La Corte Suprema de Justicia rechazó este miércoles la recusación presentada por la defensa de Cristina Fernández de Kirchner contra el juez Ricardo Lorenzetti en el marco de la causa Vialidad, donde la expresidenta ya fue condenada por administración fraudulenta.
La decisión del máximo tribunal despeja el camino para una definición clave: si se confirma la pena de seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, o si se habilita una revisión más amplia que podría modificar el veredicto.
La Corte Suprema falló contra Cristina Kirchner y rechazó la recusación contra Ricardo Lorenzetti
El fallo, firmado por los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y el propio Lorenzetti, consideró que el pedido de apartamiento era «manifiestamente inadmisible», que «carecía de fundamentos normativos» y que los hechos denunciados por la defensa no fueron planteados en tiempo y forma. Según sostuvo Lorenzetti, no existía motivo válido para apartarlo y calificó el planteo como «genérico«, aludiendo a una supuesta falta de imparcialidad basada en declaraciones suyas sobre los plazos del caso.
La defensa de la expresidenta había recusado a Lorenzetti con el argumento de que habría mostrado su postura en el caso, al asegurar públicamente que la causa Vialidad debía resolverse antes de las elecciones, entre otros hechos mencionados en la recusación. En respuesta, el juez solicitó a sus colegas Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz que rechacen la recusación sin más análisis, calificándola como improcedente y carente de sustento normativo.
En el centro de esta causa se encuentra la condena dictada en diciembre de 2022 por el Tribunal Oral Federal 2, que sentenció a Fernández de Kirchner a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por administración fraudulenta en perjuicio del Estado.
La causa conocida como «Vialidad» gira en torno a la adjudicación de 51 obras públicas a empresas del empresario Lázaro Báez en Santa Cruz, durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. En diciembre de 2022, el Tribunal Oral Federal 2 condenó a la ex mandataria por administración fraudulenta a una pena de seis años de prisión e inhabilitación perpetua para cargos públicos. El fallo fue confirmado en 2024 por la Cámara Federal de Casación Penal, otorgándole lo que en términos jurídicos se conoce como «doble conforme».
Sin embargo, tanto el fiscal de Casación Mario Villar como el procurador general Eduardo Casal solicitaron que la condena se agrave con la incorporación del delito de asociación ilícita, lo que podría llevar la pena a 12 años. En su dictamen, Casal también pidió que se decomise un monto superior a los 5.321 millones de pesos, supuestamente desviados mediante el esquema de obras cuestionadas.
Aunque el dictamen del Procurador no es vinculante, tiene un fuerte peso institucional y dejó en evidencia la grieta jurídica: para los fiscales hubo una estructura organizada de corrupción durante los gobiernos kirchneristas, mientras que el fallo del tribunal oral, por mayoría, entendió que no se configuró una pluralidad de delitos suficiente para sostener una asociación ilícita.
¿Cristina Kirchner puede ir presa o caerse su candidatura?
El calendario electoral le agrega una dimensión urgente al expediente. Esta semana, Cristina Kirchner confirmó que será candidata por la Tercera Sección Electoral de la provincia de Buenos Aires en los comicios del próximo 7 de septiembre. Si bien la condena aún no está firme, una decisión de la Corte en las próximas semanas podría dejarla fuera de competencia si se ratifica su inhabilitación.
La ex presidenta aún puede postularse tanto a cargos provinciales como nacionales, ya que la sentencia no ha sido confirmada en última instancia. Sin embargo, una vez que oficialice su candidatura, contará con inmunidad de arresto y no se podrá ejecutar la pena, incluso si el fallo se confirma después.
Los plazos son clave: el cierre de listas para las elecciones provinciales es el 19 de julio, mientras que para las nacionales es el 17 de agosto. La Corte tiene entonces una ventana de menos de dos meses si busca definir el caso antes de que Cristina quede oficialmente blindada como candidata.
Así es que si la Corte confirma su condena antes de esa fecha, Cristina Kirchner no podrá ser candidata. Las fechras son de vital importancia en este caso: porque en cuanto Cristina inscriba su candidatura contará con inmunidad de arresto, por una aparte, y tampoco se haría efectiva la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
Además, el máximo tribunal tiene en sus manos la revisión de la condena a seis años de prisión contra la exfuncionaria por administración fraudulenta y el pedido de la Procuración General para que también se le aplique la figura de asociación ilícita, elevando su condena a 12 años, como pidieron en el juicio los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola.
La Corte Suprema tiene ahora tres opciones:
- Rechazar los recursos sin analizar el fondo, como hizo en el caso Ciccone con Amado Boudou, lo que dejaría la condena firme.
- Aceptar el recurso y abrir la causa para un análisis más profundo, lo que demoraría la sentencia definitiva.
- Devolver el expediente a tribunales inferiores para que revisen aspectos puntuales, como ocurrió con Carlos Menem en la causa por contrabando de armas, lo que en los hechos dilató la aplicación de su condena.
De los cinco jueces que firmaron aquel fallo del caso Ciccone, tres –Rosatti, Rosenkrantz y Lorenzetti– integran actualmente el máximo tribunal. Es un dato que no pasa desapercibido en Comodoro Py ni en el entorno de la ex presidenta.
Mientras tanto, la Corte también deberá pronunciarse sobre los recursos presentados por los demás condenados: el empresario Lázaro Báez, el ex secretario de Obras Públicas José López, el ex titular de Vialidad Nacional José Periotti y cinco ex funcionarios santacruceños, todos ellos involucrados en el supuesto direccionamiento de obras públicas.
El proceso judicial avanza en paralelo con el resurgimiento político de Cristina Kirchner, que busca volver a la contienda electoral en un año marcado por el descontento social y la caída del oficialismo libertario en las encuestas. Su eventual regreso a la escena como candidata podría reordenar el mapa opositor, pero todo dependerá de lo que decida la Corte en las próximas semanas.
El fallo sobre la recusación a Lorenzetti fue solo una pieza más en un rompecabezas político y judicial que aún no terminó de acomodarse. Con los tiempos acotados y el escenario electoral en marcha, la definición final sobre la condena de Cristina podría transformarse en uno de los momentos más decisivos del 2025 político.