Después de la fuerte baja de la inflación en el último trimestre de 2024, se espera que la inflación en Argentina comience el 2025 con una desaceleración significativa. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de diciembre de 2024 fue del 2,7%, lo que representa una notable baja en comparación con el 211% anual registrado en 2023.
Los analistas privados y entidades financieras, como JP Morgan, proyectan que la inflación mensual se mantendrá cercana al 2% durante el primer trimestre de 2025. La reducción del tipo de interés móvil mensual al 1% desde febrero de 2025 es uno de los factores clave que contribuye a la desaceleración de la inflación.
Esta medida busca controlar la demanda agregada y reducir la presión inflacionaria. El Gobierno ha implementado políticas fiscales ortodoxas, incluyendo desregulaciones y ajustes en el gasto público, que han contribuido a la estabilización de los precios. La reducción del déficit fiscal y el compromiso con un superávit fiscal primario también han sido factores importantes.
La moderación en el ritmo de devaluación del dólar oficial ha permitido una mayor estabilidad en los precios. La reducción en la volatilidad del tipo de cambio ha ayudado a controlar los costos de importación y a mantener la inflación bajo control.
La estacionalidad de los precios, especialmente durante las fiestas de fin de año y el inicio del verano, ha influido en el comportamiento de los precios. Sin embargo, la inflación subyacente ha mostrado una tendencia de desaceleración.
Las negociaciones salariales han tenido un impacto en la inflación, aunque en algunos casos las subas salariales han superado los incrementos en los precios. Esto ha generado un equilibrio entre el poder adquisitivo de los trabajadores y la inflación.
Consumo
La recuperación del consumo y la demanda agregada también juegan un papel importante en la inflación. Aunque el consumo ha aumentado en sectores clave, no ha sido suficiente para generar un repunte significativo de los precios.
Según el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central, se espera que la inflación en enero de 2025 sea del 2,5%, con una desaceleración proyectada para los meses siguientes. Los analistas proyectan una inflación anual del 25% para fin de año, lo que representa una mejora significativa en comparación con el 2024.
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