En un nuevo intento de desestabilización, la Confederación General del Trabajo (CGT) anunció un tercer paro general contra el gobierno de Javier Milei para el próximo 8 de abril. Además, confirmó su participación en la movilización opositora del 24 de marzo, una fecha que sectores afines al kirchnerismo han utilizado históricamente como plataforma política.
La decisión, tomada en un encuentro con la cúpula piquetera de la UTEP, liderada por Juan Grabois, deja en evidencia el alineamiento de la central obrera con los sectores más duros del peronismo y la izquierda.
A pesar del mandato democrático de Milei y el apoyo popular a su plan de reformas, los sindicatos buscan frenar su avance con medidas de fuerza y movilizaciones opositoras.
El tercer paro
El Consejo Directivo de la CGT se reunirá el 20 de marzo en la histórica sede de la calle Azopardo para definir los detalles de la huelga. No está claro si la protesta incluirá una movilización al Congreso o a la Casa Rosada, pero lo que sí es evidente es que la dirigencia sindical ha decidido abandonar cualquier atisbo de negociación con el Ejecutivo.
«El paro ya tiene fecha, los detalles se resolverán el jueves«, aseguró un dirigente sindical a Infobae. Se trata del tercer paro general contra Milei en apenas cuatro meses, una escalada sin precedentes.
| La Derecha Diario
El primer paro fue el 24 de enero, a tan solo 45 días de la asunción de Milei, marcando un récord de rapidez en la oposición a un gobierno democrático. El segundo, el 9 de mayo, afectó el transporte y tuvo un impacto considerable.
La CGT y UTEP
El viernes pasado, en el Salón Felipe Vallese, la CGT hizo pública su sociedad con la UTEP, la organización piquetera de Grabois. Desde el estrado, Héctor Daer (Sanidad), Hugo Moyano (Camioneros), Andrés Rodríguez (UPCN) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) celebraron la convocatoria al paro junto a dirigentes de la economía popular, en un escenario que refleja la fusión entre el sindicalismo tradicional y el activismopiquetero.
Esta alianza no es casual: tras meses de relativa calma, la CGT ha endurecido su postura contra Milei, en un giro que responde a la presión del kirchnerismo y los sectores más radicalizados del sindicalismo.
La incorporación de nombres como Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Sergio Romero (UDA), Jorge Sola (Seguros) y Cristian Jerónimo (Vidrio) al núcleo de decisión de la central indica una estrategia coordinada para obstaculizar las reformas del gobierno.
| La Derecha Diario
¿Habrá paro del transporte?
Uno de los factores determinantes del violento paro será la adhesión de los sindicatos del transporte. Hasta ahora, las dos centrales que agrupan a los gremios del sector –la CATT (alineada con Moyano) y la UGATT (su rival)– han mostrado cautela.
Inicialmente, habían evaluado sumarse a la supuesta «marcha por los jubilados» convocada por gremios y sectores violentos el próximo miércoles, pero finalmente se retiraron de la protesta, que podría derivar en nuevos disturbios tras los recientes enfrentamientos con la Policía.
En contraste, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) sí confirmó su adhesión a la manifestación, con un cese de actividades desde las 12 del mediodía para marchar al Congreso.
En un comunicado, su violento secretario general, Rodolfo Aguiar, justificó la medida con un discurso cargado de ideología: «Después de la represión ilegal, está más claro que nunca que la lucha es por los jubilados y en defensa de la democracia«.
La estrategia sindical: resistencia política con el apoyo del kirchnerismo
Lejos de representar solo una protesta, la ofensiva de la CGT se inscribe en un contexto de abierta confrontación política con el gobierno.
El trasfondo es evidente: más que una defensa de los trabajadores, el sindicalismo kirchnerista busca defender sus privilegios. La pregunta es si, ante la creciente aprobación de las reformas libertarias y el hartazgo de la sociedad con los métodos extorsivos del sindicalismo, esta estrategia tendrá el impacto esperado o si, por el contrario, acelerará la pérdida de legitimidad de la CGT.