Este miércoles se cumplirá un mes del brutal femicidio de Gisel Mendoza, una joven formoseña cuya vida fue arrebatada en circunstancias que conmocionaron a toda la comunidad. A raíz de este lamentable hecho, familiares, amigos y vecinos convocan a una concentración y marcha para exigir justicia y reclamar el esclarecimiento del caso.
La movilización comenzará a las 9:00 de la mañana en la intersección de 25 de Mayo y Rivadavia, y desde allí los manifestantes marcharán hacia el Juzgado, en un acto simbólico pero firme, para visibilizar el dolor y la indignación que sigue generando el crimen de Gisel Mendoza.
“No podemos permitir que este caso quede en la impunidad. Necesitamos respuestas y, sobre todo, justicia. Gisel merece que su muerte no sea olvidada”, expresaron sus allegados en redes sociales.
El caso
Gisel Mendoza fue vista por última vez el 13 de julio. Dos días después, su cuerpo sin vida fue hallado en una zona de monte del barrio San Antonio. La joven había sido reportada como desaparecida, y desde ese momento su familia y amigos iniciaron una intensa búsqueda.
Por el hecho fue detenida su ex pareja, quien es el principal sospechoso del femicidio. Las circunstancias del hallazgo y los antecedentes de violencia que habrían existido en la relación están siendo analizados por la justicia formoseña.
La causa generó una fuerte reacción social, tanto por la crudeza del crimen como por el temor a que, como en tantos otros casos, la impunidad prevalezca. Organizaciones feministas y de derechos humanos han reclamado avances urgentes en la investigación y políticas efectivas contra la violencia de género.
Una marcha por
memoria, verdad y justicia
La convocatoria del 13 de agosto representa mucho más que una manifestación: es una expresión de dolor colectivo, de lucha por los derechos de las mujeres y de compromiso con la verdad. Los organizadores insisten en la importancia de la participación ciudadana:
“Tu presencia es muy importante. Acompañemos esta lucha para que el caso de Gisel Mendoza no quede en la impunidad. Gisel somos todas”, piden.