Este lunes el gigante Los Grobo Agropecuaria presentó ante la Comisión Nacional de Valores (CNV) el concurso preventivo de acreedores, también para su controlada Agrofina. El grupo, que es uno de los más importantes del agro, factura alrededor de 800 millones de dólares anuales y emplea a más de 700 trabajadores.
Los Grobo venían de un tendal de cheques rebotados en diciembre y habían declarado el default para sus 2 firmas. Según datos del Banco Central (BCRA), actualmente Los Grobo Agropecuaria registra cheques sin fondos por 2.365 millones de pesos, mientras que los cheques rebotados de Agrofina suman 1.795 millones de pesos.
“Me dirijo a ustedes en mi carácter de Responsable de Relaciones con el Mercado de Los Grobo Agropecuaria SA, a fin de informar que mediante reunión de Directorio celebrada el día 31 de enero del corriente año, se ha decidido solicitar la apertura del concurso preventivo de la Sociedad para posibilitar la continuación del negocio y el mantenimiento de la fuente de trabajo. En consecuencia, en el día de hoy, la Sociedad ha presentado la solicitud de apertura de concurso preventivo en sede judicial.”.
De esta manera y términos el grupo informó a la CNV la apertura de concurso preventivo, una protección judicial para continuar con sus operaciones, ante la falta de interés en rescatar a la compañía por parte de sus accionistas. Los Grobo es controlado en un 90% por el grupo inversor Victoria Capital Partners (VCP) y en un 10% por Gustavo Grobocopatel y su hermana, Matilde.
La noticia llegó pocos días después de que productores de granos locales denunciaran un “default planificado” por parte del grupo Los Grobo. Los productores recibieron intimaciones por parte de de TMF Trust Company SA, un agente fiduciario que reclamaba pagos por 50 millones de dólares. La empresa de los Grobocopatel había cedido los granos de los productores como garantía para el préstamo de 50 millones de dólares.
Al incumplirse el pago del crédito, la firma prestamista Promontoria Holding 318 oriunda de los Países Bajos reclamó los granos, o en su defecto, el dinero a los productores que, en algunos casos, no habían sido notificados de su condición de garantes.
Una de las plantas de la empresa, ubicada en San Miguel del Monte, estuvo bloqueada durante tres días por productores y transportistas. Allí, quienes habían entregado parte de su producción con la modalidad “a fijar”, tuvieron que dormir en las afueras de la planta, ya que la empresa no estaba dispuesta a devolver los granos ni a liquidar la operación.
4 años después de Vicentín, la misma historia
Actualmente, Los Grobo Agropecuaria cuenta con una estructura integrada para la siembra asociativa (pool de siembra), la venta de insumos para granos y el corretaje de granos. Opera en 5 provincias (Buenos Aires, La Pampa, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos) e incluye 34 sucursales, 27 depósitos de insumos y 16 plantas de acopio y procesamiento de granos. Durante el último ejercicio, acopió más de 2 millones de toneladas de granos y sembró 218.000 hectáreas en alianza con 40 socios productores. Agrofina por su parte, se encarga de la producción de agroquimicos y facturó 130 millones de dólares el último año.
Los dueños acusan problemas financieros y de “iliquidez” para afrontar los pagos, pero ellos mismos reconocen que el negocio es rentable, aunque ahora complicado por la sequía, los bajos precios internacionales y el atraso cambiario.
Al concurso de Los Grobo se le sumó la empresa Surcos de insumos agropecuarios, la primera empresa del sector que había declarado el default en diciembre por el impago de pagarés bursátiles emitidos por 300 millones de pesos, instrumentos financieros de poca regulación. Por último, la empresa SanCor anunció la presentación de la formación y apertura del concurso preventivo de acreedores, tras una deuda que ronda los 250 millones de dólares.
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Después de 4 años del concurso trucho de Vicentin, los empresarios del agro continúan usando el favor de los Gobiernos para realizar sus maniobras y fraudes contables y así evadir obligaciones. Grandes favores para los millonarios mientras quieren hacer pagar su crisis a las grandes mayorías.