Este 22 de abril se cumplieron 40 años del inicio del Juicio a las Juntas Militares, proceso que comenzó en 1985 durante la Presidencia de Raúl Alfonsín, juzgando a los altos mandos de la última dictadura, sin dudas un acontecimiento fundacional para la vida democrática argentina.
En diálogo con AGENFOR, el profesor Juan Eduardo Lenscak, expreso político durante la última dictadura militar y activista de los derechos humanos, evocó el aniversario del evento judicial al que calificó como “demasiado importante” para la historia institucional del país, “sobre todo porque no se ha tomado revancha, sino que se ha hecho justicia”.
En este punto, subrayó que el juicio se haya realizado “con la Justicia institucional que tenemos en nuestro país”, además de que “se les dieron todas las garantías de defensa a aquellos que fueron acusados y que posteriormente resultaron condenados”.
“La lección más importante no es solamente esa, la de respetar las instituciones, sino fundamentalmente que las instituciones ponen en caja a aquellos que se creen más que los demás, o sea, a quienes tienen una visión de supremacía con respecto al conjunto del pueblo argentino, y no quedaron impunes”, hizo notar.
Enfatizó que a diferencia de los emblemáticos Juicios de Núremberg, “donde los jueces eran internacionales y se hizo una legislación ad hoc, es decir una legislación exprofeso para juzgar los crímenes que habían cometido en la Alemania nazi, en la Argentina se los juzgó con la propia legislación vigente en nuestro país, con todas las garantías de defensa que pudieran tener y que no tuvimos nosotros cuando estuvimos detenidos bajo el régimen de la dictadura militar”.
Asimismo, Lenscak fue consultado sobre la reciente audiencia en el Tribunal Oral Federal (TOF) de Formosa donde se le negó la prisión domiciliaria al represor Horacio Rafael Domato, quien fuera condenado a perpetua por gravísimos delitos de lesa humanidad cometidos en la provincia durante la dictadura militar.
Puso de resalto que ello evidencia que “hay una Justicia que es proba en la Argentina y así lo demuestra el juez (Rubén David Oscar) Quiñones en el fallo, que fue espectacular”.
“Tenemos muchos jueces que nos hacen pensar que no todo está perdido en la Argentina y menos en un Poder Judicial tan, pero tan desprestigiado –subrayó-. Este tipo de fallos y este tipo de jueces prestigian a nuestra Justicia, como la han prestigiado los numerosos jueces, los abogados, los fiscales que han trabajado en los muchísimos juicios de lesa humanidad a lo largo y a lo ancho del país”, concluyó.