tener problemas, que le caiga mal Lijo vaya a saber uno por qué tema, y lo opera todo el tiempo desde sus esbirros mediáticos dentro del diario. Me imagino que el difunto Bartolomé Mitre bastante mal se sentiría de ver en qué se convirtió ese diario. Las mismas cosas que usted le puede achacar a Lijo se las puede aplicar a todos, si fuera por eso… Ahora, digamos, de vuelta: concretamente, el diario LA NACION tiene una posición… Entonces, bueno, habría que preguntarle a Saguier cuál es el problema que él tiene por el cual opera tanto en contra de Lijo”.
En medio de estos comportamientos, el Presidente ya recibió varios llamados de atención de entidades del periodismo como FOPEA y Adepa, pero hizo caso omiso, al igual que su vocero Manuel Adorni.
Además, la semana pasada la diputada nacional libertaria Romina Diez publicó en redes sociales la dirección de la casa del periodista de LA NACION Germán de los Santos, que fue entendida por Fopea como un “intento de amedrentar” al cronista y una “deliberada acción de exposición de personas al peligro”.
“La irresponsable de la diputada libertaria Romina Diez publicó una carta documento que me mandó donde se veía mi dirección. Le dije que era temerario porque fui amenazado por las investigaciones que hice a narcos. Eliminó el tuit, pero era tarde. Si pasa algo ella será la responsable”, escribió De los Santos el viernes pasado.
LA NACION