Abu Dabi, 6 dic (EFE).- El monegasco Charles Leclerc (Ferrari), tercero en el Mundial de Fórmula Uno, que marcó el sexto tiempo en los entrenamientos libres para el Gran Premio de Abu Dabi, el último del año, declaró este viernes en el circuito de Yas Marina que «ha sido un día maravilloso al tiempo que duro», ya que fue sancionado, al cambiar por tercera vez este año la batería de su SF-24.
«Ha sido un día maravilloso, al tiempo que duro. La parte buena es que mi hermano Arthur y yo compartimos garaje por primera vez, ya que él disputó su primer entrenamiento libre con el equipo», comentó el mayor de los Leclerc, que hicieron historia este viernes al convertirse en la primera pareja de hermanos que rueda junta en el mismo equipo de Fórmula Uno. «Fue un momento increíble y único y lo disfruté realmente», añadió Charles, que se juega el segundo puesto en el Mundial con el inglés Lando Norris (McLaren), que le saca ocho puntos en un campeonato que hace dos semanas ya se anotó matemáticamente (por cuarto año seguido) el neerlandés Max Verstappen (Red Bull).
«Sin embargo, tuvimos un problema con mi batería por lo que perdí mucho tiempo en el primer entrenamiento, en el que sólo pude rodar una parte del mismo; a lo que hay que añadir la sanción», comentó Leclerc, que cuenta ocho victorias y 42 podios en la categoría reina, en la que ha firmado 26 ‘poles’.
A pesar del mal arranque del fin de semana desde su óptica, Ferrari -equipo en el que el monegasco es compañero del español Carlos Sainz- aún puede ganar el Mundial de constructores, en el que McLaren suma 21 puntos más que la escudería de Maranello.
«Estamos luchando por el título, así que esto nos sitúa en desventaja, ya que los McLaren (que marcaron los dos mejores tiempos del día) parecen rápidos», apuntó.
«Las cosas pueden cambiar deprisa de un lado hacia otro, sin embargo, así que tenemos que seguir encima de todas las cosas y no parar hasta el último instante», manifestó Leclerc, que este año ganó tres carreras: en Mónaco (ante sus compatriotas), en Monza (Italia) -donde Ferrari corre en casa- y en el Gran Premio de Estados Unidos, en Austin (Texas).
«Carlos (Sainz) y yo hemos pasado cuatro años geniales juntos y queremos acabar con estilo. Confiamos el uno en el otro para hacer realidad nuestro común sueño de ganar el Mundial de constructores, así que daremos todo lo que tenemos», manifestó Leclerc este viernes en Abu Dabi. EFE