El regreso de Leandro Paredes a Boca no solo movilizó a los hinchas del Xeneize, sino también a su círculo íntimo como a su padre, que le dedicó un hermoso mensaje. Entre abrazos, lágrimas y una Bombonera que explotó de emoción, hubo una voz que se destacó en redes: la de su esposa, Camila Galante.
En su mensaje, Camila repasó el largo camino que recorrieron juntos desde que dejaron Argentina siendo muy jóvenes, con su primera hija en brazos, hasta este presente glorioso. Pero también habló del lado B del fútbol: las críticas y los cuestionamientos que Paredes recibió durante las semanas en que su vuelta a Boca se hacía esperar.
“Hace unos meses te bancaste que se hable con tanto odio, que te traten de que no tenías palabra, que no amabas al club”, escribió Camila, aludiendo al juicio público que sufrió el volante mientras se definía su pase. Ella destacó la firmeza de su pareja: “Y vos ahí, firme siempre con tu decisión, con la cabeza en alto y sin bajar los brazos”.
La carta también incluyó una mirada íntima y familiar, con recuerdos de las ciudades que recorrieron, los desafíos que enfrentaron y la vida construida lejos de casa: “Nos fuimos tan pequeños, con una bebita de dos meses, llenos de miedos y preguntas… pero siempre fuertes, juntos”, escribió.
Camila no evitó los momentos difíciles. Contó que vio a Leandro “ansioso y triste” cuando el pase no se concretaba, pero que nunca lo vio rendirse: “Me repetías que sabías que te necesitaban, que era el momento de volver. Así sos: te proponés algo y no parás hasta lograrlo”.
También dejó ver el amor y la admiración de sus hijos, quienes ven a su papá como un superhéroe. Y cerró con un mensaje cargado de gratitud y orgullo: “Sos la locomotora de este tren, y este equipo va con vos espalda con espalda. Bienvenido a casa, mi vida. A seguir cumpliendo sueños”.
La carta se viralizó rápidamente, recibiendo miles de likes y comentarios de fanáticos y figuras del deporte, que no pudieron evitar conmoverse ante la autenticidad del mensaje. Lejos del glamour de las redes, fue una declaración sincera, emocional y real, que demostró que detrás de cada ídolo hay una historia de amor, lucha y perseverancia.