Después de la pandemia de COVID-19, el uso de motocicletas experimentó un aumento significativo en varios países, especialmente en América Latina. Con las restricciones de movilidad, el colapso del transporte público y el crecimiento del comercio digital, las motos se han convertido en una alternativa accesible y ágil para transitar. Este fenómeno en naciones como Argentina, Brasil, México y Colombia estuvo impulsado, además, por su asequibilidad en comparación con los automóviles y su utilidad en labores como los servicios de reparto.
De esta manera, estos vehículos se han consolidado como el medio de transporte predilecto para los deliveries, un sector que creció a pasos agigantados durante y después de la cuarentena. Gracias a su tamaño y agilidad, permiten una entrega rápida en áreas urbanas densamente pobladas, optimizando tiempos y costos. No obstante, si bien esta utilidad en el sector logístico ha llevado a muchas personas a adoptar las motocicletas como herramienta de trabajo, también ha tenido un impacto en la economía informal.
En Argentina, su crecimiento no se limita únicamente al ámbito laboral. Según datos de la División Motovehículos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), en septiembre de 2024 se patentaron 40.267 motos 0km, lo que representa un aumento del 15,7% en comparación con el mismo mes del año anterior, aunque tuvo una caída del 26.6% respecto al mes anterior de agosto.
Esta alza en la adquisición de motos es indicativo de una preferencia que se mantiene fuerte, a pesar de las fluctuaciones mensuales. Y es que el acumulado anual hasta septiembre llega a 339.195 unidades, apenas un 4,3% menos que en el mismo período de 2023, lo que muestra una recuperación sostenida en comparación con el mercado de autos, que ha tenido una caída más marcada.
A nivel de ventas, el mercado argentino está dominado por marcas reconocidas como Honda, Motomel, Gilera, Zanella y Corven. En septiembre, Honda lideró las ventas con 8.228 unidades, seguido de cerca por Motomel con 5.932 y Gilera con 4.592 unidades. La Honda Wave 110, con su economía y funcionalidad, se ha consolidado como la motocicleta más popular del país, logrando un 11.1% de participación acumulada en el mercado en 2024. Este tipo de motocicleta es particularmente popular entre quienes utilizan la moto para desplazarse en la ciudad, ya sea para trabajar o para tareas personales.
En este sentido, si se hace un desglose de los patentamientos de motovehículos en Argentina, las motos lideran con un total de 39.402 unidades, representando la mayor parte del total, seguidas por los scooters con 695 unidades. En comparación, las cifras para otros tipos de vehículos son mucho menores, con 42 cuatriciclos, 30 triciclos y 16 ciclomotores registrados. Además, se contabilizaron 82 unidades en la categoría “sin especificar”.
En cuanto a la distribución geográfica, la provincia de Buenos Aires concentra la mayor cantidad de patentamientos con 13.308 unidades, seguida por Santa Fe (4.346), Córdoba (3.748), Tucumán (2.177) y Chaco (2.124). Respecto al origen de los motovehículos importados, Brasil e India lideran con el 19% cada uno, seguidos por China y Alemania, ambos con un 18%, y Japón con un 7%.
Dentro de este escenario, el crecimiento del sector de motos en Argentina contrasta notablemente con el mercado automotriz. Mientras que las ventas de autos en septiembre ascendieron a 43.563 unidades, representando una subida interanual del 29,5%, el total acumulado en los primeros nueve meses de 2024 mostró una caída del 11,7% respecto al mismo periodo de 2023. Este declive en el mercado de automóviles, en contraste con la relativa estabilidad en las ventas de motocicletas, puede deberse en parte a factores económicos, como la inflación y la falta de acceso a préstamos confiables para muchos consumidores. Las motocicletas, al ser más económicas tanto en adquisición como en mantenimiento, resultan una opción atractiva en tiempos de inestabilidad económica.
Sin embargo, el uso de motos no está exento de desafíos y problemas que afectan tanto a los usuarios como a la seguridad vial. En el país, los accidentes de tránsito representan una preocupación constante y estos vehículos suelen estar involucrados en un alto porcentaje de estos incidentes. De acuerdo con la Asociación Civil Luchemos por la Vida, aproximadamente el 47% de las muertes en accidentes de tránsito corresponden a motociclistas y muchas de estas fatalidades están relacionadas con el no uso del casco o su uso incorrecto.
Asimismo, las estadísticas de la Agencia Nacional de Seguridad Vial indican que el uso del casco puede reducir en un 73% la mortalidad y hasta en un 85% el riesgo de lesiones graves. Estos datos subrayan la importancia de la protección adecuada, especialmente en un contexto en el que los motociclistas suelen ser una de las poblaciones más vulnerables en las carreteras.
Resulta que el casco no solo actúa como una barrera de protección, sino que absorbe la energía del impacto y distribuye la fuerza del golpe, previniendo así lesiones graves en la cabeza. Existen distintos tipos de cascos, pero los cascos integrales, que cubren tanto la cabeza como el rostro y el mentón, son los que ofrecen mayor protección. De hecho, un estudio de la Fundación Trauma reveló que el 31% de los traumatismos atendidos en hospitales argentinos corresponden a víctimas de accidentes de tránsito, de los cuales el 52% son motociclistas sin casco.
Además de los accidentes, otro problema alarmante es el robo de estos medios de transporte, que ha ido en aumento en los últimos años. Según un informe de Strix, el 63% de los robos de motocicletas denunciados en agosto de 2024 fueron realizados a mano armada, lo que supone un incremento en la violencia de estos delitos en comparación con años anteriores.
Este aumento del 18% en los robos de motos entre enero y agosto de 2024 se atribuye a la creciente actividad de grupos delictivos que ven en las motos un objetivo fácil y de alto valor. A diferencia de los autos, que suelen ser desmantelados para la venta de piezas, las motocicletas tienden a ser robadas en su totalidad, lo que representa un desafío particular para los propietarios y las autoridades de seguridad.
Es así como la popularidad de estos vehículos en Argentina y en América Latina siguen ganando terreno; aunque, aún así, este crecimiento también trae consigo desafíos significativos en cuanto a seguridad vial y prevención de delitos. La adopción de medidas de seguridad, como el uso del casco y la implementación de tecnologías de rastreo, son esenciales para proteger a los motociclistas y fomentar un uso responsable de este medio de transporte que ha llegado para quedarse en la vida urbana latinoamericana. (Fuente: El Mejor Trato)
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