Fiel a su estilo «la mejor defensa es un buen ataque», la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, se metió con los botines de punta en la guerra que desde hace meses enfrenta al Gobierno nacional y al porteño por los presos de las comisarías de la Ciudad,y el espacio que ocupan en las unidades del Servicio Penitenciario Federal (SPF) los detenidos por delitos comunes alojados en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Luego de tirotearse por las redes sociales con su par de la Ciudad, Waldo Wolf, la semana pasada hubo algún intento de acercamiento. Ya no. Ahora Bullrich decidió escribirle una carta al directamente jefe de Gobierno, Jorge Macri, y también asegurarse de que sus consideraciones fueran públicas y no un simple intercambio entre dos funcionarios por un tema que los enfrenta.
Más allá de los datos, los números, las circunstancias y los argumentos de cada parte, la pelea por las cárceles (más vieja que la injusticia) se enmarca por estos días en una puja más general, netamente política, entre el PRO y La Libertad Avanza (LLA) con miras a las elecciones de mayo.
En este tema en particular, la Ciudad dice que Nación no respeta los cupos ordenados por la Justicia y no traspasa unidades para descomprimir las comisarías capitalinas. Nación sostiene que ofreció muchas alternativas y siempre se encontró con funcionarios porteños tercos y fuera de la realidad. Ambos se acusan mutuamente de gastar dinero en presos que no les corresponde solventar.
«En la gran mayoría de las jurisdicciones provinciales hay exceso de presos alojados en comisarías, pero no a todas ellas se les escapan presos todas las semanas«, dice la carta que este lunes llegó a manos de Jorge Macri. Bullrich claramente intenta mojarle la oreja al jefe de Gobierno, quien sufrió la fuga de 13 presos solo en lo que va de 2025.
Además de desparramar números, Bullrich acusa a Macri de mala de fe, de traicionar una frágil paz que habían pactado por el tema penitenciario. Los principales párrafos:
- «Teníamos la obligación legal de recibir 60/70 presos semanales y voluntariamente, desde el inicio de este gobierno, pasamos a recibir 90 internos semanalmente, es decir, un 50% más; ofrecimos 100 plazas en el interior del país y un cupo especial de 50 plazas para ofensores sexuales. La Ciudad, sin embargo, solamente utilizó el cupo de 90 plazas semanales».
- «Además el 10 de abril de 2024, ofrecimos formalmente al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que realizara construcciones modulares en predios del Servicio Penitenciario Federal para poder alojar allí a 400 de sus presos, con la posibilidad de alojar a 600 más. Esta propuesta fue absolutamente rechazada por las autoridades de la Ciudad».
- «En conversaciones informales posteriores se ofreció al ministro de Seguridad porteño extender esas plazas a 1000, haciéndose cargo la Ciudad del 50% del costo de mantenimiento de cada interno. Esta propuesta ni siquiera fue contestada».
- «Todas las propuestas fueron paliativos porque la solución era que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires termine y entregue el Complejo Penitenciario Federal de Marcos Paz que se comprometió a realizar en el año 2018 y que podría haber alojado a 2.240 presos pero que, por decisión política de esta gestión de la Ciudad y de la anterior, sigue sin cumplirse. La cárcel tendría que haber sido entregada en el año 2020».
Como para que quede claro que es una escalada, Bullrich le apunta directamente al capital político de Macri, los vecinos, y agrega con letra mayúscula: «FUERON MALAS DECISIONES POLÍTICAS QUE HOY PAGAN LOS PORTEÑOS CON SU SEGURIDAD Y LOS ARGENTINOS CON SU BOLSILLO».
«Hoy el sistema federal penitenciario que sostienen económicamente todos los argentinos aloja 11.500 internos y 6.000 son presos de la CABA que están siendo juzgados por delitos comunes, con un costo anual para el resto de los ciudadanos del país de $ 156.639.750.000«, detalla.
La carta es larga y pretende refutar los argumentos de la Ciudad:
- «Desde el año 2016, con la sanción de la Ley 5688, la Ciudad está en condiciones de crear su propio servicio penitenciario sin necesidad alguna de apoyo federal, así como creó la Policía Metropolitana antes de la transferencia de la Policía Federal. Hace 9 años podría haber creado su Servicio Penitenciario. La mora es propia de una administración que no se hace cargo de los presos que su política de seguridad genera».
- «Lamentablemente, en los últimos días se ha filtrado maliciosamente información falsa a la prensa y personeros ligados al Gobierno de la Ciudad han iniciado una serie de acciones de Habeas Corpus para forzar el ingreso masivo de presos al Servicio Penitenciario Federal, hecho que es materialmente imposible por la falta de las plazas necesarias precisamente por el incumplimiento de la Ciudad en la entrega del Complejo Penitenciario Federal de Marcos Paz».
En el mismo tono duro, Bullrich le reprocha a Macri impulsar habeas corpus para lograr su objetivo, al punto de, efectivamente, en los últimos días logró un fallo para que los presos de la Ciudad pasen al sistema federal.
«Este nuevo planteo fue resuelto de un modo vergonzoso sin siquiera citar al Servicio Penitenciario Federal para que exprese las razones de la imposibilidad de recibir más presos de los que a diario recibe. Esta aberración jurídica, por haberse violado las más elementales reglas del debido proceso, fue inmediatamente apelada por el Servicio Penitenciario Federal y no está firme», dice la ministra.
La carta escala y escala. «Las autoridades de su Gobierno, mediante distintos mecanismos, dañan la imprescindible buena fe que en toda negociación seria debe primar»; «Esta administración no va a aceptar ningún tipo de coerción directa ni indirecta«.
Y cierra a toda orquesta: «Esperamos que en su carácter de Jefe de Gobierno y las demás autoridades políticas de la Ciudad se hagan cargo de las responsabilidades que les corresponden para asegurar la seguridad pública de los porteños, que cumplan con el mandato que les otorga su propia Constitución, que retomen la buena fe en las negociaciones y que alivien la situación económica del resto de los argentinos que con sus impuestos mantiene a los internos que cometen delitos en la ciudad».,
Ahora se espera la reacción de Jorge Macri. Aunque cuenta con una certeza: Bullrich tiene una sólida reputación de no retroceder en sus posiciones.
EMJ