Se comparará lo que hizo Peñarol este miércoles en Montevideo con lo que padeció River 24 horas antes. Aunque para ambos el desenlace fue el mismo, los matices fueron diferentes. Porque el conjunto uruguayo cayó de pie ante sus hinchas, después del 0-5 que sufrió en la ida, con un triunfo por 3 a 1 que igualmente clasificó a Botafogo de Brasil a la final de la Copa Libertadores, donde se medirá a Atlético Mineiro, el 30 de noviembre en el estadio Monumental de Buenos Aires.
Y los dirigidos por Diego Aguirre lo hicieron incluso jugando con un jugador menos durante gran parte del segundo tiempo. Después de los vaivenes de la previa, que obligaron a mover la localía del estadio Campeón del Siglo al Centenario, Peñarol jugó decidido a quedar cerca del milagro. Y mientras River no pudo convertir un tanto en 180 minutos, para el ‘Manya’ fue un triunfo de credenciales.
Los goles aurinegros fueron marcados por Jaime Báez, a los 30 y los 55 minutos, y Facundo Batista a los 89, mientras que el argentino Thiago Almada, a los 88, descontó para el Fogao, que disputará la primera final de Libertadores de su historia.
Fundado en 1904, dos veces campeón de Brasil y ganador de una Copa Conmebol, el conjunto en el que comenzó su carrera como futbolista Garrincha y en el que la cerró Mário Lobo Zagallo ya agendó su próxima cita: será ante Atlético Mineiro el próximo 30 de noviembre.
Necesitado de un milagro para avanzar a la final, Peñarol salió a atacar desde el minuto uno y empujó contra su arco a un equipo que guardó a cuatro de sus principales figuras: el argentino Alexander Barboza, Almada, Luiz Henrique e Igor Jesus.
Un golazo de Jaime Báez a los 30 minutos de la primera parte inauguró el tanteador y encendió las esperanzas de los fanáticos uruguayos.
Inmediatamente, Rodrigo Pérez estrelló el balón contra el travesaño en una de las tantas que generó el once dirigido por Diego Aguirre.
Finalizada la primera mitad, una agresión de Washington Aguerre a John le costó la tarjeta roja al arquero de Peñarol, situación que complicó al local y que se emparejó a los 69 minutos cuando Mateo Ponte fue expulsado en el visitante.
Otro golazo de Báez cuando corrían 66 minutos ilusionó aún más al Aurinegro, que se volcó al ataque y tuvo algunas situaciones claras para poder aumentar su ventaja.
Ya sobre el final y cuando Peñarol estaba totalmente volcado al ataque, un contragolpe encabezado por Thiago Almada y Marlon Freitas se transformó en gol del campeón del mundo con Argentina y Botafogo le bajó definitivamente la cortina al juego.
Sin embargo, hubo tiempo para más y Peñarol encontró a los 89 minutos el tercero por intermedio de Facundo Batista, quien en un mano a mano frente al arquero rival decretó el 3-1 final.
De esta forma, el cinco veces campeón de la Libertadores se despidió del certamen con la frente en alto y Botafogo, actual líder del Brasileirao, celebró en Montevideo la clasificación a una final en la que intentará conquistar el certamen continental más importante a nivel de clubes.
La sexta final entre equipos brasileños
Atlético Mineiro y Botafogo disputarán el título de la Copa Libertadores 2024, el 30 de noviembre en Buenos Aires.
El Galo vuelve a una final de Libertadores tras coronarse en 2013 de la mano de Ronaldinho Gaúcho, cuando el histórico crack brasileño regalaba sus últimas sinfonías como futbolista activo.
Para Botafogo, en cambio, la final de la presente edición representa su primera cita en la lucha por el título del principal torneo de clubes de la Conmebol en seis participaciones.
El duelo entre el Atlético Mineiro y el Botafogo será la cuarta final entre equipos brasileños desde 2020, solo interrumpida por la última entre Fluminense y Boca Juniors, y la sexta en toda la historia de la competición.