jueves, 9 enero, 2025
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Ciudad retomó las obras en la cárcel de Marcos Paz para trasladar a presos porteños

A principios de diciembre, Macri preadjudicó el último tramo de la obra para completar la construcción del complejo penitenciario. Mediante una publicación en el Boletín Oficial, el Ministerio de Infraestructura le otorgó a la empresa Criba el desarrollo del 30% restante de la cárcel federal.

El desembolso para el «Completamiento y finalización del Complejo Penitenciario Federal VII – Localidad Ricardo Gutiérrez, Partido de Marcos Paz – Etapa 4” será de $96.984.788.780,00.

Ahora, este miércoles, retomaron las obras. «Nos importa mucho más resolver que discutir. Y lo que tenemos que hacer es terminar la cárcel”, dijo el Jefe de Gobierno esta jornada, durante una recorrida en la que supervisó la tareas.

Macri estuvo acompañado por los ministros de Seguridad, Waldo Wolff; de Infraestructura, Pablo Bereciartua, y de Justicia, Gabino Tapia, y el secretario de Seguridad, Ezequiel Daglio. Está previsto que los trabajos finalicen a fin de año.

Una vez terminada la obra y que se autorice el traslado de los presos del penal de Devoto a Marcos Paz, la Legislatura porteña definirá el uso que se le dará a los terrenos comprendidos por las calles Pedro Lozano, Desaguadero, Nogoyá y Bermúdez, en la Comuna 11.

“Hoy nuestras comisarías y alcaidías están llenas de detenidos por delitos federales: 9 de cada 10 detenidos no deberían estar ahí, sino cumpliendo sus condenas en cárceles como ésta. Las comisarías y alcaidías no son lugares de permanencia. Esto no sólo pone en riesgo a los policías y al personal, también afecta la seguridad y el bienestar de los vecinos”, señaló el alcalde capitalino.

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La Ciudad acelera obras para finalizar la cárcel de Marcos Paz

La nueva cárcel está dentro de un predio de 80 hectáreas y tendrá una capacidad de alojamiento de 2.240 plazas. Tendrá cuatro unidades con un edificio de administración, uno de programas y servicios (EPS) para el comando de seguridad interna de la unidad, un área de salud, salas de videoconferencia para internos y profesionales, áreas de visitas, un gimnasio y un sector educativo para talleres de trabajo y capacitación laboral.

Además contará con un espacio para el distribuidor de raciones alimentarias y un campus determinado por los módulos de alojamiento dividido en cinco sectores independientes con canchas de fútbol y espacios para huertas.

“La obra se había suspendido por la mala relación que había con el gobierno de Alberto Fernández, que nos complicó la vida porque no se llevaban los detenidos en las comisarías y en las alcaidías de la Ciudad. Ahora vamos a tener mayor capacidad para alojar detenidos y en un tiempo sacar la cárcel de Devoto, un anhelo del barrio y de toda la Ciudad”, sostuvo.

En noviembre pasado, la Ciudad acordó con la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, la creación de su propio Servicio Penitenciario. Un mes después rubricaron el acuerdo que transfiere las competencias del Servicio Penitenciario Federal al ámbito de la Ciudad para delitos que no son federales.

«Esto permite que los detenidos que cometieron ilícitos en el ámbito de la Ciudad sean custodiados por personal penitenciario especializado», afirmaron y agregaron: «Se trató de un paso más en la consolidación de la autonomía porteña y de la lucha contra la inseguridad».

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Por fuga de presos, Ciudad imputó a cinco policías

Las fugas de presos de las alcaidías aceleró los tiempos del gobierno porteño para retomar las obras. Durante el año pasado, se profugaron decenas de detenidos de los centros de detención porteños. El último caso tuvo lugar en diciembre, en una penitenciaria de Liniers, de donde huyeron 17 personas, luego recapturadas.

Por esta fuga masiva cinco policías de esa comisaría porteña fueron imputados por «favorecer la evasión de detenido o condenado», por lo que, si son hallados culpables, podrían recibir una pena de entre un mes y cuatro años de prisión.

Además, si el autor es un funcionario público, se le impondrá una inhabilitación absoluta por un triple de tiempo.

Esta evasión masiva derivó en la remoción de Pablo Kisch y Jorge Azzolina, jefe y subjefe de la Policía de la Ciudad, respectivamente, quienes fueron reemplazados por Diego Casaló y Carla Mangiameli.

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