El Banco Central anunció este jueves una serie de modificaciones clave relacionadas con las cajas de ahorro destinadas a los menores de edad adolescentes, mayores a 13 años. Entre otros puntos, se destaca que a partir de ahora podrán tener una cuenta en dólares.
Otro ítem importante es que las cuentas permitirán débitos asociados a operaciones financieras permitidas por la Comisión Nacional de Valores, incluyendo la suscripción de cuotapartes de Fondos Comunes de Inversión en mercados de dinero.
Respecto a esto, en octubre, la CNV había publicado una resolución habilitando a los mayores de 13 años a realizar inversiones en el mercado de capitales, con el correspondiente permiso y asesoramiento de los padres.
Banco Central: caja de ahorro en dólares y otros cambios para las cuentas de los adolescentes menores
Las medidas anunciadas este jueves por el Banco Central buscan fomentar la inclusión financiera de los jóvenes a partir de los 13 años. Entre los puntos más relevantes, se destaca que a partir de ahora los adolescentes podrán abrir una caja de ahorro sin necesidad de la intervención de sus representantes legales, salvo que exista una indicación contraria de estos últimos.
Además, estas cuentas permitirán débitos asociados a operaciones financieras permitidas por la Comisión Nacional de Valores, incluyendo la suscripción de cuotapartes de Fondos Comunes de Inversión.
Otro punto destacado es que las cuentas podrán operar tanto en pesos como dólares, euros u otras monedas autorizadas por el BCRA.
Las cuentas tendrán un límite mensual de acreditaciones equivalente a tres veces el Salario Mínimo, Vital y Móvil: unos $839.150. Este límite podrá incrementarse con autorización expresa de los representantes legales del menor.
Las operaciones habituales, como transferencias electrónicas, uso de cajeros automáticos y pagos en comercios adheridos, serán gratuitas, en línea con lo estipulado para otras cajas de ahorro.
En tanto, se estipuló que los menores podrán realizar extracciones y transferencias a través de múltiples canales, incluyendo cajeros automáticos, ventanilla y plataformas de homebanking.
Dichas disposiciones comenzarán a regir a partir del 17 de enero de 2025.
En qué pueden invertir los adolescentes y qué tener en cuenta
En uno de los puntos destacados, titulado «otras operaciones admitidas», el BCRA permitió los débitos para la constitución de depósitos a plazo fijo intransferibles en pesos o en Unidades de Valor Adquisitivo actualizables por CER». También habilitó los créditos por el cobro de dichos depósitos a plazo fijo.
Y los débitos para realizar todo tipo de operaciones permitidas por la Comisión Nacional de Valores a menores de edad adolescentes.
Justamente, en octubre, la CNV permitió que los mayores de 13 puedan invertir en el mercado de capitales, lo que generó un intenso debate. «La normativa posibilita a los jóvenes a invertir en instrumentos de renta fija, de renta variable y cauciones colocadoras, a través de segmentos de negociación con prioridad precio tiempo (PPT), debiendo contar para ello con la debida representación legal», señaló por entonces la entidad.
Con la medida, se determinó que los Agentes de Liquidación y Compensación (ALYC) «podrán abrir subcuentas comitentes a personas menores de edad a partir de los 13 años, en cuyo caso deberá solicitar al representante legal del menor de edad adolescente, con carácter de declaración jurada, los siguientes datos: nombre y apellido completo, domicilio real, nacionalidad, número de documento de identidad y correo electrónico».
A partir de estas medidas, de todas formas, surgieron por entonces -y aun siguen vigentes- una serie de interrogantes críticos: ¿tienen los adolescentes la madurez suficiente para tomar decisiones financieras que podrían afectarle a largo plazo? ¿Qué papel deberían jugar los padres o tutores? ¿Qué tan preparados están para entender los riesgos inherentes al mercado de valores?
Julieta Oliva, psicóloga graduada en la Universidad de Buenos Aires (MN 33.996), explica que los adolescentes de 13 años todavía no poseen la madurez emocional necesaria para manejar la volatilidad del mercado de valores. «A esa edad, los adolescentes están en plena etapa de desarrollo emocional y cognitivo y no tienen aún la capacidad para gestionar conceptos tan abstractos como el mercado de capitales», sostiene. Además, señala que enfrentarse a situaciones de estrés e incertidumbre, como las que pueden generar las fluctuaciones financieras, puede provocar altos niveles de frustración y ansiedad en los jóvenes, emociones difíciles de manejar sin el apoyo adecuado. «Por eso es clave el rol de los padres, pero también de la escuela, no solamente enseñando educación financiera, sino también supervisando junto a los padres», remarca.
Invertir en la bolsa no solo implica enfrentarse a riesgos financieros, sino también a las emociones que las pérdidas, e incluso las ganancias, pueden desencadenar. Oliva señala que, a esa edad, los adolescentes tienden a asociar el éxito o el fracaso en la inversión con su valor personal, lo que puede agravar los sentimientos de fracaso y frustración. «Una pérdida podría ser devastadora», afirma.
Por otro lado, las ganancias tienen también impacto emocional. Según Oliva, podrían dar lugar a un narcisismo superfluo e inflado por la autoconfianza y fomentar expectativas poco realistas sobre el futuro. «El adolescente podría desarrollar una falsa sensación de control sobre el mercado y asumir más riesgos de los que puede manejar», advierte la psicóloga. Esta ilusión de control puede ser particularmente peligrosa, ya que puede llevar a los jóvenes a exponerse a caídas abruptas que no están preparados para enfrentar.