No hace falta mencionar el fenómeno que generó Franco Colapinto en la Argentina desde su llegada a la Fórmula 1. Pero ese exitismo que a veces solemos mostrar como sociedad con los ídolos deportivos nos puede hacer perder el foco de la realidad. Por eso Clarín charló con periodistas extranjeros que cubren todo el año la categoría más importante del automovilismo mundial, algo así como los corresponsales del Mundo F1.
Previamente, Felipe Mc Gough, empresario argentino ligado al mundo del deporte motor y uno de los que más conoce el circo de la categoría desde adentro, había contado que en el paddock “todo el mundo habla de Franco”. Los comentarios recibidos de otros colegas van en esa línea.
“Técnicamente en la primera carrera me sorprendieron cosas que me hacían pensar que Franco estaba ya en Fórmula 1 desde hace diez años”, le puntualizó a este diario Luis Manuel López, comentarista mexicano de televisión. Para Chacho, como es más conocido, “la presión nunca fue presión para él. Que tú sabes lo demoledor que es este deporte mentalmente”.
Pero lo que más lo sorprendió fue cómo gestionó el neumático en la primera carrera que corrió, en Monza: “Sin haber manejado el auto y sobre todo sin haber manejado ese tipo de neumáticos en su stint definitivo de manejo al neumático duro, que es el más difícil, le metió 40 vueltas como el ganador de la carrera. Eso te habla de que naturalmente él sabe hacerse al coche y eso en Fórmula 1 es muy difícil”.
Para López, que destaca la determinación mental con la que vienen hoy los pilotos jóvenes, “es la gran fortaleza que tienen los pilotos de esta era contra aquellos pilotos que llegaban con muchos compromisos en los 90, que no querían dañar el coche para nada y que no querían quedar expuestos. Y ahora veo que Franco llega con todas las cartas en la mano, porque él sabe que su futuro depende de él y nada más. Entonces eso a mí me parece muy bueno”.
El mexicano lo define como “un piloto fresco, un piloto muy joven que está obviamente viendo lo que va a ser su futuro” y reconoció que al establishment de la prensa que cubre la F1 “no le cae bien cuando un piloto no llega siendo campeón de la Fórmula 2 o cuando el piloto no tiene, digamos, los triunfos que sí tienen otros”.
Sin embargo, resaltó que ha “escuchado algunos colegas europeos que desconfían que Franco tenga el empaque para para sostenerse en la Fórmula 1. Te lo digo, te lo digo sin ningún afán de de quedar bien con nadie: Franco es un piloto de Fórmula 1, no es un piloto de Fórmula 2, es un piloto de Fórmula 1 y lo demostró”.
En una linea similar figura la opinión de Diego Mejía, colombiano también comentarista de televisión, que lo definió a Colapinto como “un piloto muy rápido, muy talentoso, de esos que pueden encontrar el límite bastante rápido, sin demasiadas vueltas”. Pero también reconoció que “dar el rendimiento que ha dado aquí en Fórmula 1 desde la primera vez, no era imaginable que fuera a ser así”.
Mejía lo viene viendo al piloto argentino desde hace tiempo, ya que también estuvo en coberturas de Fórmula 3 y Fórmula 2. Por eso “sabía por lo que había hablado con él en el pasado, que hay cosas que lo favorecían para poder rendir como lo ha hecho específicamente con esos coches. Y al final lo que más pesa hoy en día, y es algo que está quedando bastante claro: para rendir en Fórmula 1 se necesita un talento natural como el que tiene Franco, que se adapta muy fácilmente”.
El colombiano fue tajante al referirse al futuro del piloto argentino: “Sus actuaciones le están garantizando un futuro en la Fórmula 1. Será el futuro de Latinoamérica en la Fórmula 1”.