Cuando uno vuelve, a lo que sea, a una relación, a un trabajo, al decidir hacerlo seguramente lo medita, analiza los pros y los contras y actúa en consecuencia. El verbo actuar viene perfecto si nos referimos a Cameron Diaz, que se alejó por decisión propia y sin que nadie se lo pidiese, de los sets de filmación.
Claro, no podemos decir del cine, porque desde que hizo Annie, su última película y que no vieron muchos, muchas cosas han cambiado en la industria del entretenimiento. Y ahora la actriz de La Máscara, Loco por Mary y Los Angeles de Charlie volvió a hacer una película, pero no para el cine, sino para el streaming.
Lo último que había estrenado en salas de cine, dijimos, fue Annie, adaptación de la comedia musical, en la que actuaba con Jamie Foxx. Y se ve que, o no aprendió, o que con el actor de Ray la pasa genial, al menos rodando, porque a la hora de emprender el regreso lo hizo por él, con él y por lo que Netflix le debe haber pagado para convencerla.
De vuelta a la acción, je, tiene en su título un marcado doble sentido. Se refiere al regreso de la actriz de ascendencia cubana a la actuación, y a que Emily, su personaje, una espía, deja 15 años de ostracismo para salvar al mundo. Como sucede en muchas películas originales de Netflix, cuando el algoritmo les indica por dónde deben ir las comedias de acción que producen.
Y Cameron, hoy a los 52 años, está como cuando dejó el cine: estupenda.
Cameron Diaz, embarazada
Emily descubría que estaba embarazada en el comienzo de De vuelta a la acción cuando con su pareja (Matt, o sea Jamie Foxx) están tratando de conseguir una “llave”, que no se sabe de entrada mucho para qué sirve, pero al menos el guion no nos da una clase sobre supervivencia mundial, aunque se mencione a los chechenos como malos.
Las cosas allí no salen bien, a ellos les tienden una trampa cuando consiguen la llave, y deciden dejar de trabajar como “Agentes no oficiales de acción rápida de la CIA” y dedicarse a cuidar a la beba en camino.
Pasan quince años, y a la niña se le ha sumado otro hijo, y por supuesto, por motivos que no vamos a contar, porque si no ¿qué queda de interés en la visión de De vuelta a la acción?, Matt y Emily deben hacer precisamente eso, volver a pelear, pegar y huir, pero con la descendencia a cuestas: Alice (McKenna Roberts, que ya fue hija de otro héroe, Dwayne Johnson, e hizo de una joven Rue -Zendaya- en Euphoria) y Leo (Rylan Jackson).
Parecida a la de Brad Pitt y Angelina Jolie
Ni original -se parece mucho a Sr. y Sra. Smith, que oh casualidad, Netflix subió a su plataforma hace un par de semanas, o a la mismísima Un encuentro explosivo, el filme de James Mangold con Tom Cruise en el que era una joven confundida por una espía caída en desgracia que está intentando limpiar su nombre-.
Como sea en el filme de Seth Gordon, el director de, ay, Baywatch y Quiero matar a mi jefe, todo es tan, pero tan previsible que ni siquiera el carisma de Cameron (Emily pone el giro en la ruta, aunque la persigan y no haya nadie en el camino) ni las morisquetas de Jamie (que retrasó el rodaje por meses cuando quedó internado por problemas de salud) logran generar una pizca de interés.
Hay más rostros conocidos que se cruzan por la pantalla, como los de Kyle Chandler (Bloodline, también de Netflix, Manchester junto al mar) o Andrew Scott (el cura de Fleabag) y el de quien hace de la madre de Emily, que no voy a nombrar para que al menos haya una sorpresa -los ansiosos pueden descubrir su nombre leyendo al pie la ficha técnica-.
Parece que Cameron decidió el retorno, porque ya terminó de rodar Outcome, el debut en la dirección de Jonah Hill, y en la que actúa con él y el protagonista, que es Keanu Reeves. Y volverá a prestarle la voz a Fiona en Shrek 5. No sé si la extrañaba, pero para verla en esta película, se hubiese quedado en su casa.
“De vuelta a la acción”
Regular
Acción / Comedia. Estados Unidos, 2025. Título original: “Back in Action”. 114′, SAM 13. De: Seth Gordon. Con: Cameron Diaz, Jamie Foxx, Glenn Close, Kyle Chandler, Andrew Scott, Jamie Demetriu. Disponible en: Netflix.