Antonella Lubary, docente de teatro, habló sobre los beneficios de la actividad escénica en la infancia y cómo trabaja con sus alumnos para fomentar la imaginación, la expresión y la autoestima.
La actriz y profesora de teatro Antonella Lubary lleva adelante talleres teatrales infantiles con una propuesta que va más allá del escenario: busca que los chicos puedan desarrollar su imaginación, mejorar su autoestima y aprender a través del juego. En diálogo con el Grupo de Medios TVO, compartió su experiencia como docente y el impacto positivo del teatro en el crecimiento emocional y cognitivo de los más chicos.
«El teatro es una actividad que ayuda al desarrollo cognitivo y físico del niño, ayudando a que puedan trabajar individual y grupalmente», explicó Lubary. Su metodología apunta primero a lo personal, con actividades uno a uno, y luego a lo colectivo, a través de juegos grupales que promueven el compañerismo, la comunicación y la improvisación.
“El objetivo es que los chicos desarrollen creatividad e imaginación. Sé que suena a cliché decir que ‘trabaja la autoestima’, pero cuando los acompañás en cada paso, los felicitás y los animás, se sienten cómodos e importantes”, sostuvo la docente.
Los talleres incluyen actividades con sonido, iluminación, escenografía y vestuario, lo que permite a los chicos sumergirse en el juego dramático con personajes e historias creadas por ellos mismos. “Ahí es donde surge el conflicto y ellos mismos buscan cómo resolverlo, lo que los lleva también a improvisar, a encontrar palabras, acciones y soluciones”, agregó.
Para Lubary, el progreso de cada alumno se nota clase a clase: “Es enriquecedor ver cómo cada uno avanza, cómo algunos pierden el miedo escénico y cómo otros pulen habilidades que ya traían de manera innata”.
Los talleres están abiertos para nuevos participantes. Se dictan los miércoles de 18:30 a 20:00 en La Escalera Azul (barrio San Miguel) y los sábados por la mañana en el espacio teatral La Hiedra, ubicado en Julio A. Roca 230.